/ miércoles 8 de agosto de 2018

Subrayando


La veintiunilla

Hace unos días que se conmemoró un aniversario más de la muerte de Benito Pablo Juárez García; recordé que desde años oí decir una versión sobre la muerte de tan destacado personaje, no sé si sea leyenda o no, pero la comparto.

Cuando el general Miguel Miramón llegó a Querétaro para defender el imperio de Maximiliano, soldados que lo acompañaban corrían la misma suerte al enfrentarse a los soldados de Juárez, algunos cayeron prisioneros y fueron fusilados, antes que el general Miramón, Maximiliano y el general Tomás Mejía fueran también fusilados en el “Cerro de las Campanas” de Querétaro.

Uno de los soldados que defendía el Imperio y fue fusilado, por esos días se iba a casar, todo estaba preparado, pero la muerte del soldado dejó a la novia sola, resentida y con mucho odio hacia Benito Juárez.

La mujer (Leonarda Martínez, alias “la Carambada”) trazó un plan para matar al que le había quitado el amor de su vida. Fue a pedir trabajo en la casa donde vivía Juárez, fácilmente lo encontró, pues tenía numerosas dotes. Al convertirse en “fiel” asistente, conoció todos los movimientos del presidente Juárez, su rutina diaria, sobre todo en lo referente a la alimentación. (El presidente ya era viudo).

La mujer contactó a una hierbera y le preguntó sobre hierbas “asesinas” y sus efectos. Había una hierba que crecía fácilmente en los estados de Querétaro, Puebla e Hidalgo.

Una hierba, con florecillas de color rojo y amarillo, que se usaba en pequeñas dosis para “amarrar” maridos, pero que en dosis diaria (solo unas gotas en cualquier bebida) durante veintiún días, producía la muerte, muerte que aparentaba ser natural, ningún estudio podía descubrir la causa real, esa hierba era la Veintiunilla (planta con alto contenido de oxalatos).

Y el 18 de julio de 1872, muere don Benito Juárez en la Ciudad de México, y según lo señalado en su acta de defunción, la causa de la muerte fue: infarto agudo del miocardio.


La veintiunilla

Hace unos días que se conmemoró un aniversario más de la muerte de Benito Pablo Juárez García; recordé que desde años oí decir una versión sobre la muerte de tan destacado personaje, no sé si sea leyenda o no, pero la comparto.

Cuando el general Miguel Miramón llegó a Querétaro para defender el imperio de Maximiliano, soldados que lo acompañaban corrían la misma suerte al enfrentarse a los soldados de Juárez, algunos cayeron prisioneros y fueron fusilados, antes que el general Miramón, Maximiliano y el general Tomás Mejía fueran también fusilados en el “Cerro de las Campanas” de Querétaro.

Uno de los soldados que defendía el Imperio y fue fusilado, por esos días se iba a casar, todo estaba preparado, pero la muerte del soldado dejó a la novia sola, resentida y con mucho odio hacia Benito Juárez.

La mujer (Leonarda Martínez, alias “la Carambada”) trazó un plan para matar al que le había quitado el amor de su vida. Fue a pedir trabajo en la casa donde vivía Juárez, fácilmente lo encontró, pues tenía numerosas dotes. Al convertirse en “fiel” asistente, conoció todos los movimientos del presidente Juárez, su rutina diaria, sobre todo en lo referente a la alimentación. (El presidente ya era viudo).

La mujer contactó a una hierbera y le preguntó sobre hierbas “asesinas” y sus efectos. Había una hierba que crecía fácilmente en los estados de Querétaro, Puebla e Hidalgo.

Una hierba, con florecillas de color rojo y amarillo, que se usaba en pequeñas dosis para “amarrar” maridos, pero que en dosis diaria (solo unas gotas en cualquier bebida) durante veintiún días, producía la muerte, muerte que aparentaba ser natural, ningún estudio podía descubrir la causa real, esa hierba era la Veintiunilla (planta con alto contenido de oxalatos).

Y el 18 de julio de 1872, muere don Benito Juárez en la Ciudad de México, y según lo señalado en su acta de defunción, la causa de la muerte fue: infarto agudo del miocardio.