/ miércoles 18 de abril de 2018

Subrayando


La Universidad Autónoma del Estado de México pone el ejemplo

El rector de la UAEM, Dr. en D. Alfredo Barrera Baca, inauguró la primera Sala de Lactancia Universitaria, espacio digno, higiénico, agradable, en donde las madres de familia estudiantes y personal de la universidad, podrán amamantar si es que están con sus bebé, o extraer la leche materna, guardarla en el refrigerador de la sala de lactancia y llevarse la leche materna a su casa para que su hijo reciba los beneficios, mientras ella estudia o trabaja.

No fue casual que precisamente en el auditorio “Juana de Asbaje” de la Biblioteca Central de la Universidad se desarrollara el evento principal de inauguración de las Instalaciones de Equidad y Género, así como de la Sala de Lactancia, precisamente a 423 años de la muerte de Sor Juana Inés de la Cruz, la mujer más distinguida a nivel mundial por su talento literario y por su valentía en la defensa de los derechos de las mujeres, no sólo al estudio sino también a ser respetados sus derechos humanos.

Nuestra Universidad, no sólo en el estado, sino a nivel Nacional, pone el ejemplo, instalando la primera Sala de Lactancia, abre sus puertas ofreciendo un nuevo servicio a las madres de familia, estudiantes y trabajadoras universitarias, y como dijo el rector, se abrirán 20 Salas de Lactancia más para acercar el servicio en todos los rincones universitarios.

Entre las justificaciones para instalar la Sala de Lactancia, está la de Angélica Rosales, madre trabajadora universitaria que dijo: “Quiero compartirles que cuando nos convertimos en madres y trabajamos o estudiamos, entonces tenemos necesidades distintas a nuestras compañeras”.

Y siguió diciendo: ”Pensar en la experiencia desagradable que ha sido para muchas de nosotras la extracción de la leche materna en baños, poco o nada higiénicos, o en su caso, si bien nos va, en cubículos, salones u oficinas, a expensas de que algún compañero o compañera pueda entrar e incomodarle la práctica, resulta ser una experiencia incómoda, por eso la inauguración de la sala de lactancia nos alienta como universitarias a conciliar la maternidad con nuestro ámbito laboral y estudiar”.


La Universidad Autónoma del Estado de México pone el ejemplo

El rector de la UAEM, Dr. en D. Alfredo Barrera Baca, inauguró la primera Sala de Lactancia Universitaria, espacio digno, higiénico, agradable, en donde las madres de familia estudiantes y personal de la universidad, podrán amamantar si es que están con sus bebé, o extraer la leche materna, guardarla en el refrigerador de la sala de lactancia y llevarse la leche materna a su casa para que su hijo reciba los beneficios, mientras ella estudia o trabaja.

No fue casual que precisamente en el auditorio “Juana de Asbaje” de la Biblioteca Central de la Universidad se desarrollara el evento principal de inauguración de las Instalaciones de Equidad y Género, así como de la Sala de Lactancia, precisamente a 423 años de la muerte de Sor Juana Inés de la Cruz, la mujer más distinguida a nivel mundial por su talento literario y por su valentía en la defensa de los derechos de las mujeres, no sólo al estudio sino también a ser respetados sus derechos humanos.

Nuestra Universidad, no sólo en el estado, sino a nivel Nacional, pone el ejemplo, instalando la primera Sala de Lactancia, abre sus puertas ofreciendo un nuevo servicio a las madres de familia, estudiantes y trabajadoras universitarias, y como dijo el rector, se abrirán 20 Salas de Lactancia más para acercar el servicio en todos los rincones universitarios.

Entre las justificaciones para instalar la Sala de Lactancia, está la de Angélica Rosales, madre trabajadora universitaria que dijo: “Quiero compartirles que cuando nos convertimos en madres y trabajamos o estudiamos, entonces tenemos necesidades distintas a nuestras compañeras”.

Y siguió diciendo: ”Pensar en la experiencia desagradable que ha sido para muchas de nosotras la extracción de la leche materna en baños, poco o nada higiénicos, o en su caso, si bien nos va, en cubículos, salones u oficinas, a expensas de que algún compañero o compañera pueda entrar e incomodarle la práctica, resulta ser una experiencia incómoda, por eso la inauguración de la sala de lactancia nos alienta como universitarias a conciliar la maternidad con nuestro ámbito laboral y estudiar”.