/ lunes 8 de enero de 2018

#TodoComunica

"Los jóvenes son el futuro de este país” es una frase que recurrentemente se escucha, sobre todo cuando estamos en procesos político-electorales; sin embargo, la realidad muestra que ese discurso no se ha transformado en acciones concretas, porque 51.1 por ciento de los mexicanos menores de 18 años es pobre, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Si bien la pobreza en México “ha descendido” en las mediciones oficiales, en el caso de los jóvenes la situación no es muy alentadora, ya que es un sector al que no se han dirigido políticas públicas eficaces, para que logren mejores condiciones de desarrollo.

En el caso del Estado de México, los resultados de 2016 del Coneval indican que la población en situación de pobreza se incrementó -entre 2010 y 2016-, al pasar de 42.9 a 47.9 por ciento del total de habitantes.

De poco más de 6 millones 712 mil mexiquenses en situación de pobreza identificados en 2010, el número se incrementó a 8 millones 230 mil personas, en 2016, aunque la población en situación de pobreza extrema descendió de 8.6 por ciento a 6.1 por ciento en nuestra entidad.

Adicionalmente, los estudios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) indican que los mexicanos son de los peor pagados y con empleos de más baja calidad en América Latina, de acuerdo con el Índice de Mejores Empleos, presentado por el organismo internacional. De los 17 países evaluados, México ocupa la posición 13, con un promedio menor al de la región.

El estudio, al consultarse en línea, permite modificar las variables para conocer la posición de cada país, en lo que corresponde al “salario suficiente” para “jóvenes”, México cae a la posición 15.

En ese escenario es donde compiten los precandidatos de las distintas alianzas, frentes, partidos y hasta “independientes”, en busca de un espacio de representación popular: legisladores locales y federales, presidentes municipales e integrantes del Cabildo, gobernadores –en otras entidades- y hasta la Presidencia de la República.

Uno de sus retos será convencer a los jóvenes. Se estima que los mexicanos entre 18 y 29 años de edad –al corte del 5 de diciembre pasado- suman 26 millones 517 mil ciudadanos en el Listado Nominal, lo que significa que cuentan con su credencial de elector y por tanto son potenciales votantes en las elecciones del 1 de julio de 2018.

De ellos, hay un millón 717 mil jóvenes de 18 años y 2 millones 937 mil jóvenes de 19 años de edad.

¿Qué ofertas habrá para ellos? ¿Qué alternativas reales y efectivas propondrán los candidatos para ser atractivos y obtener su voto? ¿Serán lo suficientemente convincentes para moverles a votar?

La Consulta Infantil y Juvenil 2015 arrojó como resultado –en ese momento- que solo cinco de cada 100 adolescentes confía en sus gobernantes. Ahora, tres años después, muchos de esos adolescentes podrán votar por primera vez ¿Cómo decidirán? ¿En tres años se les habrá convencido para confiar en los gobernantes? ¿Se logrará en estos meses que confíen en quienes desean gobernar? Todo un reto para la comunicación política y el “liderazgo” que desean transmitir.

Sería muy positivo para la sociedad en general que las estructuras gubernamentales, educativas y políticas investiguen y generen mensajes -con códigos, formas y canales apropiados- para comunicarse –realmente- con los jóvenes, atendiendo a sus inquietudes y expectativas. Falta mucha comunicación.

 

VOTO 2018 PERCEPCIÓN

Muy “interesante” la estrategia de precampaña para colocar en el foco de atención a la señora Juana Cuevas, esposa del precandidato José Antonio Meade. La energía y emoción que ella transmite en el spot de año nuevo de la precampaña es notoria… tanto que hasta supera el liderazgo que debería generar el propio Meade. Sin emoción no hay conexión.

 

PERCEPCIÓN

El inicio de un nuevo año siempre representa, de una u otra forma, la esperanza de que las circunstancias –personales y colectivas- sean mejores que las del año que concluyó. A quienes me otorgan su atención en este espacio, les expreso mis deseos de alegría, salud, paz, amor, pasión y prosperidad para 2018. Que recibamos todo aquello que nos haga mejores.

