/ domingo 17 de febrero de 2019

Resignificado de los Derecho Humanos

Animales, seres vivos con derechos

El ser humano ha sido capaz de desarrollarse y hacerse de comodidades a costa de los recursos naturales y muy en particular de la biodiversidad.

Tarde hemos comprendido que las otras especies animales tienen la misma relevancia que nosotros y que nuestras ventajas intelectuales deben usarse en beneficio del planeta y de quienes lo habitan.

Reconocer realmente los derechos de los animales no humanos es una cuenta pendiente de la sociedad moderna, pues a poco más de 40 años de la Declaración Universal de los Derechos del Animal, aún son comunes las conductas que los someten a vivir en condiciones de maltrato.

En la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México coincidimos con la legislatura local: los animales son seres sintientes, tienen derechos y éstos tienen que ser respetados.

Saludamos la aprobación unánime de tal iniciativa por parte de las Comisiones Unidas de Gobernación y Puntos Constitucionales y de Protección Ambiental y Cambio climático de la LX Legislatura de la entidad, cuyo dictamen aún tiene que pasar al pleno.

La propuesta de reforma al artículo 18 de la Constitución local busca establecer que toda persona tiene un deber ético y la obligación jurídica de mantener siempre una tutela responsable de los animales que adquiere o adopta, de no abandonarlos, no tratarlos cruelmente y respetar siempre su integridad y su vida; esos son derechos de los animales.

Sí, ellos tienen derecho a ser respetados, bien tratados, a no ser explotados ni padecer sufrimientos físicos ni sicológicos; y si por alguna circunstancia fuera necesaria su muerte, ésta debe ser instantánea, indolora y no generadora de angustia, pues la muerte sin necesidad del animal es un biocidio, un crimen contra la vida.

Es un hecho que las mascotas se integran a la vida de las familias y de la sociedad. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señalan que 70 de cada 100 hogares mexicanos tienen mascotas, las cuales suelen ser consideradas como un miembro más; sin embargo, a menudo son víctimas de conductas delictuosas, que al final siempre resultan brutales ante la indefensión en que generalmente se encuentran.

Los animales de compañía necesitan cuidado y protección; ellos dependen de las personas para tener alimento, cobijo y una vida de bienestar. Es su derecho.

En la defensoría mexiquense nos sumamos a las voces de organizaciones protectoras de animales para exigir el reconocimiento de su sensibilidad, de su función en una familia y de la responsabilidad que a cada quien corresponde para que vivan sin sufrimiento.

Tenemos que construir un mundo sustentable, y en esta búsqueda todos tenemos que ser proactivos, sumar cada uno desde nuestras trincheras para garantizar el derecho de todos a la ciudad, a un medio ambiente sano y ecológicamente equilibrado.

Respetemos los derechos de todo ser vivo, cuidemos la tierra, el aire y el agua, nuestra casa. Erradiquemos el maltrato animal fomentando una cultura de respeto y generando ambientes armónicos de convivencia entre humanos y animales, con base en la tenencia responsable, que habrá de redundar en la reducción de animales abandonados y en situación de calle.

Animales, seres vivos con derechos

El ser humano ha sido capaz de desarrollarse y hacerse de comodidades a costa de los recursos naturales y muy en particular de la biodiversidad.

Tarde hemos comprendido que las otras especies animales tienen la misma relevancia que nosotros y que nuestras ventajas intelectuales deben usarse en beneficio del planeta y de quienes lo habitan.

Reconocer realmente los derechos de los animales no humanos es una cuenta pendiente de la sociedad moderna, pues a poco más de 40 años de la Declaración Universal de los Derechos del Animal, aún son comunes las conductas que los someten a vivir en condiciones de maltrato.

En la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México coincidimos con la legislatura local: los animales son seres sintientes, tienen derechos y éstos tienen que ser respetados.

Saludamos la aprobación unánime de tal iniciativa por parte de las Comisiones Unidas de Gobernación y Puntos Constitucionales y de Protección Ambiental y Cambio climático de la LX Legislatura de la entidad, cuyo dictamen aún tiene que pasar al pleno.

La propuesta de reforma al artículo 18 de la Constitución local busca establecer que toda persona tiene un deber ético y la obligación jurídica de mantener siempre una tutela responsable de los animales que adquiere o adopta, de no abandonarlos, no tratarlos cruelmente y respetar siempre su integridad y su vida; esos son derechos de los animales.

Sí, ellos tienen derecho a ser respetados, bien tratados, a no ser explotados ni padecer sufrimientos físicos ni sicológicos; y si por alguna circunstancia fuera necesaria su muerte, ésta debe ser instantánea, indolora y no generadora de angustia, pues la muerte sin necesidad del animal es un biocidio, un crimen contra la vida.

Es un hecho que las mascotas se integran a la vida de las familias y de la sociedad. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señalan que 70 de cada 100 hogares mexicanos tienen mascotas, las cuales suelen ser consideradas como un miembro más; sin embargo, a menudo son víctimas de conductas delictuosas, que al final siempre resultan brutales ante la indefensión en que generalmente se encuentran.

Los animales de compañía necesitan cuidado y protección; ellos dependen de las personas para tener alimento, cobijo y una vida de bienestar. Es su derecho.

En la defensoría mexiquense nos sumamos a las voces de organizaciones protectoras de animales para exigir el reconocimiento de su sensibilidad, de su función en una familia y de la responsabilidad que a cada quien corresponde para que vivan sin sufrimiento.

Tenemos que construir un mundo sustentable, y en esta búsqueda todos tenemos que ser proactivos, sumar cada uno desde nuestras trincheras para garantizar el derecho de todos a la ciudad, a un medio ambiente sano y ecológicamente equilibrado.

Respetemos los derechos de todo ser vivo, cuidemos la tierra, el aire y el agua, nuestra casa. Erradiquemos el maltrato animal fomentando una cultura de respeto y generando ambientes armónicos de convivencia entre humanos y animales, con base en la tenencia responsable, que habrá de redundar en la reducción de animales abandonados y en situación de calle.

ÚLTIMASCOLUMNAS