/ viernes 27 de septiembre de 2019

Subrayando / Tanto estudiar y, ¿para qué?


Según los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2.2 millones de personas que cuentan con instrucción media superior y nivel universitario se encuentran en condiciones de subocupación o desocupación en el país.

En el II trimestre del presente año creció en más de 169 mil el número de personas con mayor instrucción que se sumaron a la subocupación y otros 24 mil con preparatoria y universidad aumentaron las filas de población desocupada.

El esfuerzo de miles de familias por apoyar a sus hijos tanto económicamente como emocionalmente con la esperanza de dejarles la mejor herencia en la educación, para que tengan los medios de competencia y seguridad al estar mejor preparados, se pierde al verlos luchar por conseguir trabajo.

Expertos del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey comentan que “la población que cuenta con un mayor nivel de preparación es la que más sufre para encontrar una fuente de empleo”.

También comentan “se debe a que existe una menor actividad económica, invirtiendo menos en el país, disminuyendo las plazas laborales que requieren una especialidad elevada”.

Sin embargo aquellas personas que apenas tienen primaria incompleta o completa, su subocupación es menor, en comparación de aquellas que tienen mayor preparación.

Claro que el país necesita de personas cada vez mejor preparadas, claro que el país necesita de la reactivación de la economía, claro que se necesitan mayor número de lugares y oportunidades de trabajo para las personas que tienen mayor nivel de instrucción, claro que se requiere mejorar la calidad en los puestos de trabajo.

Pero mientras vemos a las personas que tienen estudios desilusionarse, cansarse de no encontrar espacios que les permitan aportar lo que han aprendido. Algunos (los muy pocos), se van del país. entregan su aportación académica, intelectual, su capacidad creadora a otras naciones, dejando ese gran potencial fuera del país, o resignarse a estar subocupados o desocupados en México. Este también es un problema educativo y social que requiere prioridad en la atención, ¿o no?

EX DIPUTADA / @yolandasenties


Según los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2.2 millones de personas que cuentan con instrucción media superior y nivel universitario se encuentran en condiciones de subocupación o desocupación en el país.

En el II trimestre del presente año creció en más de 169 mil el número de personas con mayor instrucción que se sumaron a la subocupación y otros 24 mil con preparatoria y universidad aumentaron las filas de población desocupada.

El esfuerzo de miles de familias por apoyar a sus hijos tanto económicamente como emocionalmente con la esperanza de dejarles la mejor herencia en la educación, para que tengan los medios de competencia y seguridad al estar mejor preparados, se pierde al verlos luchar por conseguir trabajo.

Expertos del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey comentan que “la población que cuenta con un mayor nivel de preparación es la que más sufre para encontrar una fuente de empleo”.

También comentan “se debe a que existe una menor actividad económica, invirtiendo menos en el país, disminuyendo las plazas laborales que requieren una especialidad elevada”.

Sin embargo aquellas personas que apenas tienen primaria incompleta o completa, su subocupación es menor, en comparación de aquellas que tienen mayor preparación.

Claro que el país necesita de personas cada vez mejor preparadas, claro que el país necesita de la reactivación de la economía, claro que se necesitan mayor número de lugares y oportunidades de trabajo para las personas que tienen mayor nivel de instrucción, claro que se requiere mejorar la calidad en los puestos de trabajo.

Pero mientras vemos a las personas que tienen estudios desilusionarse, cansarse de no encontrar espacios que les permitan aportar lo que han aprendido. Algunos (los muy pocos), se van del país. entregan su aportación académica, intelectual, su capacidad creadora a otras naciones, dejando ese gran potencial fuera del país, o resignarse a estar subocupados o desocupados en México. Este también es un problema educativo y social que requiere prioridad en la atención, ¿o no?

EX DIPUTADA / @yolandasenties