/ sábado 9 de enero de 2021

Resignificado de los DDHH | No hay futuro sin solidaridad

Se preguntaba el filósofo Aristóteles: “¿Cuál es la esencia de la vida?...”, con seriedad y responsabilidad me atrevo a responder que la vida humana encuentra parte primordial de su esencia en la capacidad de actuar con solidaridad.

El ser humano ha de vivir para sumar, aportar, colaborar y obrar en bien de los demás. No podremos encontrar la paz ni la prosperidad sin el bienestar de la otra persona, porque la humanidad de cada uno, de cada una, se une indefectiblemente a la de la colectividad.

Hoy propongo a mi familia, a mis amigos y amigas, a mis compañeros defensores y defensoras de la dignidad humana, a mis lectores, a ser siempre solidarios y a sembrar este valor por doquier; este es uno de los principales deberes humanos, pues como lo expresó José Martí “…no sólo es parte del deber, sino de la felicidad”.

El mundo no tiene otra opción. Ante un entorno de resquebrajamiento social y personal, no podemos perpetuar el egoísmo ni el afán acaparador que solo lleva a la división, al enfrentamiento, al resentimiento. Tenemos que iniciar una reconstrucción a través de la empatía, la cooperación, el apoyo mutuo y la unidad. Avivemos la voluntad de vivir en solidaridad.

La humanidad no tendrá futuro si no toma la decisión fundamental de apoyo y respaldo para todas y todos. Si usted, lector, lectora, tiene la oportunidad de hacer algo por otra persona, hágalo, ya el dicho popular dice que cuando das uno (lo que sea), la vida te regresa dos; actuemos con más ímpetu a favor de quienes sufren abuso, de quienes han sido afectados en sus libertades o enfrentan desventajas, exclusión, discriminación y ven minada su dignidad.

No son tiempos de caprichos, indolencia ni de apartarse ante lo que sucede a las demás personas. No podemos permanecer amurallados en nuestras ideas y propósitos. Asumamos que al ser miembros de la comunidad y de la humanidad toda, tenemos el deber de actuar proactivamente. Si cada uno hace lo que le corresponde podemos cambiar de un momento a otro esa realidad que lastima a tantas y tantas personas, familias y comunidades que enfrentan la desigualdad y la injusticia.

Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México

Fb y Tw: @JorgeOlveraG

Se preguntaba el filósofo Aristóteles: “¿Cuál es la esencia de la vida?...”, con seriedad y responsabilidad me atrevo a responder que la vida humana encuentra parte primordial de su esencia en la capacidad de actuar con solidaridad.

El ser humano ha de vivir para sumar, aportar, colaborar y obrar en bien de los demás. No podremos encontrar la paz ni la prosperidad sin el bienestar de la otra persona, porque la humanidad de cada uno, de cada una, se une indefectiblemente a la de la colectividad.

Hoy propongo a mi familia, a mis amigos y amigas, a mis compañeros defensores y defensoras de la dignidad humana, a mis lectores, a ser siempre solidarios y a sembrar este valor por doquier; este es uno de los principales deberes humanos, pues como lo expresó José Martí “…no sólo es parte del deber, sino de la felicidad”.

El mundo no tiene otra opción. Ante un entorno de resquebrajamiento social y personal, no podemos perpetuar el egoísmo ni el afán acaparador que solo lleva a la división, al enfrentamiento, al resentimiento. Tenemos que iniciar una reconstrucción a través de la empatía, la cooperación, el apoyo mutuo y la unidad. Avivemos la voluntad de vivir en solidaridad.

La humanidad no tendrá futuro si no toma la decisión fundamental de apoyo y respaldo para todas y todos. Si usted, lector, lectora, tiene la oportunidad de hacer algo por otra persona, hágalo, ya el dicho popular dice que cuando das uno (lo que sea), la vida te regresa dos; actuemos con más ímpetu a favor de quienes sufren abuso, de quienes han sido afectados en sus libertades o enfrentan desventajas, exclusión, discriminación y ven minada su dignidad.

No son tiempos de caprichos, indolencia ni de apartarse ante lo que sucede a las demás personas. No podemos permanecer amurallados en nuestras ideas y propósitos. Asumamos que al ser miembros de la comunidad y de la humanidad toda, tenemos el deber de actuar proactivamente. Si cada uno hace lo que le corresponde podemos cambiar de un momento a otro esa realidad que lastima a tantas y tantas personas, familias y comunidades que enfrentan la desigualdad y la injusticia.

Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México

Fb y Tw: @JorgeOlveraG