/ miércoles 4 de octubre de 2017

#TodoComunica

Le ganaron el movimiento a las instituciones haciendo el suyo, con sus reglas y dinámica propia. En cantidad fueron superiores, en energía y rapidez destacaron. Se colocaron en los sitios donde era necesario ayudar. El 19 de septiembre, los jóvenes de esta generación hicieron un parteaguas en la historia del país. Gracias a su intervención, redujeron el impacto emocional y social del sismo, porque rápidamente -utilizando las redes sociales-, organizaron “su respuesta” y apoyo.

Los jóvenes de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) –como de otras instituciones de educación- actuaron de inmediato e instalaron centros de acopio, donaron y recolectaron víveres, ropa, juguetes y levantaron escombros. No hicieron diferencias, ayudaron a familiares, amigos y desconocidos. Muchos siguen apoyando, además de atender sus clases.

Sin violencia, pero con claridad, firmeza y pasión, los jóvenes de esta época han asumido su papel para transformar las circunstancias. Los jóvenes siempre buscan cambios.

Hace 49 años, aquellos jóvenes hicieron historia, pero el recuerdo es trágico. Estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Universidad Autónoma Chapingo, el Colegio de México y la Universidad Iberoamericana, entre otras, protagonizaron un movimiento para lograr mejores condiciones de vida en este país.

Aquellos jóvenes -inspirados por sus similares franceses, que en mayo del 68 sacudieron a la sociedad gala-, pedían mayores oportunidades políticas y reducir la desigualdad, señalando las fallas del régimen priista y buscando su término.

Exactamente el 2 octubre en la Plaza de las Tres Culturas –diez días antes del inicio de los Juegos Olímpicos en México- el gobierno, con el Batallón Olimpia, reprimió violentamente, a las 17:55 horas, la manifestación que congregó a más de seis mil estudiantes. Se estima que murieron 400.

Ahora, militares y jóvenes ayudaron a los damnificados. El pasado 19 de septiembre, si no hubiera sido por la acción de los jóvenes, mucha gente no habría recibido oportunamente apoyo. Gracias a los jóvenes, al gobierno no le aumentó dramáticamente la crisis provocada por la emergencia.

Le corresponde al Estado mexicano coordinar la reactivación de todos los sectores. El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, estimó en 37 mil millones de pesos los recursos necesarios para la reconstrucción donde se han registrado daños por los huracanes y sismos. En cuatro meses se recuperarán las viviendas perdidas, aseguró el mandatario. La gente espera resultados, decisiones que se traduzcan en políticas públicas para resolver sus problemas y ahora –lamentablemente- existen muchos, en varios frentes.

Los jóvenes han mostrado energía, capacidad de organización y dinamismo. Sin duda demandarán resultados, sobre todo con miras a la elección de 2018.

Percepción

De acuerdo con el INEGI, los establecimientos afectados por los sismos en el Estado de México suman 664 mil 785, el mayor porcentaje (11.8) de los más de 2.3 millones que presentaron algún daño en el país. La Encuesta sobre las Afectaciones de los Sismos de Septiembre de 2017 refiere que únicamente 5.7 por ciento de los establecimientos mexiquenses dañados ha recibido apoyo.

Twitter: @RJoyaC

Le ganaron el movimiento a las instituciones haciendo el suyo, con sus reglas y dinámica propia. En cantidad fueron superiores, en energía y rapidez destacaron. Se colocaron en los sitios donde era necesario ayudar. El 19 de septiembre, los jóvenes de esta generación hicieron un parteaguas en la historia del país. Gracias a su intervención, redujeron el impacto emocional y social del sismo, porque rápidamente -utilizando las redes sociales-, organizaron “su respuesta” y apoyo.

Los jóvenes de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) –como de otras instituciones de educación- actuaron de inmediato e instalaron centros de acopio, donaron y recolectaron víveres, ropa, juguetes y levantaron escombros. No hicieron diferencias, ayudaron a familiares, amigos y desconocidos. Muchos siguen apoyando, además de atender sus clases.

Sin violencia, pero con claridad, firmeza y pasión, los jóvenes de esta época han asumido su papel para transformar las circunstancias. Los jóvenes siempre buscan cambios.

Hace 49 años, aquellos jóvenes hicieron historia, pero el recuerdo es trágico. Estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Universidad Autónoma Chapingo, el Colegio de México y la Universidad Iberoamericana, entre otras, protagonizaron un movimiento para lograr mejores condiciones de vida en este país.

Aquellos jóvenes -inspirados por sus similares franceses, que en mayo del 68 sacudieron a la sociedad gala-, pedían mayores oportunidades políticas y reducir la desigualdad, señalando las fallas del régimen priista y buscando su término.

Exactamente el 2 octubre en la Plaza de las Tres Culturas –diez días antes del inicio de los Juegos Olímpicos en México- el gobierno, con el Batallón Olimpia, reprimió violentamente, a las 17:55 horas, la manifestación que congregó a más de seis mil estudiantes. Se estima que murieron 400.

Ahora, militares y jóvenes ayudaron a los damnificados. El pasado 19 de septiembre, si no hubiera sido por la acción de los jóvenes, mucha gente no habría recibido oportunamente apoyo. Gracias a los jóvenes, al gobierno no le aumentó dramáticamente la crisis provocada por la emergencia.

Le corresponde al Estado mexicano coordinar la reactivación de todos los sectores. El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, estimó en 37 mil millones de pesos los recursos necesarios para la reconstrucción donde se han registrado daños por los huracanes y sismos. En cuatro meses se recuperarán las viviendas perdidas, aseguró el mandatario. La gente espera resultados, decisiones que se traduzcan en políticas públicas para resolver sus problemas y ahora –lamentablemente- existen muchos, en varios frentes.

Los jóvenes han mostrado energía, capacidad de organización y dinamismo. Sin duda demandarán resultados, sobre todo con miras a la elección de 2018.

Percepción

De acuerdo con el INEGI, los establecimientos afectados por los sismos en el Estado de México suman 664 mil 785, el mayor porcentaje (11.8) de los más de 2.3 millones que presentaron algún daño en el país. La Encuesta sobre las Afectaciones de los Sismos de Septiembre de 2017 refiere que únicamente 5.7 por ciento de los establecimientos mexiquenses dañados ha recibido apoyo.

Twitter: @RJoyaC