/ jueves 23 de enero de 2020

Subrayando | ¿Quién sabe?


Esa es la respuesta que los ciudadanos reciben a algunas de sus preguntas cuando van a varias instituciones. Y a veces la respuesta es tan complicada que pareciera que se está pronunciando un discurso o bien que se está preguntando la definición de un objeto.

Pero nada claro queda, y entonces se atiende sólo a rumores o noticias a medias, porque no hay información clara, precisa, a lo mejor porque no se sabe, porque no está preciso lo que se quiere hacer o porque no se puede hacer.

El ciudadano que viene de lejos a la capital, con un pariente enfermo, que con trabajos lo trajo por lo débil, gastando los ahorros que con trabajos tiene (sobre todo en el mes de enero), porque viene con algunos miembros de su familia que llega confiando en que como siempre va a ser atendido en el seguro popular. Después de pasar todos los trámites burocráticos, caminando de arriba para abajo, con los papeles que le han soltado antes.

Por fin alguien le dice “no se puede atender porque ya no hay seguro popular”, ahora hay algo que le dicen, letra por letra y que realmente al ciudadano no le entiende ni le interesa, a él sólo le importa que atiendan a su enfermo, porque ya comprobó que el tratamiento a su enfermedad que llaman catastrófica es muy caro y las medicinas peor.

Alguien le dice “no se preocupe, ya están poniéndose de acuerdo los que deciden en cómo le van a hacer para que en fecha señalada, y ordenados los procedimientos, se pueda cumplir con la atención a la salud de miles de personas que como su enfermo por ahora no lo pueden atender como se merece y como lo atendían”.

El ciudadano no quiere ni hablar con sus familiares que esperando y esperando ya se gastaron lo poco que tenían, ¿Y el enfermo?, ¿y la molestia física y moral que sufre?, ¿y el avance del mal que no reconoce programas ni decisiones, porque el tiempo al pasar lo agrava?, siente que le están dictando su sentencia de muerte. ¿Y la angustia de los padres al ver más enfermo al niño con la impotencia de la falta de recursos, mientras se decide qué hacer?

Siempre es necesario la información, la adecuada planeación, las estrategias definidas, los recursos seguros, la capacidad y sobre todo en cualquier programa público y privado, la gran responsabilidad en lo relacionado con la salud de un ser humano.

@yolandasenties


Esa es la respuesta que los ciudadanos reciben a algunas de sus preguntas cuando van a varias instituciones. Y a veces la respuesta es tan complicada que pareciera que se está pronunciando un discurso o bien que se está preguntando la definición de un objeto.

Pero nada claro queda, y entonces se atiende sólo a rumores o noticias a medias, porque no hay información clara, precisa, a lo mejor porque no se sabe, porque no está preciso lo que se quiere hacer o porque no se puede hacer.

El ciudadano que viene de lejos a la capital, con un pariente enfermo, que con trabajos lo trajo por lo débil, gastando los ahorros que con trabajos tiene (sobre todo en el mes de enero), porque viene con algunos miembros de su familia que llega confiando en que como siempre va a ser atendido en el seguro popular. Después de pasar todos los trámites burocráticos, caminando de arriba para abajo, con los papeles que le han soltado antes.

Por fin alguien le dice “no se puede atender porque ya no hay seguro popular”, ahora hay algo que le dicen, letra por letra y que realmente al ciudadano no le entiende ni le interesa, a él sólo le importa que atiendan a su enfermo, porque ya comprobó que el tratamiento a su enfermedad que llaman catastrófica es muy caro y las medicinas peor.

Alguien le dice “no se preocupe, ya están poniéndose de acuerdo los que deciden en cómo le van a hacer para que en fecha señalada, y ordenados los procedimientos, se pueda cumplir con la atención a la salud de miles de personas que como su enfermo por ahora no lo pueden atender como se merece y como lo atendían”.

El ciudadano no quiere ni hablar con sus familiares que esperando y esperando ya se gastaron lo poco que tenían, ¿Y el enfermo?, ¿y la molestia física y moral que sufre?, ¿y el avance del mal que no reconoce programas ni decisiones, porque el tiempo al pasar lo agrava?, siente que le están dictando su sentencia de muerte. ¿Y la angustia de los padres al ver más enfermo al niño con la impotencia de la falta de recursos, mientras se decide qué hacer?

Siempre es necesario la información, la adecuada planeación, las estrategias definidas, los recursos seguros, la capacidad y sobre todo en cualquier programa público y privado, la gran responsabilidad en lo relacionado con la salud de un ser humano.

@yolandasenties