/ martes 27 de julio de 2021

Rescate Tierra | Oiga Usted, que ya salimos, que no suben los precios, pero sí subieron

Menuda confusión crean los semáforos. Comenzamos la semana pasada en amarillo, aunque debería ser naranja y amenaza con ser rojo. Cuando era verde, los protocolos eran de amarillo.

Al inicio de la pandemia, el riesgo era para los mayores de 60 años y la población con otras afecciones, jóvenes y menores de edad, la libraban. Hoy, ya es para todos.

En pandemia y pos pandemia, hay un nuevo comportamiento económico, somos más pobres que antes de 2020 y unos pocos ricos, más ricos. El sueldo para los empleados de taquerías, restaurantes, empleados de mostrador y hasta empresas mas grandes, se redujo significativamente y aunque el consumo se ha reactivado, los sueldos no suben y los precios de varios productos van para arriba junto con la inflación, que ya pasó de 4 puntos, contra todo sueño del Presidente.

No es uno negativo, es la realidad, reflejada en el bolsillo y los precios. En las personas que vemos mendigando por las calles y que eran menos. En los negocios cerrados, las casas en renta a sobreprecio, las oportunidades de trabajo digno, las personas que se suicidan y la fallida política de seguridad, que sólo protege al crimen organizado.

Quizá falló, la manera de bajar instrucciones y políticas públicas a los estados y municipios o alguna parte de la cadena ahorcó el acceso al dinero y por eso vemos tantos ayuntamientos en quiebra, sin pagar a sus empleados y debiendo hasta el saludo.

Cómo hablamos de libertad, si en las leyes, el que manda quiere controlarlo todo, los tres niveles de gobierno, los tres poderes, las entidades del país y hasta los municipios.

El cacareado federalismo, pocas veces aplicado, impide la salud económica de los ayuntamientos que limitan obra y beneficios para sus empleados y para los ciudadanos, al verse obligados a hacer más, sin nada.

La creación de leyes a modo, para quien esta en el poder, no sirve. Esas mismas leyes, ahorcan a los autores, cuando ya no mandan y entonces se quejan de sus propios errores.

El problema es, que no gobiernan para ellos solos, aunque antes, cuando menos lo creían por 3 años.

En el Estado de México, le vamos tirando a los 20 millones de mexiquenses, 125 municipios, algunos de casi 2 millones de personas y todos pasaron por la pandemia. Todos sufren las mismas consecuencias y la solución debe ser para todos.

No se si Cantinflas estaría feliz en esta época, cuando su estilo de lenguaje se ha convertido en forma de comunicación de varios gobiernos, donde si no es una cosa, es otra, porque oiga Usted, pues, no se vale.


Menuda confusión crean los semáforos. Comenzamos la semana pasada en amarillo, aunque debería ser naranja y amenaza con ser rojo. Cuando era verde, los protocolos eran de amarillo.

Al inicio de la pandemia, el riesgo era para los mayores de 60 años y la población con otras afecciones, jóvenes y menores de edad, la libraban. Hoy, ya es para todos.

En pandemia y pos pandemia, hay un nuevo comportamiento económico, somos más pobres que antes de 2020 y unos pocos ricos, más ricos. El sueldo para los empleados de taquerías, restaurantes, empleados de mostrador y hasta empresas mas grandes, se redujo significativamente y aunque el consumo se ha reactivado, los sueldos no suben y los precios de varios productos van para arriba junto con la inflación, que ya pasó de 4 puntos, contra todo sueño del Presidente.

No es uno negativo, es la realidad, reflejada en el bolsillo y los precios. En las personas que vemos mendigando por las calles y que eran menos. En los negocios cerrados, las casas en renta a sobreprecio, las oportunidades de trabajo digno, las personas que se suicidan y la fallida política de seguridad, que sólo protege al crimen organizado.

Quizá falló, la manera de bajar instrucciones y políticas públicas a los estados y municipios o alguna parte de la cadena ahorcó el acceso al dinero y por eso vemos tantos ayuntamientos en quiebra, sin pagar a sus empleados y debiendo hasta el saludo.

Cómo hablamos de libertad, si en las leyes, el que manda quiere controlarlo todo, los tres niveles de gobierno, los tres poderes, las entidades del país y hasta los municipios.

El cacareado federalismo, pocas veces aplicado, impide la salud económica de los ayuntamientos que limitan obra y beneficios para sus empleados y para los ciudadanos, al verse obligados a hacer más, sin nada.

La creación de leyes a modo, para quien esta en el poder, no sirve. Esas mismas leyes, ahorcan a los autores, cuando ya no mandan y entonces se quejan de sus propios errores.

El problema es, que no gobiernan para ellos solos, aunque antes, cuando menos lo creían por 3 años.

En el Estado de México, le vamos tirando a los 20 millones de mexiquenses, 125 municipios, algunos de casi 2 millones de personas y todos pasaron por la pandemia. Todos sufren las mismas consecuencias y la solución debe ser para todos.

No se si Cantinflas estaría feliz en esta época, cuando su estilo de lenguaje se ha convertido en forma de comunicación de varios gobiernos, donde si no es una cosa, es otra, porque oiga Usted, pues, no se vale.