/ miércoles 22 de agosto de 2018

Subrayando


¿Consulta pública, a quién?

Es cierto, los mexicanos en su gran mayoría son personas inteligentes con sentido común, preparadas para enfrentar los retos diarios, algunos han tenido oportunidad de estudiar hasta tener alguna profesión o estudios superiores, otros la experiencia, el trabajo cotidiano les ha enseñado a ser excelentes técnicos, algunos más son especialistas prácticos en algún trabajo o especialidad artística.

A la mayoría de los mexicanos cada vez es más difícil darles “atole con el dedo”, pues se cuenta con modernos medios de comunicación, la era digital y las noticias inmediatas por lejanas que sucedan les llegan. La privacidad es cada vez más difícil, no hay rincón que no pueda estar siendo observado.

Pero la información “top secret”, es decir la que sirve para la toma de decisiones a nivel Gobierno sigue manejándose por la élite del poder, si acaso se da a conocer es después de sucedido el acontecimiento, cuando la decisión cupular ya se ejecutó.

Por eso existe desconfianza cuando se habla de consultas populares, ¿a quién se va a consultar en temas de gran especialidad?, ¿al pueblo que somos todos los mexicanos?, pero si la información política y técnica no la conocemos, no somos expertos, ¿qué se va a contestar, lo que quiere la élite del poder?, ¿quién lo va a contestar, los simpatizantes, los comprometidos, los que no importa lo que digan con tal de quedar bien, de apoyar o porque lo dice el jefe?

Esas consultas y sus resultados a nadie convence si sólo sirven para legitimar alguna decisión del poder, no sirven. En México hay expertos, profesionistas, técnicos, maestros en cada tema muy reconocidos a nivel nacional (quién sabe), a nivel internacional, que conociendo la información pueden opinar objetivamente alejados del compromiso clientelar, electoral o partidista.

Por favor, respeto a la opinión pública. - Consultas, sí, pero en cuestiones profesionales o técnicas. También respeto a los que saben. - Consultas sí, pero a los expertos. Ya existirá otra oportunidad para la consulta a los mexicanos en general. Si no de nada servirán, no se creerá el resultado, eso lo creen los mexicanos que piensan, que ya no quieren que los engañen y que son la mayoría.


¿Consulta pública, a quién?

Es cierto, los mexicanos en su gran mayoría son personas inteligentes con sentido común, preparadas para enfrentar los retos diarios, algunos han tenido oportunidad de estudiar hasta tener alguna profesión o estudios superiores, otros la experiencia, el trabajo cotidiano les ha enseñado a ser excelentes técnicos, algunos más son especialistas prácticos en algún trabajo o especialidad artística.

A la mayoría de los mexicanos cada vez es más difícil darles “atole con el dedo”, pues se cuenta con modernos medios de comunicación, la era digital y las noticias inmediatas por lejanas que sucedan les llegan. La privacidad es cada vez más difícil, no hay rincón que no pueda estar siendo observado.

Pero la información “top secret”, es decir la que sirve para la toma de decisiones a nivel Gobierno sigue manejándose por la élite del poder, si acaso se da a conocer es después de sucedido el acontecimiento, cuando la decisión cupular ya se ejecutó.

Por eso existe desconfianza cuando se habla de consultas populares, ¿a quién se va a consultar en temas de gran especialidad?, ¿al pueblo que somos todos los mexicanos?, pero si la información política y técnica no la conocemos, no somos expertos, ¿qué se va a contestar, lo que quiere la élite del poder?, ¿quién lo va a contestar, los simpatizantes, los comprometidos, los que no importa lo que digan con tal de quedar bien, de apoyar o porque lo dice el jefe?

Esas consultas y sus resultados a nadie convence si sólo sirven para legitimar alguna decisión del poder, no sirven. En México hay expertos, profesionistas, técnicos, maestros en cada tema muy reconocidos a nivel nacional (quién sabe), a nivel internacional, que conociendo la información pueden opinar objetivamente alejados del compromiso clientelar, electoral o partidista.

Por favor, respeto a la opinión pública. - Consultas, sí, pero en cuestiones profesionales o técnicas. También respeto a los que saben. - Consultas sí, pero a los expertos. Ya existirá otra oportunidad para la consulta a los mexicanos en general. Si no de nada servirán, no se creerá el resultado, eso lo creen los mexicanos que piensan, que ya no quieren que los engañen y que son la mayoría.