/ miércoles 17 de noviembre de 2021

Subrayando | El libro, la evolución, la inocencia

En un Estado del norte de México, el primogénito del rico dueño de una hacienda. Un hombre de 1,60 de estatura, de modales educados en Francia, practicante del espiritismo, muy buen jinete, llamado Francisco Ignacio Madero, convencido de que el país necesitaba un cambio escribió un libro “La sucesión Presidencial en 1910”, que se publicó en Coahuila, en 1908. El libro, criticaba la permanencia de Díaz en la presidencia. En el país había rumores, había inquietud aparecían publicaciones opositoras, se fundaban clubes antirreeleccionistas, nadie se había atrevido tan abiertamente, así es que desato una gran polémica, (primero entre la clase que sabía leer), y luego el propio Madero se encargo de difundir personalmente en una gran gira por la república la tesis principal “Sufragio efectivo, no reelección”.

Para justificar el levantamiento Madero y sus colaboradores redactaron el "Plan de San Luis” documento en el que se convoca a los mexicanos a tomar las armas a partir de las 6 de la tarde del 20 de noviembre de 1910, aunque dos días antes los hermanos Serdán de Puebla se levantaron en armas, y así, en el norte y en otros sitios los levantamientos fueron antes del 20 de noviembre. Madero que estaba en Estados Unidos, prófugo de la cárcel de san. Luis Potosí, cruzo la frontera para asumir el mando de la rebelión, pero cuál sería su sorpresa que solo encontró a su tío Catarino y muy pocos hombres, sintió que la revolución había fracasado y tuvo que regresar a Estados Unidos

Mientras en la ciudad de México, nadie podía creer que Don Porfirio había dicho que renunciaría, tres días multitudes de gente llegaba a la cámara de diputados, para ver y oír la renuncia pero nada, entonces se enardecía y quería quemar la casa del presidente, Palacio Nacional, las casas de los miembros del gabinete, los disturbios no paraban, huelgas en diferentes partes, atropellos, hasta que por fin el 25 de mayo de 1911 , en la casa de la calle de cadena(hoy Venustiano Carranza) Porfirio Díaz, con un terrible dolor emocional, y también con un fuerte dolor de muelas, y de oído, por una infección bucal, en silencio, tendió la mano, mojo la pluma, y emocionado puso la firma en el documento que fue enviado a la Cámara de Diputados.

El abatido Dan. Porfirio se despidió de sus amigos, se dirigió a la estación de San Lázaro para tomar el tren a Veracruz, en el camino lo asaltaron unos bandoleros, pero a los viajeros no les paso nada, llegaron al puerto y después de cinco días en que recibieron honores, una muchedumbre lo fue a despedir entonando el himno nacional y disparando 21 cañonazos Don Porfirio dijo adiós desde el barco Ypiranga, que lo llevaría a su exilio en Europa.


En un Estado del norte de México, el primogénito del rico dueño de una hacienda. Un hombre de 1,60 de estatura, de modales educados en Francia, practicante del espiritismo, muy buen jinete, llamado Francisco Ignacio Madero, convencido de que el país necesitaba un cambio escribió un libro “La sucesión Presidencial en 1910”, que se publicó en Coahuila, en 1908. El libro, criticaba la permanencia de Díaz en la presidencia. En el país había rumores, había inquietud aparecían publicaciones opositoras, se fundaban clubes antirreeleccionistas, nadie se había atrevido tan abiertamente, así es que desato una gran polémica, (primero entre la clase que sabía leer), y luego el propio Madero se encargo de difundir personalmente en una gran gira por la república la tesis principal “Sufragio efectivo, no reelección”.

Para justificar el levantamiento Madero y sus colaboradores redactaron el "Plan de San Luis” documento en el que se convoca a los mexicanos a tomar las armas a partir de las 6 de la tarde del 20 de noviembre de 1910, aunque dos días antes los hermanos Serdán de Puebla se levantaron en armas, y así, en el norte y en otros sitios los levantamientos fueron antes del 20 de noviembre. Madero que estaba en Estados Unidos, prófugo de la cárcel de san. Luis Potosí, cruzo la frontera para asumir el mando de la rebelión, pero cuál sería su sorpresa que solo encontró a su tío Catarino y muy pocos hombres, sintió que la revolución había fracasado y tuvo que regresar a Estados Unidos

Mientras en la ciudad de México, nadie podía creer que Don Porfirio había dicho que renunciaría, tres días multitudes de gente llegaba a la cámara de diputados, para ver y oír la renuncia pero nada, entonces se enardecía y quería quemar la casa del presidente, Palacio Nacional, las casas de los miembros del gabinete, los disturbios no paraban, huelgas en diferentes partes, atropellos, hasta que por fin el 25 de mayo de 1911 , en la casa de la calle de cadena(hoy Venustiano Carranza) Porfirio Díaz, con un terrible dolor emocional, y también con un fuerte dolor de muelas, y de oído, por una infección bucal, en silencio, tendió la mano, mojo la pluma, y emocionado puso la firma en el documento que fue enviado a la Cámara de Diputados.

El abatido Dan. Porfirio se despidió de sus amigos, se dirigió a la estación de San Lázaro para tomar el tren a Veracruz, en el camino lo asaltaron unos bandoleros, pero a los viajeros no les paso nada, llegaron al puerto y después de cinco días en que recibieron honores, una muchedumbre lo fue a despedir entonando el himno nacional y disparando 21 cañonazos Don Porfirio dijo adiós desde el barco Ypiranga, que lo llevaría a su exilio en Europa.