Si México reduce la brecha de género en la fuerza de trabajo, se añadirían miles de millones al PIB. Según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), la falta de participación de las mujeres en el mercado laboral limita el desarrollo de México. Menos de la mitad de las mujeres mexicanas en edad de trabajar participan en el mercado laboral, la segunda tasa más baja sólo por arriba de Turquía. Eso tiene que cambiar, no sólo por razones morales y éticas.
También informa “las tres cuartas partes del trabajo no remunerado del hogar, incluyendo el cuidado de los hijos lo hacen las mujeres”.
En México el 53% de mujeres tienen licenciatura a diferencia de Suecia en que el 69% la tiene.
En México el 16% de mujeres son gerentes con una diferencia salarial de en México 16% y en Bélgica de 3%.
Puede ser que la diferencia de cifras en materia de mujeres que trabajan fuera del hogar sea significativa, sobre todo comparando a nuestro país con otros países del primer mundo, puede ser que si se aumenta el número de mujeres en la fuerza laboral se añadan miles de millones al PID.
La reducción de la brecha de género, libertad económica, la mejor oportunidad de realizar mayores y mejores estudios, la distribución de las tareas del hogar entre mujer y hombre, son situaciones que no tienen discusión, y son necesarias para que el país avance, pero es importante tener en cuenta otros factores.
Por ejemplo la tasa de natalidad todavía es alta en México, si se compara con la de países como los que se mencionan en este estudio, la realidad nos lleva a conocer de casos lamentables de niños abandonados por el padre o por la madre mientras salen a trabajar que sufren accidentes o que tienen una vida solitaria conduciéndolos a actitudes graves, violentas para su salud y para la sociedad.
Para aumentar la participación de la mujer en el medio laboral, igualar su salario en las mismas condiciones de trabajo y capacidad, no sólo se necesitan documentos con buenas intenciones, no sólo el fin es que el gobierno tenga más recursos económicos, se necesita una acción coordinada de todos los participantes del sector público, privado y social, un proyecto de nación con una política pública que elimine la desigualdad, mediante acciones y presupuesto que tenga voluntad política, que cada ciudadano tenga una tarea específica responsabilizándose de la misma, empezando por ejercer responsablemente el derecho Constitucional, a decidir el número de hijos para atenderlos padre y madre, cuando menos los 5 primeros años de su vida, con dedicación y amor.
@yolandasenties
