/ miércoles 13 de marzo de 2024

Subrayando | Selección de mujeres candidatas a cargos de representacionpopular

Hay que reconocer que, vivimos en una época, en que ya no basta el numero de mujeres candidatas, aunque se presumiera que este ha crecido, ni siquiera que los partidos políticos cubran la cuota establecida por la Norma, ni presumir que hay dos mujeres candidatas a la presidencia del poder ejecutivo nacional.

Estamos viviendo una nueva etapa, en que el número de ofensas violentas a las mujeres a crecido, en que las 11 o 12 mujeres que se mueren a diario, por causa de la violencia, pasan solo a ser números de estadísticas convenencieras, en que la letra de las leyes que protegen a la mujer, se ha borrado, y es letra muerta, en que la impunidad tiene el mismo crecimiento que la violencia.

Esa es la realidad y exige cambios verdaderos, de fondo, no parches decorativos, esa realidad exige que los partidos políticos selecciones con mucho cuidado a las mujeres candidatas (desde luego que también a los hombres candidatos), ahora se exige que las mujeres que se propongan conozcan la época histórica que les toca vivir, que conozcan la historia de la lucha por la igualdad, que estén comprometidas con la aplicación, defensa de las leyes, que conozcan las causas actuales del descontento, que reconozcan el trabajo que costo a miles de mujeres lograr avances para que ahora más mujeres sean candidatas.

Mujeres que verdaderamente luchen por el avance en la causa de la igualdad, de la justicia, de la paz, del respeto a la dignidad de las mujeres, empezando por la de ellas mismas. Mujeres que, con valor, conocimiento, y fuerza hagan oír su voz, como eco de la de todas las mujeres mexicanas, que no se conformen con tener ”un lugar de poder”, sino que ejerzan el poder de la decisión en el trazo y ejecución de políticas publicas de gobierno que acaben con los obstáculos, marginación, desigualdad y violencia hacia la mujer.

Ya no es tiempo de mujeres cómplices de políticas agresivas, (como algunas), que solo hacen retroceder los avances de justicia igualitaria, cómplices de políticas que les cierran los oídos, y la boca para exigir reconocimiento a los derechos humanos, respeto a las leyes y demandas para acabar con la violencia. De esas mujeres, ya no necesita el país, ni los partidos políticos y menos los electores y electoras.

Una vez más miles de mujeres, y hombres mexicanos confiamos en que la selección de candidatas y candidatos, sea de mujeres (y hombres) comprometidas, responsables, que se respeten a si mismas, a si mismos y reconozcan que llegan a servir, a trabajar, en la oportunidad que se les da, para avanzar, no para retroceder, en el desarrollo de un país igualitario, justo, respetuoso de la ley en donde vivan sus habitantes en paz.

Hoy en Mexico, como otros países, cada vez las mujeres de todas las edades, de todas las clases sociales, impulsadas por su descontento, por la indiferencia, por la negación al cambio cultural, que acarrea violencia, se manifiestan en marchas, que año con año crean conciencia de respeto y reconocimiento al valor de la mujer como ser humano igual. Pero todavía falta mucho que recorrer, y las manifestaciones seguirán y serán mas grandes.

Pero ahora que se presenta la oportunidad de sumarnos a la lucha por la no violencia, votaremos por quien garantice luchar por la paz.

Hay que reconocer que, vivimos en una época, en que ya no basta el numero de mujeres candidatas, aunque se presumiera que este ha crecido, ni siquiera que los partidos políticos cubran la cuota establecida por la Norma, ni presumir que hay dos mujeres candidatas a la presidencia del poder ejecutivo nacional.

Estamos viviendo una nueva etapa, en que el número de ofensas violentas a las mujeres a crecido, en que las 11 o 12 mujeres que se mueren a diario, por causa de la violencia, pasan solo a ser números de estadísticas convenencieras, en que la letra de las leyes que protegen a la mujer, se ha borrado, y es letra muerta, en que la impunidad tiene el mismo crecimiento que la violencia.

Esa es la realidad y exige cambios verdaderos, de fondo, no parches decorativos, esa realidad exige que los partidos políticos selecciones con mucho cuidado a las mujeres candidatas (desde luego que también a los hombres candidatos), ahora se exige que las mujeres que se propongan conozcan la época histórica que les toca vivir, que conozcan la historia de la lucha por la igualdad, que estén comprometidas con la aplicación, defensa de las leyes, que conozcan las causas actuales del descontento, que reconozcan el trabajo que costo a miles de mujeres lograr avances para que ahora más mujeres sean candidatas.

Mujeres que verdaderamente luchen por el avance en la causa de la igualdad, de la justicia, de la paz, del respeto a la dignidad de las mujeres, empezando por la de ellas mismas. Mujeres que, con valor, conocimiento, y fuerza hagan oír su voz, como eco de la de todas las mujeres mexicanas, que no se conformen con tener ”un lugar de poder”, sino que ejerzan el poder de la decisión en el trazo y ejecución de políticas publicas de gobierno que acaben con los obstáculos, marginación, desigualdad y violencia hacia la mujer.

Ya no es tiempo de mujeres cómplices de políticas agresivas, (como algunas), que solo hacen retroceder los avances de justicia igualitaria, cómplices de políticas que les cierran los oídos, y la boca para exigir reconocimiento a los derechos humanos, respeto a las leyes y demandas para acabar con la violencia. De esas mujeres, ya no necesita el país, ni los partidos políticos y menos los electores y electoras.

Una vez más miles de mujeres, y hombres mexicanos confiamos en que la selección de candidatas y candidatos, sea de mujeres (y hombres) comprometidas, responsables, que se respeten a si mismas, a si mismos y reconozcan que llegan a servir, a trabajar, en la oportunidad que se les da, para avanzar, no para retroceder, en el desarrollo de un país igualitario, justo, respetuoso de la ley en donde vivan sus habitantes en paz.

Hoy en Mexico, como otros países, cada vez las mujeres de todas las edades, de todas las clases sociales, impulsadas por su descontento, por la indiferencia, por la negación al cambio cultural, que acarrea violencia, se manifiestan en marchas, que año con año crean conciencia de respeto y reconocimiento al valor de la mujer como ser humano igual. Pero todavía falta mucho que recorrer, y las manifestaciones seguirán y serán mas grandes.

Pero ahora que se presenta la oportunidad de sumarnos a la lucha por la no violencia, votaremos por quien garantice luchar por la paz.