/ martes 3 de diciembre de 2019

Rescate Tierra | Tiempo de actuar… COP25


A las 11 horas del domingo 1 de diciembre y después de comprar y vender euros, porque había que documentar una maleta. Logré pasar a la sala de abordaje del avión. Entre susto y susto, provocado por la azafata que convocaba a los pasajeros con vos tronante, reflexionaba en las actividades que después de 13 horas de viaje emprendí, dado que en el horario español la llegada fue a las 6:30 horas del 2 de diciembre y la COP25 comenzó.

Varios amigos que habían programado su viaje no llegaron a la nueva sede, porque ni las aerolíneas, ni los hoteles les regresaron el pago para Chile.

La jornada a pesar de todo fue intensa, el calentamiento global no se detiene y es necesario definir las próximas acciones si los seres humanos queremos tener un planeta en donde vivir.

Comenzamos en la sesión con el grupo australiano a las 10, a las 12 sesión informativa del artículo 6, del Acuerdo de París, sobre mercados de carbono y pasos para obtener beneficios y cómo no tener una doble contabilidad de emisiones. A las 13 horas la equidad en la implementación del Acuerdo de París, después derechos indígenas, territorio y recursos, por la tarde agua y cambio climático y cerramos el día con tecnologías para la transformación y soporte de los países.

Son tantos los temas y las reuniones que sólo mencionó algunos. La sensibilidad de las naciones al calentamiento global crece cada día, junto con la necesidad de dirigir las acciones correctivas a los temas verdaderamente importantes, procurando que cada “parte” comprenda que no es un tema de moda política. No es para lucirse con acciones que poco aportarán a la reducción de la temperatura planetaria. No es una cacería de brujas, donde se sanciona al menos hábil o más frágil. Es la suma de esfuerzos, talentos, voluntades y conocimientos para detener la catástrofe global que hemos provocado con la explotación de los recursos de manera abusiva y una economía industrializada que piensa en el dinero, pero no en la conservación ni la sustentabilidad.

La seguridad en la COP, muy buena. Allí descubrí que alguien estaba usando el perfil de Jord Luum para acceder a los eventos, situación que fue corregida. Después, visité las oficinas de Estados Unidos, donde charlé con parte del equipo de Bloomberg, posteriormente me trasladé a la delegación alemana y la nórdica con representantes de Finlandia, Suecia y Noruega, transmitiendo vía streaming. Todos preocupados por el calentamiento de la Tierra, unos para proteger sus negocios ante las acciones propuestas que afectan la operación no sustentable de sus empresas. Otros, analizando su futuro ante el empobrecimiento que se espera con la desertificación de los suelos, los daños causados por el cambio climático, el incremento del nivel del mar y el peligro que representa para naciones como Cuba, Filipinas, Islas del Caribe y territorios continentales con ciudades asentadas en franjas costeras.

Uno de los principales problemas detectados en el cumplimiento de los Acuerdos de París, es la simulación de las partes ante las políticas públicas planteadas. Quienes se comprometieron a plantar árboles no lo están haciendo. La transición energética de las empresas avanza muy lentamente, el uso, fabricación y venta de vehículos híbridos está ralentizado por la plataforma comercial que pondera el uso de automotores a gasolina.

La preocupación es grande, el futuro incierto y las frases ingeniosas no garantizan el cambio de conducta en los más de 7 mil 500 millones de habitantes del planeta que habitan en más de 190 países. “Es tiempo de actuar”… Sin simulaciones, agregaría.

Licenciado en Comunicación egresado de la UAEM

YOUTUBE: Jord Luum

Twitter: @pedrogmez

Facebook: pedro.gomez.7509


A las 11 horas del domingo 1 de diciembre y después de comprar y vender euros, porque había que documentar una maleta. Logré pasar a la sala de abordaje del avión. Entre susto y susto, provocado por la azafata que convocaba a los pasajeros con vos tronante, reflexionaba en las actividades que después de 13 horas de viaje emprendí, dado que en el horario español la llegada fue a las 6:30 horas del 2 de diciembre y la COP25 comenzó.

Varios amigos que habían programado su viaje no llegaron a la nueva sede, porque ni las aerolíneas, ni los hoteles les regresaron el pago para Chile.

La jornada a pesar de todo fue intensa, el calentamiento global no se detiene y es necesario definir las próximas acciones si los seres humanos queremos tener un planeta en donde vivir.

Comenzamos en la sesión con el grupo australiano a las 10, a las 12 sesión informativa del artículo 6, del Acuerdo de París, sobre mercados de carbono y pasos para obtener beneficios y cómo no tener una doble contabilidad de emisiones. A las 13 horas la equidad en la implementación del Acuerdo de París, después derechos indígenas, territorio y recursos, por la tarde agua y cambio climático y cerramos el día con tecnologías para la transformación y soporte de los países.

Son tantos los temas y las reuniones que sólo mencionó algunos. La sensibilidad de las naciones al calentamiento global crece cada día, junto con la necesidad de dirigir las acciones correctivas a los temas verdaderamente importantes, procurando que cada “parte” comprenda que no es un tema de moda política. No es para lucirse con acciones que poco aportarán a la reducción de la temperatura planetaria. No es una cacería de brujas, donde se sanciona al menos hábil o más frágil. Es la suma de esfuerzos, talentos, voluntades y conocimientos para detener la catástrofe global que hemos provocado con la explotación de los recursos de manera abusiva y una economía industrializada que piensa en el dinero, pero no en la conservación ni la sustentabilidad.

La seguridad en la COP, muy buena. Allí descubrí que alguien estaba usando el perfil de Jord Luum para acceder a los eventos, situación que fue corregida. Después, visité las oficinas de Estados Unidos, donde charlé con parte del equipo de Bloomberg, posteriormente me trasladé a la delegación alemana y la nórdica con representantes de Finlandia, Suecia y Noruega, transmitiendo vía streaming. Todos preocupados por el calentamiento de la Tierra, unos para proteger sus negocios ante las acciones propuestas que afectan la operación no sustentable de sus empresas. Otros, analizando su futuro ante el empobrecimiento que se espera con la desertificación de los suelos, los daños causados por el cambio climático, el incremento del nivel del mar y el peligro que representa para naciones como Cuba, Filipinas, Islas del Caribe y territorios continentales con ciudades asentadas en franjas costeras.

Uno de los principales problemas detectados en el cumplimiento de los Acuerdos de París, es la simulación de las partes ante las políticas públicas planteadas. Quienes se comprometieron a plantar árboles no lo están haciendo. La transición energética de las empresas avanza muy lentamente, el uso, fabricación y venta de vehículos híbridos está ralentizado por la plataforma comercial que pondera el uso de automotores a gasolina.

La preocupación es grande, el futuro incierto y las frases ingeniosas no garantizan el cambio de conducta en los más de 7 mil 500 millones de habitantes del planeta que habitan en más de 190 países. “Es tiempo de actuar”… Sin simulaciones, agregaría.

Licenciado en Comunicación egresado de la UAEM

YOUTUBE: Jord Luum

Twitter: @pedrogmez

Facebook: pedro.gomez.7509