/ lunes 15 de abril de 2019

#TodoComunica

Fortalecer la conversación

Siente que ya no puede más. Mira a su alrededor y le parece que nada tiene sentido. Busca respuestas y encuentra silencio. En su cabeza hay confusión y no puede concentrarse. Tiene molestia y ni siquiera sabe por qué. Entra en desesperación. No puede conciliar el sueño y perdió el apetito. No sabe que está viviendo lo que será la segunda causa de discapacidad en el mundo para el año 2020: depresión.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que este problema de salud mental en países en vías de desarrollo, como México, será la primera causa de discapacidad y sus características son muy parecidas al cáncer o la diabetes tipo II.

La depresión es frecuente y se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos de sueño o apetito, sensación de cansancio y falta de concentración. Cuando la depresión se hace crónica o recurrente, dificulta el desempeño en el trabajo, la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria.

Se calcula que más de 600 millones de personas en el mundo son afectadas por este padecimiento y lamentablemente impacta más o es más visible en la mujer que en el hombre. En buena medida por la cultura machista, en el sentido de que los hombres no deben mostrarse sensibles a circunstancias adversas y deben ocultar sus sentimientos, lo que los lleva a no pedir ayuda.

En casos graves, puede llegar al suicidio. La OMS indica que cada año cerca de 800 mil personas se quitan la vida y entre jóvenes –de 15 a 29 años de edad- es la segunda causa de muerte.

Se estima que en México siete por ciento de las personas “vive” con depresión. Lamentablemente, de quienes la padecen, 90 por ciento no recibe los tratamientos adecuados, y uno de los factores que impacta en esa deficiente atención es la estigmatización de los trastornos mentales.

Hacer ejercicio, comer saludablemente y mantener buen ánimo, son dinámicas que pueden ayudar, pero un elemento clave es contar con redes de apoyo de amigos y familiares, aunque en algunos casos ni siquiera nos percatamos de que alguien cercano tiene depresión. La soledad es el peor entorno en ese problema.

Ahora que la mayoría tendremos algunos espacios para estar más cerca de nuestra familia y amigos, hagamos el esfuerzo por fortalecer la conversación. Dejemos a un lado los dispositivos móviles y recuperemos la comunicación “cara a cara”. Estemos más atentos, porque quizá alguien cercano padece depresión y de ser necesario, acudamos con un especialista en salud mental.

PERCEPCIÓN

Señales de diálogo entre la Legislatura estatal y la Universidad Autónoma del Estado de México. Deseamos que sea respetuoso, genuino y de provecho para la Máxima Casa de Estudios.

Fortalecer la conversación

Siente que ya no puede más. Mira a su alrededor y le parece que nada tiene sentido. Busca respuestas y encuentra silencio. En su cabeza hay confusión y no puede concentrarse. Tiene molestia y ni siquiera sabe por qué. Entra en desesperación. No puede conciliar el sueño y perdió el apetito. No sabe que está viviendo lo que será la segunda causa de discapacidad en el mundo para el año 2020: depresión.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que este problema de salud mental en países en vías de desarrollo, como México, será la primera causa de discapacidad y sus características son muy parecidas al cáncer o la diabetes tipo II.

La depresión es frecuente y se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos de sueño o apetito, sensación de cansancio y falta de concentración. Cuando la depresión se hace crónica o recurrente, dificulta el desempeño en el trabajo, la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria.

Se calcula que más de 600 millones de personas en el mundo son afectadas por este padecimiento y lamentablemente impacta más o es más visible en la mujer que en el hombre. En buena medida por la cultura machista, en el sentido de que los hombres no deben mostrarse sensibles a circunstancias adversas y deben ocultar sus sentimientos, lo que los lleva a no pedir ayuda.

En casos graves, puede llegar al suicidio. La OMS indica que cada año cerca de 800 mil personas se quitan la vida y entre jóvenes –de 15 a 29 años de edad- es la segunda causa de muerte.

Se estima que en México siete por ciento de las personas “vive” con depresión. Lamentablemente, de quienes la padecen, 90 por ciento no recibe los tratamientos adecuados, y uno de los factores que impacta en esa deficiente atención es la estigmatización de los trastornos mentales.

Hacer ejercicio, comer saludablemente y mantener buen ánimo, son dinámicas que pueden ayudar, pero un elemento clave es contar con redes de apoyo de amigos y familiares, aunque en algunos casos ni siquiera nos percatamos de que alguien cercano tiene depresión. La soledad es el peor entorno en ese problema.

Ahora que la mayoría tendremos algunos espacios para estar más cerca de nuestra familia y amigos, hagamos el esfuerzo por fortalecer la conversación. Dejemos a un lado los dispositivos móviles y recuperemos la comunicación “cara a cara”. Estemos más atentos, porque quizá alguien cercano padece depresión y de ser necesario, acudamos con un especialista en salud mental.

PERCEPCIÓN

Señales de diálogo entre la Legislatura estatal y la Universidad Autónoma del Estado de México. Deseamos que sea respetuoso, genuino y de provecho para la Máxima Casa de Estudios.