/ jueves 12 de septiembre de 2019

Subrayando / El grito de la independencia


Nuestro país tiene su fiesta más significativa, en un acto eminentemente popular: el “Grito de Independencia”. Así es: la fiesta del 15 de septiembre en la noche, es la suma de todas nuestras fiestas cívicas. En las plazas municipales la máxima autoridad enarbola la bandera y lanza al aire las tres vivas rituales a México. El “Grito”, lo han dado los monárquicos, los conservadores, los usurpadores. Lo dio Maximiliano y lo dio Victoriano Huerta, lo dio Juárez en su peregrinar por la República.

En los textos de algunos de los Gritos del 16 de septiembre se advierte la situación del país en ese momento; nunca su texto fue el mismo, salvo aquello que es inviolable: los vítores a México y a los héroes. En” el Grito”, es la posibilidad de acercarse a la política general del gobierno en turno mediante el examen de las arengas del presidente. (En 1980 se agregó el nombre de una mujer: la heroína Josefa Ortiz de Domínguez)

Ignacio Rayón conmemora por primera vez el “Grito”, en plena lucha insurgente en 1812, y es Maximiliano de Habsburgo, quien consagra definitivamente el 16 de septiembre. Y es la del el” Grito”, la fiesta que iguala a todos los mexicanos en un solo juramento, amar a México.

Pero en lo particular el “Grito” del 15 de septiembre de 1975 tiene especial importancia, ese año el presidente Echeverria se trasladó a Dolores Hidalgo, Guanajuato, acompañado del viceministro de Cuba, Raúl Castro como invitado especial, y ahí el presidente dio el “Grito”.

En la ciudad de México, el Regente, Licenciado Octavio Sentíes Gómez, presidio los festejos patrios y ante miles de mexicanos que llenaban el “Zócalo”, exclamo, con patriotismo y firmeza, los vítores a los héroes que nos dieron patria, y a México.

Estaba yo atrás de la cortina del balcón principal de palacio Nacional, y el silencio de respeto que se produjo por la multitud, en el momento que se abre el balcón y sale mi padre con la bandera , arenga a la multitud y toca la campana de Hidalgo, se quedo grabado para siempre en mi vida, y en la vida seguramente de mi hija que casi nació en Palacio Nacional, ya que unas horas después del “Grito”, de ese “Grito,” nació.

QUíMICA / @yolandasenties


Nuestro país tiene su fiesta más significativa, en un acto eminentemente popular: el “Grito de Independencia”. Así es: la fiesta del 15 de septiembre en la noche, es la suma de todas nuestras fiestas cívicas. En las plazas municipales la máxima autoridad enarbola la bandera y lanza al aire las tres vivas rituales a México. El “Grito”, lo han dado los monárquicos, los conservadores, los usurpadores. Lo dio Maximiliano y lo dio Victoriano Huerta, lo dio Juárez en su peregrinar por la República.

En los textos de algunos de los Gritos del 16 de septiembre se advierte la situación del país en ese momento; nunca su texto fue el mismo, salvo aquello que es inviolable: los vítores a México y a los héroes. En” el Grito”, es la posibilidad de acercarse a la política general del gobierno en turno mediante el examen de las arengas del presidente. (En 1980 se agregó el nombre de una mujer: la heroína Josefa Ortiz de Domínguez)

Ignacio Rayón conmemora por primera vez el “Grito”, en plena lucha insurgente en 1812, y es Maximiliano de Habsburgo, quien consagra definitivamente el 16 de septiembre. Y es la del el” Grito”, la fiesta que iguala a todos los mexicanos en un solo juramento, amar a México.

Pero en lo particular el “Grito” del 15 de septiembre de 1975 tiene especial importancia, ese año el presidente Echeverria se trasladó a Dolores Hidalgo, Guanajuato, acompañado del viceministro de Cuba, Raúl Castro como invitado especial, y ahí el presidente dio el “Grito”.

En la ciudad de México, el Regente, Licenciado Octavio Sentíes Gómez, presidio los festejos patrios y ante miles de mexicanos que llenaban el “Zócalo”, exclamo, con patriotismo y firmeza, los vítores a los héroes que nos dieron patria, y a México.

Estaba yo atrás de la cortina del balcón principal de palacio Nacional, y el silencio de respeto que se produjo por la multitud, en el momento que se abre el balcón y sale mi padre con la bandera , arenga a la multitud y toca la campana de Hidalgo, se quedo grabado para siempre en mi vida, y en la vida seguramente de mi hija que casi nació en Palacio Nacional, ya que unas horas después del “Grito”, de ese “Grito,” nació.

QUíMICA / @yolandasenties