/ miércoles 24 de abril de 2019

Subrayando


¿Qué hacen los niños que ya no van a las estancias infantiles?

Es una pregunta que he escuchado últimamente, pero más me ha interesado las respuestas de las mamás de los niños, acercándose la celebración del “Día del Niño”.

“Mi hijo que tiene 3 años se pone a jugar solo, pues no tiene hermanitos, en el pequeño espacio en donde tengo las macetas ya escarbó toda la tierra y hasta se la come, no sé qué hacer con él para entretenerlo, pues tengo que preparar lo que voy a vender en la tarde, son tacos y tostadas, tengo que ir al mercado para comprar lo que uso para prepararlos, no me da tiempo de estar atrás del niño, el año pasado siquiera tenía la mañana para preparar mis cosas, ahora no”.

“¿Y el dinero que le dan? Son 1,600 pesos bimestralmente, ¿muy buenos no?”, le decía la otra señora en la plática. “Esos mejor me los gasto en pagar algunas deudas, o en comprar lo que se necesita” “¿Y el niño?” “Pues ahí lo tengo nomás junto a mí todo el día”. La otra señora le decía: “¿Pues que no tiene usted parientes, papás, abuelos tías, alguien?”. La madre contestaba: “Mire, soy madre soltera y mis padres no quieren saber nada de mí, mejor yo cuido al niño”.

“La verdad si extraño la estancia infantil, le hace falta al niño, ahí mi hijo convivía con otros niños, lo educaban, maestras o cuidadoras, que creo que por ahí andan sin trabajo, todas tristes, enseñaban a mi hijo a ir al baño, a comer, a no ser peleonero, ni grosero, él iba feliz todos los días; ahora , ni le voy a decir que viene el Día del Niño, no puedo darle nada”.

Al conocer de esa plática entre vecinas, recordé cuando el Dr. Manuel Velasco Suárez, eminente neurólogo, conocido y reconocido internacionalmente, me dijo: “El mejor regalo a un niño es educarlo antes de que cumpla los 5 años de edad, pues el cerebro humano se forma en ese tiempo, todo lo que se haga después para educarlo es inútil”

Hay muchos niños que esperan volver a su estancia infantil y muchas madres trabajadoras que quieren verlos ahora felices y después convertidos en mujeres y hombres de bien.

Ojalá se considere el beneficio de las estancias que se regalaría a los niños mexicanos, sobre todo a los más necesitados, este próximo 30 de abril. Y se haga un seguimiento de si se está usando el dinero que se da a los padres de familia en la educación del niño o no. Así, como de cuántas madres trabajadoras han sido afectadas en su vida personal y en su trabajo.

Desde luego, dar a conocer los resultados cuando menos el próximo año el 30 de abril.


¿Qué hacen los niños que ya no van a las estancias infantiles?

Es una pregunta que he escuchado últimamente, pero más me ha interesado las respuestas de las mamás de los niños, acercándose la celebración del “Día del Niño”.

“Mi hijo que tiene 3 años se pone a jugar solo, pues no tiene hermanitos, en el pequeño espacio en donde tengo las macetas ya escarbó toda la tierra y hasta se la come, no sé qué hacer con él para entretenerlo, pues tengo que preparar lo que voy a vender en la tarde, son tacos y tostadas, tengo que ir al mercado para comprar lo que uso para prepararlos, no me da tiempo de estar atrás del niño, el año pasado siquiera tenía la mañana para preparar mis cosas, ahora no”.

“¿Y el dinero que le dan? Son 1,600 pesos bimestralmente, ¿muy buenos no?”, le decía la otra señora en la plática. “Esos mejor me los gasto en pagar algunas deudas, o en comprar lo que se necesita” “¿Y el niño?” “Pues ahí lo tengo nomás junto a mí todo el día”. La otra señora le decía: “¿Pues que no tiene usted parientes, papás, abuelos tías, alguien?”. La madre contestaba: “Mire, soy madre soltera y mis padres no quieren saber nada de mí, mejor yo cuido al niño”.

“La verdad si extraño la estancia infantil, le hace falta al niño, ahí mi hijo convivía con otros niños, lo educaban, maestras o cuidadoras, que creo que por ahí andan sin trabajo, todas tristes, enseñaban a mi hijo a ir al baño, a comer, a no ser peleonero, ni grosero, él iba feliz todos los días; ahora , ni le voy a decir que viene el Día del Niño, no puedo darle nada”.

Al conocer de esa plática entre vecinas, recordé cuando el Dr. Manuel Velasco Suárez, eminente neurólogo, conocido y reconocido internacionalmente, me dijo: “El mejor regalo a un niño es educarlo antes de que cumpla los 5 años de edad, pues el cerebro humano se forma en ese tiempo, todo lo que se haga después para educarlo es inútil”

Hay muchos niños que esperan volver a su estancia infantil y muchas madres trabajadoras que quieren verlos ahora felices y después convertidos en mujeres y hombres de bien.

Ojalá se considere el beneficio de las estancias que se regalaría a los niños mexicanos, sobre todo a los más necesitados, este próximo 30 de abril. Y se haga un seguimiento de si se está usando el dinero que se da a los padres de familia en la educación del niño o no. Así, como de cuántas madres trabajadoras han sido afectadas en su vida personal y en su trabajo.

Desde luego, dar a conocer los resultados cuando menos el próximo año el 30 de abril.