/ lunes 18 de diciembre de 2017

#TodoComunica

Generalmente no es grato escuchar, leer o saber aquello que es incómodo, nos lastima o es negativo. A pocos gusta que nos digan “nuestras verdades” y por esa perspectiva, muchos problemas –que afectan a la sociedad en general o a un sector en particular- se mantienen en silencio u ocultos a la vista de los demás. El acoso escolar o bullying es uno de esos problemas de los cuales poco se habla.

De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México ocupa el primer lugar internacional de casos de bullying en educación básica, tanto de escuelas públicas como privadas. En ese contexto, vale preguntar ¿qué tipo de ciudadanos o personas podrán formarse cuando permitimos que el bullying sea una práctica entre nuestros estudiantes?

Sí, muchas generaciones crecimos en esa práctica, lo hemos vivido y algunos dicen que “no nos pasó nada”. No estoy tan seguro, porque muchos de los problemas que se han incrementado y enfrentamos ahora en México: corrupción, violencia, inseguridad, suicidio, consumo de drogas y muchos más, no empezaron ahora. La mayoría de esas dinámicas –que no aportan nada favorable a la sociedad- se originaron hace 20 o 30 años. Por ello mi necedad de recordar el proverbio africano: “Para educar a un niño hace falta la tribu entera”.

Con esa perspectiva, la LIX Legislatura del Estado de México votó por unanimidad la Ley para Prevenir y Atender el Acoso Escolar en la entidad, propuesta por el diputado, Jacobo Cheja, coordinador del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano.

La nueva ley pretende asegurar al estudiante la protección y el cuidado necesarios, para preservar su integridad física, psicológica y social sobre la base del respeto a su dignidad, para promover el valor de la justicia, de la igualdad, de los derechos humanos universales y propiciar la cultura de la legalidad, de la paz y el no acoso en cualquier tipo de sus manifestaciones.

La decisión es, sin duda, acertada… como muchas otras leyes o reformas que se han realizado en el Poder Legislativo mexiquense, pero en ese tema ya hay antecedentes: en la Gaceta de Gobierno del 5 de marzo de 2015, se publicó el Acuerdo por el que se crea el Programa de Convivencia Escolar de la Secretaría de Educación estatal, para “promover el respeto de los derechos humanos en la comunidad educativa (…) promover la cultura de paz en las comunidades escolares”, entre otras disposiciones.

Incluso se determinó la creación del órgano desconcentrado de la Secretaría de Educación, denominado Consejo para la Convivencia Escolar (CONVIVE) y desde hace algunos años se creó el Programa de Convivencia Escolar Armónica, donde existen estadísticas –poco conocidas- con respecto a la violencia en los centros escolares mexiquenses.

Opera una línea 01 800 01 NIÑOS (01 800 016 4667) y un equipo de especialistas -las 24 horas del día- orientan y “resuelven” esos casos; sin embargo es un sistema que debería robustecerse y tener más personal especializado en la materia, además de recursos humanos y técnicos que permitan una respuesta más rápida y efectiva.

El bullying –de acuerdo con la propia Seduc- se refiere a “todas las conductas agresivas, intencionadas y repetidas, que tienen que ver con la intimidación, tiranización, aislamiento, amenazas, insultos, sobre una víctima o víctimas señaladas que ocupan ese papel y que ocurren sin una motivación aparente”. Y en el fenómeno participan un agresor o agresores, víctima o víctimas y espectador o espectadores. Con respecto a estos últimos se señala que “generalmente no hablan de lo ocurrido y, por tanto, se vuelven cómplices”.

La nueva ley por sí misma no resolverá el problema, ahora corresponde a la Seduc presentar el protocolo correspondiente –que ya tienen elaborado desde hace varios años- y los directores de las escuelas –señala la ley- deberán entregar un informe anual para conocer los casos. Esperemos que no se convierta en un trámite burocrático para cumplir la ley, pero no para resolver el problema.

¿Los docentes, administrativos y directivos de las escuelas mexiquenses, de todos los niveles educativos, estamos capacitados para atender, prevenir y erradicar el bullying? ¿Las madres y los padres de familia estamos preparados para participar en la eliminación del acoso escolar?

 

VOTO 2018 PERCEPCIÓN

La directora general de Consultores y Marketing Político, Gisela Rubach (quien vino al Estado de México para salvar –en la recta final- la campaña de Alfredo Del Mazo Maza) señaló retos para cada precandidato presidencial. Andrés Manuel López Obrador: no sufrir un infarto y no equivocarse; Ricardo Anaya: madurar, cumplir y respetar los acuerdos, además de no traicionar; y José Antonio Meade: posicionarse con atributos positivos y una propuesta creíble. Para este último yo añadiría: comunicar con más pasión y energía. Transmitir liderazgo.

 

PERCEPCIÓN

Agradezco a la Ilustre y Benemérita Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística del Estado de México, que encabeza el maestro, Germán García Salgado, su generosidad para otorgarme –junto con mexiquenses destacados- el Pergamino al Mérito Periodístico “Ignacio Ramírez. El Nigromante”. Gracias a la Junta Directiva, especialmente, a don Joel Granados Gutiérrez y al maestro Gerardo Viloria, presidente de la Academia de Periodismo y Comunicación.

