/ lunes 8 de abril de 2019

#TodoComunica


¿Quiénes desean que la Universidad Autónoma del Estado de México entre a procesos de descomposición y división?, ¿Por qué el “silencio amigo” ante las baterías que se enfilan contra el Rector y el Consejo Universitario?, ¿Quién ganaría si se altera la estabilidad que se ha sostenido –a pesar de todo- en la UAEMéx?

En julio del año pasado, el Consejo Universitario –que es la máxima autoridad de la casa “verde y oro”- aprobó por unanimidad la reforma a la ley de la UAEMéx, luego de analizar más de 300 mil opiniones recabadas en 60 días. En esa iniciativa no se autorizó la ampliación del periodo ni la reelección del rector y de las autoridades directivas de los diferentes organismos académicos.

Se dio como alternativa la “ratificación” -por un periodo más de cuatro años- condicionada a la aprobación de los alumnos, académicos y trabajadores administrativos, aunque no aplicaría para las autoridades actuales, es decir: ni el rector Alfredo Barrera Baca, ni quienes sean directivos al momento de la eventual entrada en vigor de la ley, podrían tener esa posibilidad.

En aquella iniciativa –que se quedó, extrañamente, en el Poder Ejecutivo- para ser rector o rectora de la UAEMéx se planteaba como requisitos acreditar experiencia académica, de investigación o administrativa, y presentar las declaraciones: Fiscal, Patrimonial y de Intereses, conocida como la “3 de 3”.

La semana pasada, el grupo parlamentario de Morena ingresó una iniciativa para modificar la Ley de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) con la clara intención de intervenir en la Máxima Casa de Estudios mexiquense, a partir de una coyuntura política, y tomar el control de una de las instituciones con mayor poder e influencia en la entidad. Argumentan que se fortalecerá la institución… ¿a costa de su intervención política?

La autonomía de la universidad –que se concretó en 1956- ha garantizado la libertad de cátedra, de investigación y creación cultural, con el objetivo de evitar totalitarismos.

Pero esa autonomía no es justificación para eludir la transparencia y la rendición de cuentas. En el caso de la UAEMéx, es vigilada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), por el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM), por empresas independientes de auditoría –con reconocimiento nacional e internacional-, así como por su contraloría interna para evaluar el desempeño de sus actividades.

Otras universidades públicas del país se han solidarizado con la UAEMéx y se advierte que lo que desean hacer con nuestra Universidad lo harán con otras instituciones… para que el poder absoluto regrese a nuestro país.

PERCEPCIÓN

Luchemos por la #AutonomíaUAEMéx y la #AutonomíaUniversitaria


¿Quiénes desean que la Universidad Autónoma del Estado de México entre a procesos de descomposición y división?, ¿Por qué el “silencio amigo” ante las baterías que se enfilan contra el Rector y el Consejo Universitario?, ¿Quién ganaría si se altera la estabilidad que se ha sostenido –a pesar de todo- en la UAEMéx?

En julio del año pasado, el Consejo Universitario –que es la máxima autoridad de la casa “verde y oro”- aprobó por unanimidad la reforma a la ley de la UAEMéx, luego de analizar más de 300 mil opiniones recabadas en 60 días. En esa iniciativa no se autorizó la ampliación del periodo ni la reelección del rector y de las autoridades directivas de los diferentes organismos académicos.

Se dio como alternativa la “ratificación” -por un periodo más de cuatro años- condicionada a la aprobación de los alumnos, académicos y trabajadores administrativos, aunque no aplicaría para las autoridades actuales, es decir: ni el rector Alfredo Barrera Baca, ni quienes sean directivos al momento de la eventual entrada en vigor de la ley, podrían tener esa posibilidad.

En aquella iniciativa –que se quedó, extrañamente, en el Poder Ejecutivo- para ser rector o rectora de la UAEMéx se planteaba como requisitos acreditar experiencia académica, de investigación o administrativa, y presentar las declaraciones: Fiscal, Patrimonial y de Intereses, conocida como la “3 de 3”.

La semana pasada, el grupo parlamentario de Morena ingresó una iniciativa para modificar la Ley de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) con la clara intención de intervenir en la Máxima Casa de Estudios mexiquense, a partir de una coyuntura política, y tomar el control de una de las instituciones con mayor poder e influencia en la entidad. Argumentan que se fortalecerá la institución… ¿a costa de su intervención política?

La autonomía de la universidad –que se concretó en 1956- ha garantizado la libertad de cátedra, de investigación y creación cultural, con el objetivo de evitar totalitarismos.

Pero esa autonomía no es justificación para eludir la transparencia y la rendición de cuentas. En el caso de la UAEMéx, es vigilada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), por el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM), por empresas independientes de auditoría –con reconocimiento nacional e internacional-, así como por su contraloría interna para evaluar el desempeño de sus actividades.

Otras universidades públicas del país se han solidarizado con la UAEMéx y se advierte que lo que desean hacer con nuestra Universidad lo harán con otras instituciones… para que el poder absoluto regrese a nuestro país.

PERCEPCIÓN

Luchemos por la #AutonomíaUAEMéx y la #AutonomíaUniversitaria