/ miércoles 11 de abril de 2018

Subrayando


Patrimonio de los toluqueños

¿Por qué es importante atender y no dejar impune el robo de placas históricas y de los monumentos toluqueños?, porque son propiedad de los toluqueños, porque son patrimonio cultural de los habitantes de Toluca, porque recuerdan la historia de nuestra tierra y de los personajes que la forjaron. Y conocer sus raíces seguramente enriquecerá la identidad, el respeto y el compromiso para mejorarla.

Como cada persona, también las cosas tienen su historia, en la ciudad, cada casa, cada edificio público, cada jardín, cada comercio tiene algo que contar y siempre hay un personaje o personajes que impulsaron su creación y le dieron vida.

El que se roben las placas o las estatuas. El que las maltraten o las destruyan, no sólo es producto de la incultura, de la maldad, de la ociosidad, del rencor social, de la envidia política, sino también de la ambición económica, o de la necesidad de subsistencia diaria. Esos son algunos de los motivos por los que se daña a la ciudad.

Hace algunos años don Mario Colín, historiador y personaje destacado de la cultura nacional, impulsó la colocación de placas alusivas a hechos y datos históricos en cada uno de los municipios de la entidad, atrás de cada placa estaba una historia de heroísmo, de sacrificio, de entrega, en resumen de bien para todos los toluqueños.

Cada vez que se leía el nombre o el acontecimiento señalado en la placa, se aprendía historia, se despertaba la curiosidad por conocer más del personaje aludido y así se iba queriendo más a la ciudad, y se fortalecía el espíritu de superación y el afán de mejorar lo realizado años atrás.

Ahora ante el descuido, la impunidad y la desidia, sólo estamos reflejando incultura y desprecio, (además de inseguridad) a los que heredaron lo bueno, los que nos antecedieron. Se tendrá que pensar en placas de piedra incrustadas en la pared, como hacían desde hace 2000 años, regresando al pasado en vez de avanzar al futuro.

Ojalá que la impunidad no sea la que triunfe sobre el delito que cometen los que roban y que sólo ven los metales de los que están hechas las placas, sin valorar lo que significan para la ciudad y para las diferentes generaciones de toluqueños.


Patrimonio de los toluqueños

¿Por qué es importante atender y no dejar impune el robo de placas históricas y de los monumentos toluqueños?, porque son propiedad de los toluqueños, porque son patrimonio cultural de los habitantes de Toluca, porque recuerdan la historia de nuestra tierra y de los personajes que la forjaron. Y conocer sus raíces seguramente enriquecerá la identidad, el respeto y el compromiso para mejorarla.

Como cada persona, también las cosas tienen su historia, en la ciudad, cada casa, cada edificio público, cada jardín, cada comercio tiene algo que contar y siempre hay un personaje o personajes que impulsaron su creación y le dieron vida.

El que se roben las placas o las estatuas. El que las maltraten o las destruyan, no sólo es producto de la incultura, de la maldad, de la ociosidad, del rencor social, de la envidia política, sino también de la ambición económica, o de la necesidad de subsistencia diaria. Esos son algunos de los motivos por los que se daña a la ciudad.

Hace algunos años don Mario Colín, historiador y personaje destacado de la cultura nacional, impulsó la colocación de placas alusivas a hechos y datos históricos en cada uno de los municipios de la entidad, atrás de cada placa estaba una historia de heroísmo, de sacrificio, de entrega, en resumen de bien para todos los toluqueños.

Cada vez que se leía el nombre o el acontecimiento señalado en la placa, se aprendía historia, se despertaba la curiosidad por conocer más del personaje aludido y así se iba queriendo más a la ciudad, y se fortalecía el espíritu de superación y el afán de mejorar lo realizado años atrás.

Ahora ante el descuido, la impunidad y la desidia, sólo estamos reflejando incultura y desprecio, (además de inseguridad) a los que heredaron lo bueno, los que nos antecedieron. Se tendrá que pensar en placas de piedra incrustadas en la pared, como hacían desde hace 2000 años, regresando al pasado en vez de avanzar al futuro.

Ojalá que la impunidad no sea la que triunfe sobre el delito que cometen los que roban y que sólo ven los metales de los que están hechas las placas, sin valorar lo que significan para la ciudad y para las diferentes generaciones de toluqueños.