/ jueves 11 de abril de 2019

Subrayando


Sólo un montón de bronce

Qué vergüenza, ahora que se va a recordar en muchas partes del mundo el aniversario de la muerte de la más grande e ilustre mujer de letras, Sor Juana Inés de la Cruz. Aquí en Toluca, la capital de su estado natal, se robaron la estatua de cuerpo entero realizada en bronce.

Hace unos años, en 1972, a instancias de Elizabeth Corona, universitaria, química y regidora del ayuntamiento encabezado por Arturo Martínez Legorreta, se promovió la realización de un homenaje a “la Décima Musa” mandando realizar un monumento de bronce.

La estatua cuando fue colocada en el jardín de la entonces colonia Sánchez causó revuelo, Sor Juana aparecía “muy estilizada”, decían unos,” muy moderna”, decían otros “, no es la que conocemos”, otros más, pero ahí estaba, en Toluca. Cada aniversario de su nacimiento o de su muerte rodeada de coronas de flores y resonando el eco de sus poemas.

Muchos toluqueños conocían de su vida y obra cuando menos de manera muy general, al pasar por el jardín y ver la estatua, preguntando ¿quién es? Estatua que inspiró al ayuntamiento 76-78 para cambiar el nombre a la colonia y pasar de ser colonia Sánchez a colonia Sor Juana Inés de la Cruz.

La estatua estuvo en ese jardín 46 años, hasta que el año pasado una noche desapareció, ¿cómo fue, si pesaba bastante?, ¿cómo fue, si a unos pocos, muy pocos metros está una caseta de policía?, ¿ningún vecino se dio cuenta?

Muchas preguntas y teorías surgieron, desde la casualidad de que también hubiera desaparecido el busto de bronce de Carmen Serdán, el de Leona Vicario, ¿sería un maniático machista?, no, decían otros, “alguien obsesivo y maniático que resentido mostraba su odio al sexo opuesto”.

En fin, la teoría que prevalece es que los rateros, delincuentes, roba material de bronce, vieron la posibilidad de obtener más dinero al vender el bronce de la estatua de Sor Juana. Ninguna autoridad ha dado respuesta a ese robo de esa propiedad de los toluqueños, de ese objeto que no sólo representaba una obra de arte, sino el respeto y homenaje de los toluqueños a la mujer más reconocida en el mundo, por su gran obra poética, artística, filosófica, teatral, astronómica y además defensora de los derechos femeninos, Sor Juana Inés de la Cruz.

Ojalá que la impunidad, la corrupción, la indiferencia, la ignorancia, el olvido no prevalezcan, porque hay muchos toluqueños y toluqueñas que queremos rendirle permanentemente homenaje a Sor Juana y mostrar no sólo en su obra, sino también en un monumento, que al pasar frente a él recuerde y haga sentir el orgullo de decir a muchas generaciones, “esa gran mujer fue mexicana y mexiquense”.


Sólo un montón de bronce

Qué vergüenza, ahora que se va a recordar en muchas partes del mundo el aniversario de la muerte de la más grande e ilustre mujer de letras, Sor Juana Inés de la Cruz. Aquí en Toluca, la capital de su estado natal, se robaron la estatua de cuerpo entero realizada en bronce.

Hace unos años, en 1972, a instancias de Elizabeth Corona, universitaria, química y regidora del ayuntamiento encabezado por Arturo Martínez Legorreta, se promovió la realización de un homenaje a “la Décima Musa” mandando realizar un monumento de bronce.

La estatua cuando fue colocada en el jardín de la entonces colonia Sánchez causó revuelo, Sor Juana aparecía “muy estilizada”, decían unos,” muy moderna”, decían otros “, no es la que conocemos”, otros más, pero ahí estaba, en Toluca. Cada aniversario de su nacimiento o de su muerte rodeada de coronas de flores y resonando el eco de sus poemas.

Muchos toluqueños conocían de su vida y obra cuando menos de manera muy general, al pasar por el jardín y ver la estatua, preguntando ¿quién es? Estatua que inspiró al ayuntamiento 76-78 para cambiar el nombre a la colonia y pasar de ser colonia Sánchez a colonia Sor Juana Inés de la Cruz.

La estatua estuvo en ese jardín 46 años, hasta que el año pasado una noche desapareció, ¿cómo fue, si pesaba bastante?, ¿cómo fue, si a unos pocos, muy pocos metros está una caseta de policía?, ¿ningún vecino se dio cuenta?

Muchas preguntas y teorías surgieron, desde la casualidad de que también hubiera desaparecido el busto de bronce de Carmen Serdán, el de Leona Vicario, ¿sería un maniático machista?, no, decían otros, “alguien obsesivo y maniático que resentido mostraba su odio al sexo opuesto”.

En fin, la teoría que prevalece es que los rateros, delincuentes, roba material de bronce, vieron la posibilidad de obtener más dinero al vender el bronce de la estatua de Sor Juana. Ninguna autoridad ha dado respuesta a ese robo de esa propiedad de los toluqueños, de ese objeto que no sólo representaba una obra de arte, sino el respeto y homenaje de los toluqueños a la mujer más reconocida en el mundo, por su gran obra poética, artística, filosófica, teatral, astronómica y además defensora de los derechos femeninos, Sor Juana Inés de la Cruz.

Ojalá que la impunidad, la corrupción, la indiferencia, la ignorancia, el olvido no prevalezcan, porque hay muchos toluqueños y toluqueñas que queremos rendirle permanentemente homenaje a Sor Juana y mostrar no sólo en su obra, sino también en un monumento, que al pasar frente a él recuerde y haga sentir el orgullo de decir a muchas generaciones, “esa gran mujer fue mexicana y mexiquense”.