/ sábado 11 de enero de 2020

Resignificado de los DDHH | Camino de la paz y la no violencia

“La paz no es la ausencia de guerra, es una virtud, un estado de la mente, una disposición a la benevolencia, la confianza y la justicia.”

Baruch Spinoza.


Uno de los pilares sobre los que descansa la defensa y la protección de los derechos humanos es la paz, el entorno que permite a las personas desarrollarse plenamente, detonar sus potencialidades y vivir libres de miedo, conflictos y violencia.

La paz es el máximo anhelo de la humanidad y las naciones, es el epicentro de la Carta de las Naciones Unidas, documento que llama a los países a proteger a las generaciones venideras del flagelo de la guerra y a ratificar la fe en los derechos fundamentales y el valor de la persona.

En el complejo entorno mundial en que vivimos y ante las grandes encrucijadas que enfrenta la humanidad, como el racismo, la crisis ambiental o la guerra, todas las naciones deben esforzarse para alejar los tiempos de terror, para evitar que los conflictos armados estallen; las diferencias se resuelven con el diálogo y no mediante el uso de armas letales, por ello la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México se suma al llamado del Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres de reiniciar el diálogo y la cooperación internacional, sobre todo entre aquellas que viven tensiones políticas y militares.

Los conflictos entre países, sin duda, aumentan la desesperanza en el mundo, no obstante los problemas domésticos de cada nación o región, los conflictos armados generan lamentables pérdidas humanas, familias desintegradas, problemas económicos muy serios, hambre, desabasto y ello aumenta la tensión en toda la humanidad. En ese orden de ideas, desde la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México suscribimos las declaraciones del secretario general de la ONU sobre retomar los principios y preceptos de la Carta de las Naciones Unidas como una columna vertebral de la relación entre naciones.

Más allá de los daños materiales que puedan dejar los conflictos bélicos, este tipo de eventos afectan profundamente aspectos psicosociales de los pueblos que quedan en medio de las hostilidades. Leamos, releamos y memoricemos las palabras de la poeta madrileña Ana Merino, “van a tener que aprender a convivir y a escuchar…deben dejar las emociones y trabajar para el bien de todos, la humanidad”.

Es prioritario que las naciones tejan relaciones pacíficas y amistosas, la humanidad no puede transitar esta década en medio de conflictos y violencia, recurramos al diálogo y a la unidad, por delante tenemos una larga lista de problemáticas por resolver. Lo más importante es que cada uno desde nuestra trinchera, en la vida cotidiana, podemos contribuir a la paz, si la entendemos no sólo como la ausencia de guerra, sino como la resolución pacífica de los conflictos, la prevalencia de la solidaridad, la empatía y por encima de todo el respeto por nosotros mismos, nuestros congéneres y nuestro mundo.

Trabajemos juntos en la solución de los conflictos y la tolerancia a nuestras diferencias, merecemos un futuro de armonía, paz y prosperidad.

Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México.

FB y Tw: @JorgeOlveraG

“La paz no es la ausencia de guerra, es una virtud, un estado de la mente, una disposición a la benevolencia, la confianza y la justicia.”

Baruch Spinoza.


Uno de los pilares sobre los que descansa la defensa y la protección de los derechos humanos es la paz, el entorno que permite a las personas desarrollarse plenamente, detonar sus potencialidades y vivir libres de miedo, conflictos y violencia.

La paz es el máximo anhelo de la humanidad y las naciones, es el epicentro de la Carta de las Naciones Unidas, documento que llama a los países a proteger a las generaciones venideras del flagelo de la guerra y a ratificar la fe en los derechos fundamentales y el valor de la persona.

En el complejo entorno mundial en que vivimos y ante las grandes encrucijadas que enfrenta la humanidad, como el racismo, la crisis ambiental o la guerra, todas las naciones deben esforzarse para alejar los tiempos de terror, para evitar que los conflictos armados estallen; las diferencias se resuelven con el diálogo y no mediante el uso de armas letales, por ello la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México se suma al llamado del Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres de reiniciar el diálogo y la cooperación internacional, sobre todo entre aquellas que viven tensiones políticas y militares.

Los conflictos entre países, sin duda, aumentan la desesperanza en el mundo, no obstante los problemas domésticos de cada nación o región, los conflictos armados generan lamentables pérdidas humanas, familias desintegradas, problemas económicos muy serios, hambre, desabasto y ello aumenta la tensión en toda la humanidad. En ese orden de ideas, desde la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México suscribimos las declaraciones del secretario general de la ONU sobre retomar los principios y preceptos de la Carta de las Naciones Unidas como una columna vertebral de la relación entre naciones.

Más allá de los daños materiales que puedan dejar los conflictos bélicos, este tipo de eventos afectan profundamente aspectos psicosociales de los pueblos que quedan en medio de las hostilidades. Leamos, releamos y memoricemos las palabras de la poeta madrileña Ana Merino, “van a tener que aprender a convivir y a escuchar…deben dejar las emociones y trabajar para el bien de todos, la humanidad”.

Es prioritario que las naciones tejan relaciones pacíficas y amistosas, la humanidad no puede transitar esta década en medio de conflictos y violencia, recurramos al diálogo y a la unidad, por delante tenemos una larga lista de problemáticas por resolver. Lo más importante es que cada uno desde nuestra trinchera, en la vida cotidiana, podemos contribuir a la paz, si la entendemos no sólo como la ausencia de guerra, sino como la resolución pacífica de los conflictos, la prevalencia de la solidaridad, la empatía y por encima de todo el respeto por nosotros mismos, nuestros congéneres y nuestro mundo.

Trabajemos juntos en la solución de los conflictos y la tolerancia a nuestras diferencias, merecemos un futuro de armonía, paz y prosperidad.

Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México.

FB y Tw: @JorgeOlveraG

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