/ martes 17 de agosto de 2021

Rescate Tierra | Tendencia mundial, no usar carbón

Cancelar todos los proyectos mundiales de carbón en curso, pidió en marzo el Secretario General de la ONU, Antonio Guterrez. Invitó a los países de la OCDE, de la cual México es miembro, a eliminar el uso de carbón para 2030 de sus procesos de generación de energía eléctrica. Tema que desde 2017, fue promovido por el Reino Unido UK y Canadá, formando la alianza Powering Past Coal, de la cual forman parte mas de 100 naciones.

La segunda recomendación que hizo, fue finalizar el financiamiento internacional, de las centrales de carbón y la tercera, poner en marcha un esfuerzo global, para lograr una transición justa, protegiendo a empleados, usuarios y empresas asociadas.

Poco se habla de ello, pero se espera que, en la COP26, las naciones integrantes de esos organismos, lleven sus compromisos firmados y un posible plan de acción. Y, las que no sean parte de la OCDE u otra organización de alto impacto internacional, se comprometan a reducir en 2040 el uso del carbón en sus procesos, hasta llegar a un tope del 80 por ciento en la reducción de emisiones globales.

El calentamiento global no es un mito. El daño que hemos hecho al planeta, costará muchos años de esfuerzo revertirlo y las próximas generaciones vivirán en un mundo inimaginable.

En México hay conciencia, con acción mínima. El tema del calentamiento global y su riesgo, se mantiene en el colectivo nacional, por el trabajo de las asociaciones ambientalistas y sus activistas, que no quitan el dedo del renglón y a regañadientes se avanza.

Sé que debe haber transición energética y en el proceso, proteger a los empleados de la CFE y de PEMEX, los cuales son de los mejor pagados y con buenas prestaciones en México. Quizá por ello, una alternativa para ambas empresas, es incursionar en la producción y uso de energías renovables y limpias, además de la producción de artículos de consumo. PEMEX, podría tener hidrogeneras en lugar de gasolineras y CFE, estaciones de recarga rápida, para vehículos eléctricos, dado que la tendencia a 20 años es, en Estados Unidos, tener un 25 por ciento de vehículos por hidrógeno, 25 por ciento eléctricos y el 50 por ciento restante, repartido entre híbridos y gasolina, gas o diésel. En Europa la apuesta va por el 90 por ciento de sus vehículos eléctricos, sea por celda de hidrógeno o pila, Ion Litio.

En México, espero, no sigamos retrasados en la actualización de vehículos y pretendamos mantener el uso del carbón y la gasolina a pesar del costo para la humanidad. Lo mismo que en el tema de la generación de energía eléctrica, donde el precio ya es muy elevado e impacta a las familias del país, cuyos sueldos siguen en estatus pre pandemia a pesar de la inflación y la usura, una combinación bomba, para reventar la estabilidad económica de los mexicanos.

Ignorar las recomendaciones de la ONU, en las condiciones de emergencia que hay en el mundo, retrasará la actualización de México, dañará a 7 mil 500 millones de seres humanos y nos empobrecerá, si selectivamente, protegemos sectores productivos y descuidamos en lo económico, a 130 millones de mexicanos.

Cancelar todos los proyectos mundiales de carbón en curso, pidió en marzo el Secretario General de la ONU, Antonio Guterrez. Invitó a los países de la OCDE, de la cual México es miembro, a eliminar el uso de carbón para 2030 de sus procesos de generación de energía eléctrica. Tema que desde 2017, fue promovido por el Reino Unido UK y Canadá, formando la alianza Powering Past Coal, de la cual forman parte mas de 100 naciones.

La segunda recomendación que hizo, fue finalizar el financiamiento internacional, de las centrales de carbón y la tercera, poner en marcha un esfuerzo global, para lograr una transición justa, protegiendo a empleados, usuarios y empresas asociadas.

Poco se habla de ello, pero se espera que, en la COP26, las naciones integrantes de esos organismos, lleven sus compromisos firmados y un posible plan de acción. Y, las que no sean parte de la OCDE u otra organización de alto impacto internacional, se comprometan a reducir en 2040 el uso del carbón en sus procesos, hasta llegar a un tope del 80 por ciento en la reducción de emisiones globales.

El calentamiento global no es un mito. El daño que hemos hecho al planeta, costará muchos años de esfuerzo revertirlo y las próximas generaciones vivirán en un mundo inimaginable.

En México hay conciencia, con acción mínima. El tema del calentamiento global y su riesgo, se mantiene en el colectivo nacional, por el trabajo de las asociaciones ambientalistas y sus activistas, que no quitan el dedo del renglón y a regañadientes se avanza.

Sé que debe haber transición energética y en el proceso, proteger a los empleados de la CFE y de PEMEX, los cuales son de los mejor pagados y con buenas prestaciones en México. Quizá por ello, una alternativa para ambas empresas, es incursionar en la producción y uso de energías renovables y limpias, además de la producción de artículos de consumo. PEMEX, podría tener hidrogeneras en lugar de gasolineras y CFE, estaciones de recarga rápida, para vehículos eléctricos, dado que la tendencia a 20 años es, en Estados Unidos, tener un 25 por ciento de vehículos por hidrógeno, 25 por ciento eléctricos y el 50 por ciento restante, repartido entre híbridos y gasolina, gas o diésel. En Europa la apuesta va por el 90 por ciento de sus vehículos eléctricos, sea por celda de hidrógeno o pila, Ion Litio.

En México, espero, no sigamos retrasados en la actualización de vehículos y pretendamos mantener el uso del carbón y la gasolina a pesar del costo para la humanidad. Lo mismo que en el tema de la generación de energía eléctrica, donde el precio ya es muy elevado e impacta a las familias del país, cuyos sueldos siguen en estatus pre pandemia a pesar de la inflación y la usura, una combinación bomba, para reventar la estabilidad económica de los mexicanos.

Ignorar las recomendaciones de la ONU, en las condiciones de emergencia que hay en el mundo, retrasará la actualización de México, dañará a 7 mil 500 millones de seres humanos y nos empobrecerá, si selectivamente, protegemos sectores productivos y descuidamos en lo económico, a 130 millones de mexicanos.