/ martes 26 de octubre de 2021

Rescate Tierra | Se Terminó el Tiempo 

Cientos de ideas pasan por la mente, decidir que escribir cada semana habiendo tantos temas importantes para México y el mundo, meditar sobre ellos y compartir juntos las reflexiones es una etapa que me fascina, acelera el corazón pensar, ¿que puede ser útil? La pertinencia de los temas es fundamental, hay unos trascendentales para siempre y otros trascendentes al momento, pero todos son parte del pasado, presente y futuro y quizá, sólo quizá, esta breve meditación, aporte a nuestro futuro de manera positiva.

Uno de esos temas es el calentamiento de la Tierra, la ONU lo tiene como asunto prioritario y cada año realiza la Conferencia de las Partes COP, donde las naciones del mundo asumen compromisos industriales, tecnológicos, agrícolas, de movilidad, generación de electricidad, reducción de emisiones de CO2, bonos de carbono, reforestación, cuencas hidrológicas y muchos más, intentando reducir las emisiones de bióxido de carbono y detener el calentamiento global en menos de 2 grados centígrados, ya.

Para lograrlo, cada Nación firma sus compromisos nacionales de desarrollo NDCs, en los que acepta modificar los procesos arriba mencionados, reduciendo o eliminando las emisiones de carbono y restaurando el medio ambiente.

He tenido oportunidad de estar en la COP16 en México y la COP25 de Madrid, aún me falta dinero para acudir a la COP26 de Escocia, pero seguimos en la batalla. En ellas se discuten las necesidades de las partes, para hacer las modificaciones adecuadas a sus modos de producción y recursos ambientales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero GEI. Durante la COP25, una Universidad de Estados Unidos, me preguntó junto con un grupo de activistas ambientales, ¿qué faltaba? ¿qué pasaba? Porqué las partes participantes no aplicaban de manera activa y medible los compromisos que adquirían en la cumbre, les comenté que las propuestas eran buenas y necesarias, pero necesitaban encontrar un mecanismo para operar en los países, la aplicación de los compromisos adquiridos en la COP, involucrando los tres sectores público, privado y social en la verificación del cumplimiento, de lo contrario los acuerdos seguirían quedándose hasta arriba de la pirámide sin que empresarios y sociedad conocieran y operaran su cumplimiento.

La última COP25, antes de la pandemia, fue improductiva para muchas naciones. No había cumplimiento de las propuestas, muchas partes sólo fueron por el dinero, pero no verificaban el cumplimiento, según pude sondear de entrevistas a personas de Guatemala, Colombia, Dominicana, Noruega, Finlandia, Inglaterra y España entre otros. Unos estaban tristes al final, otros enojados.

En 2010, entrevisté a Achim Steiner, entonces Secretario Adjunto de Naciones Unidas para cambio climático, -durante la COP16- hoy director administrativo del PNUD, quien me dijo, teníamos el conocimiento científico y tecnológico para detener el calentamien de la Tierra, pero faltaba voluntad y acciones para lograrlo, palabras semejantes a lo que me comentó Jaíme Cámara, de PetStar, en pasada charla.

Creo, como lo dije en la COP25, que necesitamos coordinar los 3 sectores. Gobierno y Sector privado conociendo las propuestas globales y planeando una operación coordinada con el sector social, el cual, mediante un cronograma específico, verificaría el cumplimiento de los compromisos, más halla de los intereses del gobierno en turno pero sí, con los intereses globales y nacionales, para mantener la vida en el planeta.

Cientos de ideas pasan por la mente, decidir que escribir cada semana habiendo tantos temas importantes para México y el mundo, meditar sobre ellos y compartir juntos las reflexiones es una etapa que me fascina, acelera el corazón pensar, ¿que puede ser útil? La pertinencia de los temas es fundamental, hay unos trascendentales para siempre y otros trascendentes al momento, pero todos son parte del pasado, presente y futuro y quizá, sólo quizá, esta breve meditación, aporte a nuestro futuro de manera positiva.

Uno de esos temas es el calentamiento de la Tierra, la ONU lo tiene como asunto prioritario y cada año realiza la Conferencia de las Partes COP, donde las naciones del mundo asumen compromisos industriales, tecnológicos, agrícolas, de movilidad, generación de electricidad, reducción de emisiones de CO2, bonos de carbono, reforestación, cuencas hidrológicas y muchos más, intentando reducir las emisiones de bióxido de carbono y detener el calentamiento global en menos de 2 grados centígrados, ya.

Para lograrlo, cada Nación firma sus compromisos nacionales de desarrollo NDCs, en los que acepta modificar los procesos arriba mencionados, reduciendo o eliminando las emisiones de carbono y restaurando el medio ambiente.

He tenido oportunidad de estar en la COP16 en México y la COP25 de Madrid, aún me falta dinero para acudir a la COP26 de Escocia, pero seguimos en la batalla. En ellas se discuten las necesidades de las partes, para hacer las modificaciones adecuadas a sus modos de producción y recursos ambientales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero GEI. Durante la COP25, una Universidad de Estados Unidos, me preguntó junto con un grupo de activistas ambientales, ¿qué faltaba? ¿qué pasaba? Porqué las partes participantes no aplicaban de manera activa y medible los compromisos que adquirían en la cumbre, les comenté que las propuestas eran buenas y necesarias, pero necesitaban encontrar un mecanismo para operar en los países, la aplicación de los compromisos adquiridos en la COP, involucrando los tres sectores público, privado y social en la verificación del cumplimiento, de lo contrario los acuerdos seguirían quedándose hasta arriba de la pirámide sin que empresarios y sociedad conocieran y operaran su cumplimiento.

La última COP25, antes de la pandemia, fue improductiva para muchas naciones. No había cumplimiento de las propuestas, muchas partes sólo fueron por el dinero, pero no verificaban el cumplimiento, según pude sondear de entrevistas a personas de Guatemala, Colombia, Dominicana, Noruega, Finlandia, Inglaterra y España entre otros. Unos estaban tristes al final, otros enojados.

En 2010, entrevisté a Achim Steiner, entonces Secretario Adjunto de Naciones Unidas para cambio climático, -durante la COP16- hoy director administrativo del PNUD, quien me dijo, teníamos el conocimiento científico y tecnológico para detener el calentamien de la Tierra, pero faltaba voluntad y acciones para lograrlo, palabras semejantes a lo que me comentó Jaíme Cámara, de PetStar, en pasada charla.

Creo, como lo dije en la COP25, que necesitamos coordinar los 3 sectores. Gobierno y Sector privado conociendo las propuestas globales y planeando una operación coordinada con el sector social, el cual, mediante un cronograma específico, verificaría el cumplimiento de los compromisos, más halla de los intereses del gobierno en turno pero sí, con los intereses globales y nacionales, para mantener la vida en el planeta.