/ lunes 25 de junio de 2018

#TodoComunica


¿Aún estarán a tiempo?

La frase: “Aún tenemos tiempo” cobra gran relevancia, sobre todo a menos de una semana de que casi 90 millones de mexicanos podremos elegir: al próximo presidente de la República, senadores, diputados federales y –en el caso mexiquense- ayuntamientos y diputados locales.

Este domingo, José Antonio Meade Kuribreña, candidato de la coalición “Todos por México”, impulsado fundamentalmente por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), tuvo uno de sus cierres de campaña en Toluca.

Apenas tardó 10 minutos en recorrer un pasillo de 100 metros entre la calle Independencia y el templete colocado casi al centro de la Plaza de los Mártires en la capital mexiquense. A las 10:24 la animadora –que entusiasmó más a los asistentes que el propio cantante: Pedrito Fernández- anunció que el candidato ya estaba en el lugar y su imagen apareció en las cinco pantallas colocadas.

El espacio de los “invitados especiales” de prensa –directivos, propietarios, locutores y opinadores, junto con jefes de prensa de algunos candidatos- fue ocupado, en su mayoría, por familiares de los priistas que no colocaron en otros lugares asignados. Es notoria la distancia y el “frío” que existe con los medios estatales y locales.

Hablaron de inclusión, pero estuvieron ausentes los militantes de Nueva Alianza y los Verde-ecologistas. Solamente refirieron a sus líderes de manera general; ninguno de ellos habló. No se destacaron los liderazgos regionales del Estado de México.

José Antonio Meade subió al templete tomado de la mano de su esposa, Juana Cuevas, a quien siempre la refirieron como la “futura primera dama”. Este lunes cumplirá 24 años de casada con el candidato, quien –desde mi análisis- no superó la oratoria de César Camacho, candidato al Senado por el Estado de México –quien insiste en utilizar expresiones muy académicas y “cultas” en sus mensajes.

Tampoco alcanzó la potencia y energía de René Juárez Cisneros, el dirigente nacional del PRI, a quien Meade le reconoció haber tomado la conducción del partido “en un momento complicado”.

Pensé que el encuadre de los medios estaba distorsionado por no favorecerle, pero no. Ante la militancia priista –que César Camacho calificó de “heroica”- José Antonio Meade expresó demasiadas ideas. Reiteró propuestas generales, agradeció a su familia y rozó apenas la emotividad cuando dijo: “vamos a ganar porque nos vamos a presentar con la frente en alto y con el corazón en la mano”. No conectó.

Ofreció un gobierno honesto y honorable, rodeado de Emilio Gamboa Patrón, líder en el Senado de los “tricolores”, y de secretarios federales como Gerardo Ruiz Esparza, Luis Videgaray Caso, José Antonio González Anaya, José Narro Robles, acompañado -por supuesto- del gobernador Alfredo Del Mazo Maza y de Ernesto Némer Álvarez. ¿Aún estarán a tiempo?

@RJoyaC


¿Aún estarán a tiempo?

La frase: “Aún tenemos tiempo” cobra gran relevancia, sobre todo a menos de una semana de que casi 90 millones de mexicanos podremos elegir: al próximo presidente de la República, senadores, diputados federales y –en el caso mexiquense- ayuntamientos y diputados locales.

Este domingo, José Antonio Meade Kuribreña, candidato de la coalición “Todos por México”, impulsado fundamentalmente por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), tuvo uno de sus cierres de campaña en Toluca.

Apenas tardó 10 minutos en recorrer un pasillo de 100 metros entre la calle Independencia y el templete colocado casi al centro de la Plaza de los Mártires en la capital mexiquense. A las 10:24 la animadora –que entusiasmó más a los asistentes que el propio cantante: Pedrito Fernández- anunció que el candidato ya estaba en el lugar y su imagen apareció en las cinco pantallas colocadas.

El espacio de los “invitados especiales” de prensa –directivos, propietarios, locutores y opinadores, junto con jefes de prensa de algunos candidatos- fue ocupado, en su mayoría, por familiares de los priistas que no colocaron en otros lugares asignados. Es notoria la distancia y el “frío” que existe con los medios estatales y locales.

Hablaron de inclusión, pero estuvieron ausentes los militantes de Nueva Alianza y los Verde-ecologistas. Solamente refirieron a sus líderes de manera general; ninguno de ellos habló. No se destacaron los liderazgos regionales del Estado de México.

José Antonio Meade subió al templete tomado de la mano de su esposa, Juana Cuevas, a quien siempre la refirieron como la “futura primera dama”. Este lunes cumplirá 24 años de casada con el candidato, quien –desde mi análisis- no superó la oratoria de César Camacho, candidato al Senado por el Estado de México –quien insiste en utilizar expresiones muy académicas y “cultas” en sus mensajes.

Tampoco alcanzó la potencia y energía de René Juárez Cisneros, el dirigente nacional del PRI, a quien Meade le reconoció haber tomado la conducción del partido “en un momento complicado”.

Pensé que el encuadre de los medios estaba distorsionado por no favorecerle, pero no. Ante la militancia priista –que César Camacho calificó de “heroica”- José Antonio Meade expresó demasiadas ideas. Reiteró propuestas generales, agradeció a su familia y rozó apenas la emotividad cuando dijo: “vamos a ganar porque nos vamos a presentar con la frente en alto y con el corazón en la mano”. No conectó.

Ofreció un gobierno honesto y honorable, rodeado de Emilio Gamboa Patrón, líder en el Senado de los “tricolores”, y de secretarios federales como Gerardo Ruiz Esparza, Luis Videgaray Caso, José Antonio González Anaya, José Narro Robles, acompañado -por supuesto- del gobernador Alfredo Del Mazo Maza y de Ernesto Némer Álvarez. ¿Aún estarán a tiempo?

@RJoyaC