/ lunes 6 de diciembre de 2021

#TodoComunica | Alerta en Palacio Nacional. Ajuste de estrategia

Las alertas en la Presidencia de la República se prendieron el mes pasado. Los problemas de inseguridad, corrupción y el desabasto de medicamentos, atado a la atención por COVID-19, empezaron a afectar la aprobación de la gestión presidencial.

Las encuestas que recientemente se hicieron públicas -con motivo del tercer año de gobierno- no necesariamente reflejan la “realidad”. El desgaste natural del ejercicio del poder ha empezado a reflejarse, y por ello el presidente insistió en realizar el evento masivo del primero de diciembre en la Plaza de la Constitución de la capital del país, incluso sin respetar medidas sanitarias.

En los primeros días de noviembre, los estudios de opinión que se realizan para la Presidencia de la República arrojaron una tendencia hacia la baja en la aprobación y el respaldo al proyecto de la 4T, alejada de lo que las encuestadoras han dado a conocer hace unos días. Una fuente cercana al círculo de Palacio Nacional confirmó la entrega de las encuestas al mandatario y el desconcierto y enojo por la situación.

Ya no alcanza el margen de apoyo hacia Andrés Manuel López Obrador, quien durante los primeros tres años sostuvo -literalmente- a todo el gobierno federal. Los escasos resultados en materia de inseguridad hacen mella en sectores amplios de la población, al igual que la falta de medicamentos en el sector salud del país.

De manera particular, en el tema de la lucha contra la corrupción, la salida de Santiago Nieto Castillo de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, también impactó en la evaluación de la gestión presidencial, porque el relevo del funcionario generó suspicacias.

A ello se suma el aumento sostenido de precios, provocando una inflación superior a 7 por ciento. Un indicador que no se ubicaba en esa posición desde hace 20 años.

Y precisamente, luego de conocer que la aprobación real no es la mejor, el presidente dio un “jalón de orejas” a los funcionarios del sector salud, el pasado 10 de noviembre en Colima: “Ya tenemos que terminar de resolver el problema del abasto (…) Ya no quiero escuchar de que faltan medicamentos y no quiero excusas de ningún tipo”.

Trascendió que el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela y el subsecretario, Hugo López-Gatell, presentaron su renuncia, pero no les fue aceptada. Ello implicaría reconocer que el presidente se equivocó y eso -dicen quienes le conocen- no sucederá jamás.

PERCEPCIÓN

Ante el resultado de las encuestas internas de Palacio Nacional, ahora también habrá conferencias “mañaneras” los días sábado -que iniciaron en el Estado de México este fin de semana-, porque es la única acción de comunicación que le ayuda al presidente: él mismo, todos los días, controlando la agenda.

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.

Twitter: @RJoyaC


Las alertas en la Presidencia de la República se prendieron el mes pasado. Los problemas de inseguridad, corrupción y el desabasto de medicamentos, atado a la atención por COVID-19, empezaron a afectar la aprobación de la gestión presidencial.

Las encuestas que recientemente se hicieron públicas -con motivo del tercer año de gobierno- no necesariamente reflejan la “realidad”. El desgaste natural del ejercicio del poder ha empezado a reflejarse, y por ello el presidente insistió en realizar el evento masivo del primero de diciembre en la Plaza de la Constitución de la capital del país, incluso sin respetar medidas sanitarias.

En los primeros días de noviembre, los estudios de opinión que se realizan para la Presidencia de la República arrojaron una tendencia hacia la baja en la aprobación y el respaldo al proyecto de la 4T, alejada de lo que las encuestadoras han dado a conocer hace unos días. Una fuente cercana al círculo de Palacio Nacional confirmó la entrega de las encuestas al mandatario y el desconcierto y enojo por la situación.

Ya no alcanza el margen de apoyo hacia Andrés Manuel López Obrador, quien durante los primeros tres años sostuvo -literalmente- a todo el gobierno federal. Los escasos resultados en materia de inseguridad hacen mella en sectores amplios de la población, al igual que la falta de medicamentos en el sector salud del país.

De manera particular, en el tema de la lucha contra la corrupción, la salida de Santiago Nieto Castillo de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, también impactó en la evaluación de la gestión presidencial, porque el relevo del funcionario generó suspicacias.

A ello se suma el aumento sostenido de precios, provocando una inflación superior a 7 por ciento. Un indicador que no se ubicaba en esa posición desde hace 20 años.

Y precisamente, luego de conocer que la aprobación real no es la mejor, el presidente dio un “jalón de orejas” a los funcionarios del sector salud, el pasado 10 de noviembre en Colima: “Ya tenemos que terminar de resolver el problema del abasto (…) Ya no quiero escuchar de que faltan medicamentos y no quiero excusas de ningún tipo”.

Trascendió que el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela y el subsecretario, Hugo López-Gatell, presentaron su renuncia, pero no les fue aceptada. Ello implicaría reconocer que el presidente se equivocó y eso -dicen quienes le conocen- no sucederá jamás.

PERCEPCIÓN

Ante el resultado de las encuestas internas de Palacio Nacional, ahora también habrá conferencias “mañaneras” los días sábado -que iniciaron en el Estado de México este fin de semana-, porque es la única acción de comunicación que le ayuda al presidente: él mismo, todos los días, controlando la agenda.

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.

Twitter: @RJoyaC