/ viernes 9 de noviembre de 2018

Subrayando


Sor Juana Inés de la Cruz

Se trata de alguien que nació en territorio mexiquense, allá cerca del Popocatépetl, en tierras de los frailes de Amecameca, hija de una mujer criolla y de un capitán español, “hija de la iglesia” o también llamada “hija ilegítima”, lo que traería muchos, pero muchos problemas, sobre todo con la inquisición, y las exigencias sociales de la época en la Nueva España. Se dice que nació un 12 de noviembre de 1651, pero en los últimos años hay algunas investigaciones que dicen nació el 2 de diciembre de 1648.

¿Por qué después de tantos años recordamos a Juana Inés Asbaje Ramírez o Sor Juana Inés de la Cruz? ¿Qué méritos la hacen presente a más de 300 años? ¿Cómo una monja pudo traspasar los muros del convento, no sólo a través de los años, sino a través de los mares y ser conocida, y reconocida, en el mundo entero?

Lo bueno es que esa mujer sabia dejó como herencia muchas obras de gran belleza, que se han traducido en muchos idiomas. Poemas, obras de teatro, estudios sobre astronomía, ciencias, filosofía, historia, teología, administración, economía. La inmortal “Respuesta a Sor Filotea”, en la que, al defenderse de los ataques por ser mujer, por su inteligencia, nos permite conocer algo de su vida desde niña. Toda su importante obra, ahora está a la mano de la mayoría de los mexicanos y del mundo, lo que permite descubrir y reconocer la brillante capacidad e inteligencia de esta gran mujer.

Sor Juana es un ejemplo para la mujer de todos los tiempos, por su valentía, al desafiar los prejuicios de la época de fanático oscurantismo, para reclamar su derecho al conocimiento y al ejercicio del libre albedrío, en igualdad de condiciones con el hombre.

Sor Juana, como mujer criolla, tenía un gran amor por su tierra y por la población indígena, con quien convivió desde pequeña y en el último poema que escribió, se pregunta: ¿Qué mágicas infusiones de los indios herbolarios de mi Patria, entre mis letras, el hechizo derramaron?


Sor Juana Inés de la Cruz

Se trata de alguien que nació en territorio mexiquense, allá cerca del Popocatépetl, en tierras de los frailes de Amecameca, hija de una mujer criolla y de un capitán español, “hija de la iglesia” o también llamada “hija ilegítima”, lo que traería muchos, pero muchos problemas, sobre todo con la inquisición, y las exigencias sociales de la época en la Nueva España. Se dice que nació un 12 de noviembre de 1651, pero en los últimos años hay algunas investigaciones que dicen nació el 2 de diciembre de 1648.

¿Por qué después de tantos años recordamos a Juana Inés Asbaje Ramírez o Sor Juana Inés de la Cruz? ¿Qué méritos la hacen presente a más de 300 años? ¿Cómo una monja pudo traspasar los muros del convento, no sólo a través de los años, sino a través de los mares y ser conocida, y reconocida, en el mundo entero?

Lo bueno es que esa mujer sabia dejó como herencia muchas obras de gran belleza, que se han traducido en muchos idiomas. Poemas, obras de teatro, estudios sobre astronomía, ciencias, filosofía, historia, teología, administración, economía. La inmortal “Respuesta a Sor Filotea”, en la que, al defenderse de los ataques por ser mujer, por su inteligencia, nos permite conocer algo de su vida desde niña. Toda su importante obra, ahora está a la mano de la mayoría de los mexicanos y del mundo, lo que permite descubrir y reconocer la brillante capacidad e inteligencia de esta gran mujer.

Sor Juana es un ejemplo para la mujer de todos los tiempos, por su valentía, al desafiar los prejuicios de la época de fanático oscurantismo, para reclamar su derecho al conocimiento y al ejercicio del libre albedrío, en igualdad de condiciones con el hombre.

Sor Juana, como mujer criolla, tenía un gran amor por su tierra y por la población indígena, con quien convivió desde pequeña y en el último poema que escribió, se pregunta: ¿Qué mágicas infusiones de los indios herbolarios de mi Patria, entre mis letras, el hechizo derramaron?