/ miércoles 27 de febrero de 2019

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Cuando el joven aprendiz de historiador: José Luis Alanís Boyso

En 1976, Toluca, iniciaba los trabajos con un nuevo un gobierno municipal, y entre los proyectos destacados del mismo, estaba la formación de un “Consejo Cultural de la Ciudad” integrado con los más destacados historiadores, promotores de la cultura, y reconocidos hombres de letras del Estado de México y del país, no sólo de la ciudad, los cuales además de ser reconocidos por su cultura, tenían un especial amor a su tierra: Toluca.

El “Consejo Cultural de la Ciudad” estaba integrado por: Lic. Mario Colin Sánchez, Lic. Enrique Díaz Nava, Arq. Humberto Correa González, Lic. Gustavo G. Velázquez, Profr. Javier Romero Quiroz, Profr. Alfonso Sánchez García, Ing. José Yurrieta Valdés, Profr. Gonzalo Pérez Gómez, Pbro. Enrique Reyna Carrillo y Lic. Francisco Javier Gaxiola.

La ceremonia de inicio de los trabajos del Consejo Cultural fue en el Salón de Cabildos del Ayuntamiento de Toluca, y ante la presencia de la presidenta Municipal, Yolanda Sentíes. En nombre de los integrantes del Consejo, el Lic. Mario Colin se comprometió a entregar al Ayuntamiento trabajos cada seis meses, y lo cumplieron, editando el Ayuntamiento publicaciones que enriquecieron la identidad y la cultura.

En la ceremonia, el joven Alanís Boyso estaba atento a lo que sucedía, no se le iba ni un detalle, ni una palabra. Al final, fue presentado a cada uno de los integrantes del Consejo, alguien le pregunto ¿porqué quería ser historiador? y el contestó “porque ser historiador es un quehacer mágico, el historiador tiene el privilegio de vivir el pasado, el presente y en ocasiones el futuro, trasciende y a la vez, entraña un compromiso para con la humanidad, perpetuar su espíritu”.

Al escuchar sus razones, uno de los consejeros propuso: “Porque no lo invitamos a que forme parte del Consejo Cultural, hacen falta jóvenes, ¿no creen señores consejeros?”, ¿Qué dicen, se acepta?, la respuesta unánime fue sí, y desde entonces con gran dedicación, responsabilidad y amor a su tierra, Alanís Boyso, cumplió hasta el último día de vida, el mágico quehacer de Historiador de Toluca.


Cuando el joven aprendiz de historiador: José Luis Alanís Boyso

En 1976, Toluca, iniciaba los trabajos con un nuevo un gobierno municipal, y entre los proyectos destacados del mismo, estaba la formación de un “Consejo Cultural de la Ciudad” integrado con los más destacados historiadores, promotores de la cultura, y reconocidos hombres de letras del Estado de México y del país, no sólo de la ciudad, los cuales además de ser reconocidos por su cultura, tenían un especial amor a su tierra: Toluca.

El “Consejo Cultural de la Ciudad” estaba integrado por: Lic. Mario Colin Sánchez, Lic. Enrique Díaz Nava, Arq. Humberto Correa González, Lic. Gustavo G. Velázquez, Profr. Javier Romero Quiroz, Profr. Alfonso Sánchez García, Ing. José Yurrieta Valdés, Profr. Gonzalo Pérez Gómez, Pbro. Enrique Reyna Carrillo y Lic. Francisco Javier Gaxiola.

La ceremonia de inicio de los trabajos del Consejo Cultural fue en el Salón de Cabildos del Ayuntamiento de Toluca, y ante la presencia de la presidenta Municipal, Yolanda Sentíes. En nombre de los integrantes del Consejo, el Lic. Mario Colin se comprometió a entregar al Ayuntamiento trabajos cada seis meses, y lo cumplieron, editando el Ayuntamiento publicaciones que enriquecieron la identidad y la cultura.

En la ceremonia, el joven Alanís Boyso estaba atento a lo que sucedía, no se le iba ni un detalle, ni una palabra. Al final, fue presentado a cada uno de los integrantes del Consejo, alguien le pregunto ¿porqué quería ser historiador? y el contestó “porque ser historiador es un quehacer mágico, el historiador tiene el privilegio de vivir el pasado, el presente y en ocasiones el futuro, trasciende y a la vez, entraña un compromiso para con la humanidad, perpetuar su espíritu”.

Al escuchar sus razones, uno de los consejeros propuso: “Porque no lo invitamos a que forme parte del Consejo Cultural, hacen falta jóvenes, ¿no creen señores consejeros?”, ¿Qué dicen, se acepta?, la respuesta unánime fue sí, y desde entonces con gran dedicación, responsabilidad y amor a su tierra, Alanís Boyso, cumplió hasta el último día de vida, el mágico quehacer de Historiador de Toluca.