/ lunes 12 de marzo de 2018

#TodoComunica


Sí, somos diferentes

No somos iguales y celebro que las mujeres y los hombres seamos distintos, porque nos ofrece una maravillosa complementariedad para conocer territorios no explorados, aprender y crecer juntos.

Su hipocampo -el área del cerebro relacionada con la memoria-, es 25 por ciento más grande que el de los hombres y tienen mayor capacidad de percibir. Identifican mejor los mensajes corporales, gestos y palabras, tienen 30 por ciento más sensibilidad en el tacto y escuchan mejor.

La Universidad de Maryland, en Baltimore, Estados Unidos, identificó que las mujeres tienen altos niveles de la “Proteína del Lenguaje” (FoxP2), por lo que interpretan una misma palabra de diferentes formas, hablan más y aprenden a hacerlo a edades más tempranas. La mejor conexión de sus dos hemisferios les permite analizar de forma más compleja: objetiva y analíticamente en el lado izquierdo, y de forma creativa en el lado derecho.

Las mujeres tienen más grande el “giro del cíngulo” -área del cerebro involucrada en la formación de emociones, enfocada a la conducta y el aprendizaje-, lo que las hace más empáticas, y su liderazgo es más sensible, enfocado a beneficiar a la mayoría.

“Cuando el número de mujeres ocupadas aumenta, las economías crecen. Según estudios efectuados en países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y en algunos países no miembros, el aumento de la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo —o una reducción de la disparidad entre la participación de mujeres y hombres en la fuerza laboral— produce un crecimiento económico más rápido”, indica ONU Mujeres y añade: “…incrementar la proporción de los ingresos del hogar controlados por las mujeres, procedentes de lo que ganan ellas mismas o de transferencias de dinero, modifica los patrones de gasto en formas que benefician a hijas e hijos”.

México sigue teniendo una de las mayores brechas de empleo por género, con un impacto económico negativo. En nuestro país sólo 44.9 % de las mujeres en edad de trabajar están empleadas (frente a 78.5 % de hombres), lo que nos coloca en la tercera posición más baja en la OCDE, luego de Turquía y Grecia. Además, las mujeres enfrentan elevadas tasas de violencia en el hogar y en el espacio público, como lo muestran las cifras de feminicidios.

Sí, soy anticuado. Estoy a favor de la caballerosidad ante una mujer, pero insisto: las condiciones estructurales de desigualdad entre hombres y mujeres deben eliminarse. Reconozcamos la gran aportación que realizan donde se desempeñen. Es urgente que todos entendamos que las diferencias nos fortalecen, pero deben tener espacios reales de desarrollo.

PERCEPCIÓN. Hombres y las mujeres en la foto del equipo de José A. Meade: 38 - 21.


Sí, somos diferentes

No somos iguales y celebro que las mujeres y los hombres seamos distintos, porque nos ofrece una maravillosa complementariedad para conocer territorios no explorados, aprender y crecer juntos.

Su hipocampo -el área del cerebro relacionada con la memoria-, es 25 por ciento más grande que el de los hombres y tienen mayor capacidad de percibir. Identifican mejor los mensajes corporales, gestos y palabras, tienen 30 por ciento más sensibilidad en el tacto y escuchan mejor.

La Universidad de Maryland, en Baltimore, Estados Unidos, identificó que las mujeres tienen altos niveles de la “Proteína del Lenguaje” (FoxP2), por lo que interpretan una misma palabra de diferentes formas, hablan más y aprenden a hacerlo a edades más tempranas. La mejor conexión de sus dos hemisferios les permite analizar de forma más compleja: objetiva y analíticamente en el lado izquierdo, y de forma creativa en el lado derecho.

Las mujeres tienen más grande el “giro del cíngulo” -área del cerebro involucrada en la formación de emociones, enfocada a la conducta y el aprendizaje-, lo que las hace más empáticas, y su liderazgo es más sensible, enfocado a beneficiar a la mayoría.

“Cuando el número de mujeres ocupadas aumenta, las economías crecen. Según estudios efectuados en países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y en algunos países no miembros, el aumento de la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo —o una reducción de la disparidad entre la participación de mujeres y hombres en la fuerza laboral— produce un crecimiento económico más rápido”, indica ONU Mujeres y añade: “…incrementar la proporción de los ingresos del hogar controlados por las mujeres, procedentes de lo que ganan ellas mismas o de transferencias de dinero, modifica los patrones de gasto en formas que benefician a hijas e hijos”.

México sigue teniendo una de las mayores brechas de empleo por género, con un impacto económico negativo. En nuestro país sólo 44.9 % de las mujeres en edad de trabajar están empleadas (frente a 78.5 % de hombres), lo que nos coloca en la tercera posición más baja en la OCDE, luego de Turquía y Grecia. Además, las mujeres enfrentan elevadas tasas de violencia en el hogar y en el espacio público, como lo muestran las cifras de feminicidios.

Sí, soy anticuado. Estoy a favor de la caballerosidad ante una mujer, pero insisto: las condiciones estructurales de desigualdad entre hombres y mujeres deben eliminarse. Reconozcamos la gran aportación que realizan donde se desempeñen. Es urgente que todos entendamos que las diferencias nos fortalecen, pero deben tener espacios reales de desarrollo.

PERCEPCIÓN. Hombres y las mujeres en la foto del equipo de José A. Meade: 38 - 21.