/ lunes 11 de febrero de 2019

#TodoComunica


Fraternidad en un planeta egoísta

Épocas complejas y de grandes desafíos para la educación universitaria. El gobierno federal quiere impulsar la gratuidad en todos los niveles, incluyendo el superior. Prevé eliminar las cuotas estudiantiles -sin compensación en el presupuesto que reciben las instituciones- lo que podría significar un problema financiero de 13 mil millones de pesos, por año, para las universidades públicas.

Obtener los votos de los jóvenes, con miras a las elecciones federales intermedias de 2021 -porque ese es el fondo de la idea-, podría provocar un problema mayor para el país y disminuir la calidad educativa universitaria.

En la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, donde se desarrollan audiencias públicas en materia educativa, el secretario general de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), Jaime Valls Esponda, alertó sobre la imprecisión con respecto a la gratuidad, porque significaría eliminar apoyos y servicios para los estudiantes.

Pensar que de la noche a la mañana es posible ofrecer gratuidad total en la educación, como ocurre en Noruega, es absurdo, porque en ese país los ciudadanos pagan hasta 60 por ciento de impuestos. En nuestro caso, jamás hemos alcanzado esos niveles de recaudación.

Por ello, cobra relevancia la iniciativa del rector de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), Alfredo Barrera Baca, para impulsar el “Programa Universitario Benefactor”, que lanzó en el Patio del Centenario del edificio de Rectoría. En su mensaje -siempre claro y sobrio-, el doctor Barrera expresó su confianza en que “este programa no solo alivie las necesidades materiales, sino que inspire la restauración de la fraternidad en un planeta egoísta”.

Ante más de 600 universitarios, ex rectores, egresados, docentes y personal administrativo, el presidente de la Fundación UAEMéx y exgobernador de la entidad, Emilio Chuayffet Chemor, expresó -con la lucidez que siempre le ha caracterizado-, que se rompe una tradición paternalista de que el gobierno y la propia universidad, son los únicos para administrar el quehacer educativo y cultural. El paternalismo –subrayó- “se convierte en gestión democrática que revive la solidaridad”.

“Por experiencia académica y profesional –dijo el rector, refiriéndose a los primeros benefactores- saben que el rigor de la austeridad no será suficiente para atacar el monstruo financiero, y motu propio contribuyen con muestras de apoyo. Todas grandes y todas las agradecemos”.

Fue notoria la ausencia de muchos universitarios con trayectorias exitosas. Esperemos que su solidaridad llegue.

PERCEPCIÓN

A pesar de todo, la gente confía más en los medios de comunicación tradicionales, por encima de las plataformas on line. Datos en @saladeprensa


Fraternidad en un planeta egoísta

Épocas complejas y de grandes desafíos para la educación universitaria. El gobierno federal quiere impulsar la gratuidad en todos los niveles, incluyendo el superior. Prevé eliminar las cuotas estudiantiles -sin compensación en el presupuesto que reciben las instituciones- lo que podría significar un problema financiero de 13 mil millones de pesos, por año, para las universidades públicas.

Obtener los votos de los jóvenes, con miras a las elecciones federales intermedias de 2021 -porque ese es el fondo de la idea-, podría provocar un problema mayor para el país y disminuir la calidad educativa universitaria.

En la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, donde se desarrollan audiencias públicas en materia educativa, el secretario general de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), Jaime Valls Esponda, alertó sobre la imprecisión con respecto a la gratuidad, porque significaría eliminar apoyos y servicios para los estudiantes.

Pensar que de la noche a la mañana es posible ofrecer gratuidad total en la educación, como ocurre en Noruega, es absurdo, porque en ese país los ciudadanos pagan hasta 60 por ciento de impuestos. En nuestro caso, jamás hemos alcanzado esos niveles de recaudación.

Por ello, cobra relevancia la iniciativa del rector de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), Alfredo Barrera Baca, para impulsar el “Programa Universitario Benefactor”, que lanzó en el Patio del Centenario del edificio de Rectoría. En su mensaje -siempre claro y sobrio-, el doctor Barrera expresó su confianza en que “este programa no solo alivie las necesidades materiales, sino que inspire la restauración de la fraternidad en un planeta egoísta”.

Ante más de 600 universitarios, ex rectores, egresados, docentes y personal administrativo, el presidente de la Fundación UAEMéx y exgobernador de la entidad, Emilio Chuayffet Chemor, expresó -con la lucidez que siempre le ha caracterizado-, que se rompe una tradición paternalista de que el gobierno y la propia universidad, son los únicos para administrar el quehacer educativo y cultural. El paternalismo –subrayó- “se convierte en gestión democrática que revive la solidaridad”.

“Por experiencia académica y profesional –dijo el rector, refiriéndose a los primeros benefactores- saben que el rigor de la austeridad no será suficiente para atacar el monstruo financiero, y motu propio contribuyen con muestras de apoyo. Todas grandes y todas las agradecemos”.

Fue notoria la ausencia de muchos universitarios con trayectorias exitosas. Esperemos que su solidaridad llegue.

PERCEPCIÓN

A pesar de todo, la gente confía más en los medios de comunicación tradicionales, por encima de las plataformas on line. Datos en @saladeprensa