/ lunes 13 de mayo de 2019

#TodoComunica

Desgaste Inicial

“Acta Diurna Populi Romani” fue el primer periódico que creó el emperador romano, Julio César (100 – 44 a.C.). Destacado por sus capacidades de estratega, político, orador, prosista, triunfó en la guerra de las Galias donde derrotó a Pompeyo, y lo primero que ordenó fue llevar un diario de todos los actos populares y que se publicara.

La finalidad era mostrar todo lo que hacía “el César” e información relevante de diferentes aspectos de la vida en Roma, a partir de las directrices del emperador. Desde entonces, las estructuras de poder procuran que la gente -el pueblo, dirían en la 4T- conozca lo que hacen, a fin de mantener o acrecentar su influencia.

“El ejercicio del poder en cualquier ámbito implica, sobre todo, la capacidad de imponer y mantener el control sobre un país, un mercado, una población, un grupo de seguidores, una red de rutas comerciales”, explica Moisés Naim en su libro El fin del poder, y advierte que uno de los mayores desafíos es la forma de pensar de las personas, el cambio de valores, aspiraciones y expectativas, entre otros factores.

El principal reto para quienes gobiernan es lograr que la gente, la ciudadanía, perciba –y se convenza- que la ruta que han definido es la correcta, que sus propuestas y planteamientos son los acertados para resolver los problemas.

Si bien, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, ofrece de lunes a viernes sus mensajes “mañaneros”, la estrategia de comunicación del gobierno no le ha funcionado. De acuerdo con Consulta Mitofsky, entre el 14 de abril y el 11 de mayo, la aprobación del “primer mandatario” descendió 7 puntos porcentuales.

Esa forma de “comunicar” del presidente tuvo un efecto positivo para su imagen, cuando era jefe de gobierno de la Ciudad de México (2000-2005), ahora no le alcanza para sostenerle en los niveles de aprobación con los que inició: 62.6 por ciento (diciembre 2018) y que incrementó hasta su mejor nivel en 67.8, a mediados de abril pasado.

¿Qué ha sucedido? Parece que la urgencia, improvisación y ocurrencias al momento de comunicar las decisiones y acciones de su gobierno, no son necesariamente la mejor forma para dar confianza, ni a los inversionistas ni a la ciudadanía en general.

El modelo centralizado para que él sea el único que “planea”, dirige y divulga el mensaje del gobierno federal, ya le genera desgaste. Su equipo no se percibe y su manejo de las situaciones de crisis es muy deficiente.

Jamás será lo mismo hacer campaña que gobernar.

PERCEPCIÓN

Pintar las calles en mal estado no nos engaña. La pintura no tapa baches... Que alguien les avise a las y los alcaldes, o que se den una vuelta en sus calles. Avenida Jesús Carranza, en Toluca, es buen ejemplo.

Desgaste Inicial

“Acta Diurna Populi Romani” fue el primer periódico que creó el emperador romano, Julio César (100 – 44 a.C.). Destacado por sus capacidades de estratega, político, orador, prosista, triunfó en la guerra de las Galias donde derrotó a Pompeyo, y lo primero que ordenó fue llevar un diario de todos los actos populares y que se publicara.

La finalidad era mostrar todo lo que hacía “el César” e información relevante de diferentes aspectos de la vida en Roma, a partir de las directrices del emperador. Desde entonces, las estructuras de poder procuran que la gente -el pueblo, dirían en la 4T- conozca lo que hacen, a fin de mantener o acrecentar su influencia.

“El ejercicio del poder en cualquier ámbito implica, sobre todo, la capacidad de imponer y mantener el control sobre un país, un mercado, una población, un grupo de seguidores, una red de rutas comerciales”, explica Moisés Naim en su libro El fin del poder, y advierte que uno de los mayores desafíos es la forma de pensar de las personas, el cambio de valores, aspiraciones y expectativas, entre otros factores.

El principal reto para quienes gobiernan es lograr que la gente, la ciudadanía, perciba –y se convenza- que la ruta que han definido es la correcta, que sus propuestas y planteamientos son los acertados para resolver los problemas.

Si bien, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, ofrece de lunes a viernes sus mensajes “mañaneros”, la estrategia de comunicación del gobierno no le ha funcionado. De acuerdo con Consulta Mitofsky, entre el 14 de abril y el 11 de mayo, la aprobación del “primer mandatario” descendió 7 puntos porcentuales.

Esa forma de “comunicar” del presidente tuvo un efecto positivo para su imagen, cuando era jefe de gobierno de la Ciudad de México (2000-2005), ahora no le alcanza para sostenerle en los niveles de aprobación con los que inició: 62.6 por ciento (diciembre 2018) y que incrementó hasta su mejor nivel en 67.8, a mediados de abril pasado.

¿Qué ha sucedido? Parece que la urgencia, improvisación y ocurrencias al momento de comunicar las decisiones y acciones de su gobierno, no son necesariamente la mejor forma para dar confianza, ni a los inversionistas ni a la ciudadanía en general.

El modelo centralizado para que él sea el único que “planea”, dirige y divulga el mensaje del gobierno federal, ya le genera desgaste. Su equipo no se percibe y su manejo de las situaciones de crisis es muy deficiente.

Jamás será lo mismo hacer campaña que gobernar.

PERCEPCIÓN

Pintar las calles en mal estado no nos engaña. La pintura no tapa baches... Que alguien les avise a las y los alcaldes, o que se den una vuelta en sus calles. Avenida Jesús Carranza, en Toluca, es buen ejemplo.