Comunicación política 2.1
La lógica indicaría que planear, operar y evaluar una estrategia de comunicación política, institucional, gubernamental o corporativa, debería realizarse de manera sincronizada; sin embargo, no siempre ocurre así y en ocasiones, incluso, van en contrasentido.
El libro “Comunicación política 2.1 Modelo para armar” -editado por la Universidad Nacional Autónoma de México y Editora Periodística y Análisis de Contenido-, ofrece una explicación clara y ordenada de ese proceso.
Si bien el planteamiento de origen se enfoca a la comunicación política, los autores: Felipe Chao Ebergenyi, Juan María Naveja y Sergio Anzaldo Baeza, explican con sencillez y detalle, la forma como tendrían que realizarse las acciones para dar a conocer lo que una figura pública, o una entidad, llevan a cabo.
Durante la presentación del libro -en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx)-, Sergio Anzaldo resaltó el valor de la comunicación y propone una herramienta para medir el impacto de las estrategias, a partir de su presencia en los medios informativos: “Índice de Valor Editorial”.
Karla Brito Gómez, profesora investigadora de la propia facultad; Juan Portilla Estrada, director de comunicación de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), y Ximena Perriello Salgado, directora de Análisis de Información en medios, de la Presidencia de la República, compartieron sus reflexiones, a partir de la obra.
Karla Brito destacó que evidencia la necesidad de contar con profesionales de la comunicación para desarrollar estrategias efectivas y clarifica cuáles son los conocimientos, las habilidades y actitudes que deben formarse en los estudiantes, para desempeñarse en ese campo de la comunicación.
En su oportunidad, Ximena Perriello explicó que “informar no es comunicar” y que –aunque parece una obviedad- es muy frecuente confundir, desde las instituciones y los gobiernos, ambos conceptos, dejando de lado la necesidad de lograr mayor cercanía con la sociedad. Advirtió que “no debe sobreestimarse a la comunicación”, porque si los hechos y acciones de un gobierno no son efectivos para la sociedad, difícilmente la comunicación podrá corregirlos.
A su vez, Juan Portilla resaltó que el modelo de comunicación que se siguió durante muchos años está agotado y las condiciones actuales obligan a replantearlo, para evitar que las áreas de comunicación sean solo “contestatarias de lo que dice la prensa”.
A partir de los comentarios, recordé una máxima que siempre sostengo en el ámbito de la administración pública: “lo que la política no resuelve, la comunicación no lo repara”. Le invito a leer la obra.
PERCEPCIÓN
Un rostro golpeado, sin explicación, siempre generará rumores… y los rumores no ayudan.
