/ martes 9 de noviembre de 2021

Rescate Tierra | Toluca, ciudad de Vallas y Hoyos


La Plaza González Arratia esta cercada. El la gente debe rodear su andador, el círculo de eventos, su kiosko y los jardines. La exposición gráfica en los gabinetes se pierde. Meses atrás la Plaza de los Mártires estaba vallada. La cámara de diputados, Tribunal superior y el perímetro del Palacio Municipal, también. Aunque en Palacio, el cerco continúa

Platiqué con un policía sobre el tema, me comentó que originalmente se valló, por las feministas que destruyen todo y ellos tienen órdenes de no intervenir, después, continuó el vallado por la enfermedad y actualmente por los ambulantes, quienes con sus líderes van apropiándose de espacios públicos, sólo tienen que pagar piso a sus líderes, unos doscientos pesos base, y los jefes van escogiendo que lugares invadir y cuales desocupar, -aunque algunos parecen permanentes- como es el caso de la zona terminal – mercado, que tanto esfuerzo costó recuperar, el 16 de octubre de 2006, para volver a ser invadida, sin que la autoridad exija el respeto del espacio.

Es claro que el comercio ambulante obedece a la necesidad que hay de comer, pagar casa, vestido, escuela, médico. Sin trabajo, muchas familias migraron a la economía informal para subsistir, algunos a la delincuencia e incluso la prostitución y aunque no es justa la manera en que sobreviven, la necesidad los arrojó a las calles, haciéndolos presa de algunos personajes que abusan de ellos, condicionando su trabajo y horarios, cual dueños del espacio público.

Otro asunto es el de los agujeros en las calles y banquetas. La ciudad esta llena de trampas peatonales y vehiculares, las banquetas están rotas, desniveladas, llenas de árboles que obstruyen el paso, rompen el concreto, cimientos de casas y obligan a bajarse al arroyo vehicular, con riesgo de ser atropellado. Hay tornillos para tropezar, puntas de acero en los bordes de puertas y ventanas, con riesgo de rozar alguno de ellos y salir lastimado. El parque al lado del edificio de Rectoría, con adornos de herrería rotos, haciendo peligrar a los paseantes. El asfalto de Pino Suarez y Juan Alvarez, con sus hoyos cada vez más anchos y profundos, ya cobró la vida de una centena de neumáticos y rines, haciendo maniobrar con riesgo a los automovilistas que los evitan y así, por toda la ciudad, la población espera.

Falta mes y algunos días, para que Raymundo Carbajal, tome posesión del gobierno municipal y herede los problemas de las vallas, los ambulantes, los hoyos de las calles y la deforestación del Nevado, amenazando a la Capital Choricera y municipios aledaños con la carencia de agua.

Ningún gobierno tiene fácil su trabajo, son muchas las variables que aceleran o detienen el trabajo de la administración pública, la presión de los grupos políticos, la falta de recursos, la delincuencia, la falta de empleo y servicios, la deuda y la dependencia federal o estatal ante la necesidad de recursos.

Los problemas allí están, esperemos las acciones y los resultados.


La Plaza González Arratia esta cercada. El la gente debe rodear su andador, el círculo de eventos, su kiosko y los jardines. La exposición gráfica en los gabinetes se pierde. Meses atrás la Plaza de los Mártires estaba vallada. La cámara de diputados, Tribunal superior y el perímetro del Palacio Municipal, también. Aunque en Palacio, el cerco continúa

Platiqué con un policía sobre el tema, me comentó que originalmente se valló, por las feministas que destruyen todo y ellos tienen órdenes de no intervenir, después, continuó el vallado por la enfermedad y actualmente por los ambulantes, quienes con sus líderes van apropiándose de espacios públicos, sólo tienen que pagar piso a sus líderes, unos doscientos pesos base, y los jefes van escogiendo que lugares invadir y cuales desocupar, -aunque algunos parecen permanentes- como es el caso de la zona terminal – mercado, que tanto esfuerzo costó recuperar, el 16 de octubre de 2006, para volver a ser invadida, sin que la autoridad exija el respeto del espacio.

Es claro que el comercio ambulante obedece a la necesidad que hay de comer, pagar casa, vestido, escuela, médico. Sin trabajo, muchas familias migraron a la economía informal para subsistir, algunos a la delincuencia e incluso la prostitución y aunque no es justa la manera en que sobreviven, la necesidad los arrojó a las calles, haciéndolos presa de algunos personajes que abusan de ellos, condicionando su trabajo y horarios, cual dueños del espacio público.

Otro asunto es el de los agujeros en las calles y banquetas. La ciudad esta llena de trampas peatonales y vehiculares, las banquetas están rotas, desniveladas, llenas de árboles que obstruyen el paso, rompen el concreto, cimientos de casas y obligan a bajarse al arroyo vehicular, con riesgo de ser atropellado. Hay tornillos para tropezar, puntas de acero en los bordes de puertas y ventanas, con riesgo de rozar alguno de ellos y salir lastimado. El parque al lado del edificio de Rectoría, con adornos de herrería rotos, haciendo peligrar a los paseantes. El asfalto de Pino Suarez y Juan Alvarez, con sus hoyos cada vez más anchos y profundos, ya cobró la vida de una centena de neumáticos y rines, haciendo maniobrar con riesgo a los automovilistas que los evitan y así, por toda la ciudad, la población espera.

Falta mes y algunos días, para que Raymundo Carbajal, tome posesión del gobierno municipal y herede los problemas de las vallas, los ambulantes, los hoyos de las calles y la deforestación del Nevado, amenazando a la Capital Choricera y municipios aledaños con la carencia de agua.

Ningún gobierno tiene fácil su trabajo, son muchas las variables que aceleran o detienen el trabajo de la administración pública, la presión de los grupos políticos, la falta de recursos, la delincuencia, la falta de empleo y servicios, la deuda y la dependencia federal o estatal ante la necesidad de recursos.

Los problemas allí están, esperemos las acciones y los resultados.