/ lunes 18 de febrero de 2019

#TodoComunica


La sensación

Especialistas en estudios de opinión pública han registrado el creciente apoyo “popular” hacia al presidente, Andrés Manuel López Obrador. Estiman que cada semana aumenta su aprobación y ya supera 80 por ciento de respaldo. ¿Cómo es posible, luego de algunas decisiones que “han impactado” negativamente en diferentes sectores, como la cancelación del nuevo aeropuerto, el despido de miles de burócratas, el cierre de guarderías, el desabasto de gasolina o la creación de la guardia nacional?

Imaginemos que usted ya no se siente cómoda o cómodo en su oficina –u hogar- porque todo permanece igual desde hace varios años. Los mismos muebles donde siempre, las cosas relativamente ordenadas –aunque no como usted quisiera- y en algunos sitios se nota que hay suciedad, y –de un día para otro- los muebles cambiaron de lugar, las cosas que consideraba innecesarias ya no están y empieza a percibir –subrayo: percibir- que ya no hay tanta suciedad como antes.

De primera intención, es altamente probable que se sienta diferente. No tiene claridad de qué ocurrió, pero dentro de usted una voz le dice: “¡Por fin, algo se hizo! Ya no está igual que antes”. “¡Órale!, ¿qué hicieron?” -podría preguntar y tendrá la “sensación” de que se ve mejor… o al menos diferente.

Algo así ocurrió con millones de mexicanos. Una gran mayoría quería que las cosas cambiaran, porque los gobiernos de los últimos 35 años eran “como iguales”, aún con la llegada de los panistas. Hasta Vicente Fox -que sacó al PRI de Los Pinos- (que ya no es la “residencia oficial”. Primer cambio) dejó su ropa de mezclilla y hasta las botas, para parecerse a aquello que criticaba.

En julio de 2018, aquí lo comenté (#TodoComunica. 9 de julio) al referir un estudio de la UNAM: “Siete de cada 10 ciudadanos respondió que México iba ‘por el camino equivocado’. Ocurrió lo advertido: la mayoría decidió cambiar la ruta y al régimen”, escribí aquella ocasión.

Por ello esa urgencia –que no es efectividad de fondo- con la que el presidente “mueve los muebles”, rompe los modelos; asegura –sin mostrar todas las pruebas- que está todo sucio en la casa y que la está limpiando (¿será?). Mantiene la esperanza de que habrá una mejor condición.

Satisface esa expectativa de que las cosas serán diferentes… o al menos genera la sensación. Al tiempo -con los resultados comprobables-, valoraremos si esos “cambios” en verdad mejoran o resultan peores. Por lo pronto “las cosas cambian”.

PERCEPCIÓN

El presidente del Poder Judicial del Estado de México, Sergio Javier Medina Peñaloza, inició su último año de gestión. Rindió su Cuarto Informe de Desarrollo Estratégico y aseguró que esa instancia se adapta “a las nuevas realidades presupuestarias”. Hay avances, sin duda. ¿Cómo lo percibirá la gente?


La sensación

Especialistas en estudios de opinión pública han registrado el creciente apoyo “popular” hacia al presidente, Andrés Manuel López Obrador. Estiman que cada semana aumenta su aprobación y ya supera 80 por ciento de respaldo. ¿Cómo es posible, luego de algunas decisiones que “han impactado” negativamente en diferentes sectores, como la cancelación del nuevo aeropuerto, el despido de miles de burócratas, el cierre de guarderías, el desabasto de gasolina o la creación de la guardia nacional?

Imaginemos que usted ya no se siente cómoda o cómodo en su oficina –u hogar- porque todo permanece igual desde hace varios años. Los mismos muebles donde siempre, las cosas relativamente ordenadas –aunque no como usted quisiera- y en algunos sitios se nota que hay suciedad, y –de un día para otro- los muebles cambiaron de lugar, las cosas que consideraba innecesarias ya no están y empieza a percibir –subrayo: percibir- que ya no hay tanta suciedad como antes.

De primera intención, es altamente probable que se sienta diferente. No tiene claridad de qué ocurrió, pero dentro de usted una voz le dice: “¡Por fin, algo se hizo! Ya no está igual que antes”. “¡Órale!, ¿qué hicieron?” -podría preguntar y tendrá la “sensación” de que se ve mejor… o al menos diferente.

Algo así ocurrió con millones de mexicanos. Una gran mayoría quería que las cosas cambiaran, porque los gobiernos de los últimos 35 años eran “como iguales”, aún con la llegada de los panistas. Hasta Vicente Fox -que sacó al PRI de Los Pinos- (que ya no es la “residencia oficial”. Primer cambio) dejó su ropa de mezclilla y hasta las botas, para parecerse a aquello que criticaba.

En julio de 2018, aquí lo comenté (#TodoComunica. 9 de julio) al referir un estudio de la UNAM: “Siete de cada 10 ciudadanos respondió que México iba ‘por el camino equivocado’. Ocurrió lo advertido: la mayoría decidió cambiar la ruta y al régimen”, escribí aquella ocasión.

Por ello esa urgencia –que no es efectividad de fondo- con la que el presidente “mueve los muebles”, rompe los modelos; asegura –sin mostrar todas las pruebas- que está todo sucio en la casa y que la está limpiando (¿será?). Mantiene la esperanza de que habrá una mejor condición.

Satisface esa expectativa de que las cosas serán diferentes… o al menos genera la sensación. Al tiempo -con los resultados comprobables-, valoraremos si esos “cambios” en verdad mejoran o resultan peores. Por lo pronto “las cosas cambian”.

PERCEPCIÓN

El presidente del Poder Judicial del Estado de México, Sergio Javier Medina Peñaloza, inició su último año de gestión. Rindió su Cuarto Informe de Desarrollo Estratégico y aseguró que esa instancia se adapta “a las nuevas realidades presupuestarias”. Hay avances, sin duda. ¿Cómo lo percibirá la gente?