Generalmente no es grato escuchar, leer o saber aquello que es incómodo, nos lastima o es negativo. A pocos gusta que nos digan “nuestras verdades” y por esa perspectiva, muchos problemas –que afectan a la sociedad en general o a un sector en particular- se mantienen en silencio u ocultos a la vista de los demás. El acoso escolar o bullying es uno de esos problemas de los cuales poco se habla.

De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México ocupa el primer lugar internacional de casos de bullying en educación básica, tanto de escuelas públicas como privadas. En ese contexto, vale preguntar ¿qué tipo de ciudadanos o personas podrán formarse cuando permitimos que el bullying sea una práctica entre nuestros estudiantes?

Sí, muchas generaciones crecimos en esa práctica, lo hemos vivido y algunos dicen que “no nos pasó nada”. No estoy tan seguro, porque muchos de los problemas que se han incrementado y enfrentamos ahora en México: corrupción, violencia, inseguridad, suicidio, consumo de drogas y muchos más, no empezaron ahora. La mayoría de esas dinámicas –que no aportan nada favorable a la sociedad- se originaron hace 20 o 30 años. Por ello mi necedad de recordar el proverbio africano: “Para educar a un niño hace falta la tribu entera”.

Con esa perspectiva, la LIX Legislatura del Estado de México votó por unanimidad la Ley para Prevenir y Atender el Acoso Escolar en la entidad, propuesta por el diputado, Jacobo Cheja, coordinador del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano.

La nueva ley pretende asegurar al estudiante la protección y el cuidado necesarios, para preservar su integridad física, psicológica y social sobre la base del respeto a su dignidad, para promover el valor de la justicia, de la igualdad, de los derechos humanos universales y propiciar la cultura de la legalidad, de la paz y el no acoso en cualquier tipo de sus manifestaciones.

La decisión es, sin duda, acertada… como muchas otras leyes o reformas que se han realizado en el Poder Legislativo mexiquense, pero en ese tema ya hay antecedentes: en la Gaceta de Gobierno del 5 de marzo de 2015, se publicó el Acuerdo por el que se crea el Programa de Convivencia Escolar de la Secretaría de Educación estatal, para “promover el respeto de los derechos humanos en la comunidad educativa (…) promover la cultura de paz en las comunidades escolares”, entre otras disposiciones.

Incluso se determinó la creación del órgano desconcentrado de la Secretaría de Educación, denominado Consejo para la Convivencia Escolar (CONVIVE) y desde hace algunos años se creó el Programa de Convivencia Escolar Armónica, donde existen estadísticas –poco conocidas- con respecto a la violencia en los centros escolares mexiquenses.

Opera una línea 01 800 01 NIÑOS (01 800 016 4667) y un equipo de especialistas -las 24 horas del día- orientan y “resuelven” esos casos; sin embargo es un sistema que debería robustecerse y tener más personal especializado en la materia, además de recursos humanos y técnicos que permitan una respuesta más rápida y efectiva.

El bullying –de acuerdo con la propia Seduc- se refiere a “todas las conductas agresivas, intencionadas y repetidas, que tienen que ver con la intimidación, tiranización, aislamiento, amenazas, insultos, sobre una víctima o víctimas señaladas que ocupan ese papel y que ocurren sin una motivación aparente”. Y en el fenómeno participan un agresor o agresores, víctima o víctimas y espectador o espectadores. Con respecto a estos últimos se señala que “generalmente no hablan de lo ocurrido y, por tanto, se vuelven cómplices”.

La nueva ley por sí misma no resolverá el problema, ahora corresponde a la Seduc presentar el protocolo correspondiente –que ya tienen elaborado desde hace varios años- y los directores de las escuelas –señala la ley- deberán entregar un informe anual para conocer los casos. Esperemos que no se convierta en un trámite burocrático para cumplir la ley, pero no para resolver el problema.

¿Los docentes, administrativos y directivos de las escuelas mexiquenses, de todos los niveles educativos, estamos capacitados para atender, prevenir y erradicar el bullying? ¿Las madres y los padres de familia estamos preparados para participar en la eliminación del acoso escolar?

 

VOTO 2018 PERCEPCIÓN

La directora general de Consultores y Marketing Político, Gisela Rubach (quien vino al Estado de México para salvar –en la recta final- la campaña de Alfredo Del Mazo Maza) señaló retos para cada precandidato presidencial. Andrés Manuel López Obrador: no sufrir un infarto y no equivocarse; Ricardo Anaya: madurar, cumplir y respetar los acuerdos, además de no traicionar; y José Antonio Meade: posicionarse con atributos positivos y una propuesta creíble. Para este último yo añadiría: comunicar con más pasión y energía. Transmitir liderazgo.

 

PERCEPCIÓN

Agradezco a la Ilustre y Benemérita Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística del Estado de México, que encabeza el maestro, Germán García Salgado, su generosidad para otorgarme –junto con mexiquenses destacados- el Pergamino al Mérito Periodístico “Ignacio Ramírez. El Nigromante”. Gracias a la Junta Directiva, especialmente, a don Joel Granados Gutiérrez y al maestro Gerardo Viloria, presidente de la Academia de Periodismo y Comunicación.