"Los jóvenes son el futuro de este país” es una frase que recurrentemente se escucha, sobre todo cuando estamos en procesos político-electorales; sin embargo, la realidad muestra que ese discurso no se ha transformado en acciones concretas, porque 51.1 por ciento de los mexicanos menores de 18 años es pobre, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Si bien la pobreza en México “ha descendido” en las mediciones oficiales, en el caso de los jóvenes la situación no es muy alentadora, ya que es un sector al que no se han dirigido políticas públicas eficaces, para que logren mejores condiciones de desarrollo.

En el caso del Estado de México, los resultados de 2016 del Coneval indican que la población en situación de pobreza se incrementó -entre 2010 y 2016-, al pasar de 42.9 a 47.9 por ciento del total de habitantes.

De poco más de 6 millones 712 mil mexiquenses en situación de pobreza identificados en 2010, el número se incrementó a 8 millones 230 mil personas, en 2016, aunque la población en situación de pobreza extrema descendió de 8.6 por ciento a 6.1 por ciento en nuestra entidad.

Adicionalmente, los estudios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) indican que los mexicanos son de los peor pagados y con empleos de más baja calidad en América Latina, de acuerdo con el Índice de Mejores Empleos, presentado por el organismo internacional. De los 17 países evaluados, México ocupa la posición 13, con un promedio menor al de la región.

El estudio, al consultarse en línea, permite modificar las variables para conocer la posición de cada país, en lo que corresponde al “salario suficiente” para “jóvenes”, México cae a la posición 15.

En ese escenario es donde compiten los precandidatos de las distintas alianzas, frentes, partidos y hasta “independientes”, en busca de un espacio de representación popular: legisladores locales y federales, presidentes municipales e integrantes del Cabildo, gobernadores –en otras entidades- y hasta la Presidencia de la República.

Uno de sus retos será convencer a los jóvenes. Se estima que los mexicanos entre 18 y 29 años de edad –al corte del 5 de diciembre pasado- suman 26 millones 517 mil ciudadanos en el Listado Nominal, lo que significa que cuentan con su credencial de elector y por tanto son potenciales votantes en las elecciones del 1 de julio de 2018.

De ellos, hay un millón 717 mil jóvenes de 18 años y 2 millones 937 mil jóvenes de 19 años de edad.

¿Qué ofertas habrá para ellos? ¿Qué alternativas reales y efectivas propondrán los candidatos para ser atractivos y obtener su voto? ¿Serán lo suficientemente convincentes para moverles a votar?

La Consulta Infantil y Juvenil 2015 arrojó como resultado –en ese momento- que solo cinco de cada 100 adolescentes confía en sus gobernantes. Ahora, tres años después, muchos de esos adolescentes podrán votar por primera vez ¿Cómo decidirán? ¿En tres años se les habrá convencido para confiar en los gobernantes? ¿Se logrará en estos meses que confíen en quienes desean gobernar? Todo un reto para la comunicación política y el “liderazgo” que desean transmitir.

Sería muy positivo para la sociedad en general que las estructuras gubernamentales, educativas y políticas investiguen y generen mensajes -con códigos, formas y canales apropiados- para comunicarse –realmente- con los jóvenes, atendiendo a sus inquietudes y expectativas. Falta mucha comunicación.

 

VOTO 2018 PERCEPCIÓN

Muy “interesante” la estrategia de precampaña para colocar en el foco de atención a la señora Juana Cuevas, esposa del precandidato José Antonio Meade. La energía y emoción que ella transmite en el spot de año nuevo de la precampaña es notoria… tanto que hasta supera el liderazgo que debería generar el propio Meade. Sin emoción no hay conexión.

 

PERCEPCIÓN

El inicio de un nuevo año siempre representa, de una u otra forma, la esperanza de que las circunstancias –personales y colectivas- sean mejores que las del año que concluyó. A quienes me otorgan su atención en este espacio, les expreso mis deseos de alegría, salud, paz, amor, pasión y prosperidad para 2018. Que recibamos todo aquello que nos haga mejores.