/ lunes 27 de septiembre de 2021

#TodoComunica | ¿Al precio que sea?

El modelo económico actual nos hace avanzar en una espiral -que obligadamente debe ser ascendente- para encontrar “satisfacción” en lo que hacemos. Siempre procurando ganar y sacar provecho de la circunstancia, en la lógica de “qué gano y qué pierdo”, tomamos decisiones para “ascender” en la competencia “a como dé lugar”.

La crisis global provocada por la pandemia no ha sido la excepción. Los diferentes gobiernos nacionales en el mundo -de acuerdo con sus posibilidades- han tratado de vacunar a sus respectivas poblaciones y siguiendo el modelo de la competencia, los resultados se determinan por la capacidad económica que posean.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de su director general, Tedros Adhnom Ghebreyesus, ha llamado a las naciones ricas y las farmacéuticas a ampliar el esquema de vacunación global, para atender al 70 por ciento de la población y lograr la llamada “inmunidad de rebaño”.

De los casi 8 mil millones de personas que habitamos este planeta, apenas el 44 por ciento recibimos una dosis de cualquiera de las vacunas y solo 32 por ciento tiene vacunación completa, indican las cifras promedio; sin embargo, solo 16 países han logrado la vacunación del 70 por ciento de su población: Malta, Portugal, Emiratos Árabes Unidos, Islandia, Singapur, España, Qatar, Dinamarca, Uruguay, Chile, Irlanda, San Marino, las Seychelles, Bélgica, China y Canadá.

Por otra parte, de los cinco países considerados como los más ricos considerando su ingreso per-cápita: Luxemburgo, Suiza, Irlanda, Noruega y Estados Unidos, sólo Irlanda ha logrado la vacunación de 70 por ciento de sus habitantes.

En esa condición, la OMS ha advertido que si en los países con ingresos bajos y medianos no se incrementa la cobertura de vacunación, la pandemia podría perpetuarse. Habría que añadir los efectos de la “infodemia”, porque ha provocado dudas con respecto a la vacunación, de manera que muchas personas rechazan cualquier inoculación, que, primero, evite enfermar gravemente por COVID-19 o morir y, segundo, reduzca la capacidad del virus para propagarse y mutar, porque ello podría generar alguna variante que evada las vacunas y los tratamientos actuales.

Por ello, sería fundamental que como humanidad dejemos la visión individualista que se nos ha inculcado con el modelo económico vigente, en el que “al precio que sea” sólo se busca el beneficio y la satisfacción personal.

PERCEPCIÓN

Hablando de individualismo “¿Para qué conquistar el mundo si en el trance pierdes el alma?”, es una de las reflexiones de Valeria, protagonista del libro HDP, escrito por Sabina Berman. El viernes pasado se presentó en la séptima edición de la FILEM 2021, impulsada por la Universidad Autónoma del Estado de México y la Secretaría de Cultura estatal.

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.

Facebook: ricardo.joya.94 / Twitter: @RJoyaC


El modelo económico actual nos hace avanzar en una espiral -que obligadamente debe ser ascendente- para encontrar “satisfacción” en lo que hacemos. Siempre procurando ganar y sacar provecho de la circunstancia, en la lógica de “qué gano y qué pierdo”, tomamos decisiones para “ascender” en la competencia “a como dé lugar”.

La crisis global provocada por la pandemia no ha sido la excepción. Los diferentes gobiernos nacionales en el mundo -de acuerdo con sus posibilidades- han tratado de vacunar a sus respectivas poblaciones y siguiendo el modelo de la competencia, los resultados se determinan por la capacidad económica que posean.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de su director general, Tedros Adhnom Ghebreyesus, ha llamado a las naciones ricas y las farmacéuticas a ampliar el esquema de vacunación global, para atender al 70 por ciento de la población y lograr la llamada “inmunidad de rebaño”.

De los casi 8 mil millones de personas que habitamos este planeta, apenas el 44 por ciento recibimos una dosis de cualquiera de las vacunas y solo 32 por ciento tiene vacunación completa, indican las cifras promedio; sin embargo, solo 16 países han logrado la vacunación del 70 por ciento de su población: Malta, Portugal, Emiratos Árabes Unidos, Islandia, Singapur, España, Qatar, Dinamarca, Uruguay, Chile, Irlanda, San Marino, las Seychelles, Bélgica, China y Canadá.

Por otra parte, de los cinco países considerados como los más ricos considerando su ingreso per-cápita: Luxemburgo, Suiza, Irlanda, Noruega y Estados Unidos, sólo Irlanda ha logrado la vacunación de 70 por ciento de sus habitantes.

En esa condición, la OMS ha advertido que si en los países con ingresos bajos y medianos no se incrementa la cobertura de vacunación, la pandemia podría perpetuarse. Habría que añadir los efectos de la “infodemia”, porque ha provocado dudas con respecto a la vacunación, de manera que muchas personas rechazan cualquier inoculación, que, primero, evite enfermar gravemente por COVID-19 o morir y, segundo, reduzca la capacidad del virus para propagarse y mutar, porque ello podría generar alguna variante que evada las vacunas y los tratamientos actuales.

Por ello, sería fundamental que como humanidad dejemos la visión individualista que se nos ha inculcado con el modelo económico vigente, en el que “al precio que sea” sólo se busca el beneficio y la satisfacción personal.

PERCEPCIÓN

Hablando de individualismo “¿Para qué conquistar el mundo si en el trance pierdes el alma?”, es una de las reflexiones de Valeria, protagonista del libro HDP, escrito por Sabina Berman. El viernes pasado se presentó en la séptima edición de la FILEM 2021, impulsada por la Universidad Autónoma del Estado de México y la Secretaría de Cultura estatal.

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.

Facebook: ricardo.joya.94 / Twitter: @RJoyaC