El mensaje que envía un líder siempre tendrá impacto en la opinión pública y en la sociedad en general. El hecho de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, haya expresado -en las "benditas redes sociales"- que en México no hay condiciones para un golpe de Estado, ha provocado inquietud.
El semanario "Proceso" de esta semana ofrece elementos para comprender el por qué del mensaje del presidente. De acuerdo con el general de división, Sergio Aponte Polito, responsable de las operaciones contra el narcotráfico durante tres décadas -entrevistado por el periodista, José Raúl Linares-, en las fuerzas armadas germinan la "molestia" y la "decepción" contra la administración del gobierno federal.
Es evidente que al presidente y su equipo les avisaron que aparecería esa entrevista, en la que el general experto en operaciones contra el narcotráfico en Sonora, Chiapas, Quintana Roo y Sinaloa, explicó que el fracaso del operativo en Culiacán ha causado "más agravio y enojo" entre los militares, por haber detenido a un probable narcotraficante y luego haberlo liberado.
En el contexto de esa declaración -que no es asunto menor por el prestigio del general Aponte-, el presidente López Obrador advirtió, a través de su cuenta de Twitter, que la transformación que él encabeza "cuenta el respaldo de una mayoría libre y consciente, justa y amante de la legalidad y de la paz, que no permitirá otro golpe de Estado", en referencia al derrocamiento y asesinato de Francisco I. Madero, el 22 de febrero de 1913.
El poco inteligente y nada acertado operativo de Culiacán provocó una serie de cuestionamientos a la actuación del gobierno e incluso originó una confrontación con periodistas, durante una de sus "mañaneras" de la semana pasada. El propio presidente ha descalificado las inconformidades de otros integrantes de las fuerzas armadas como el caso del general en retiro, Carlos Demetrio Gaytán Ochoa, quien ha expresado preocupaciones por la polarización del país.
A menos de un mes de que se cumpla el primer año de la administración del presidente Lopez Obrador, la política de comunicación del gobierno federal es mantener el control de la agenda, a pesar de críticas y señalamientos. La "aprobación" del mandatario -según las últimas encuestas- se sostiene por encima de 60 por ciento.
Sin embargo, si el propio presidente coloca en la agenda un eventual "golpe de Estado", eso podría significar que "algo sucede" entre los militares... y la inconformidad en esos círculos no es asunto menor.
PERCEPCIÓN
Las autoridades estatales y municipales deberían cuidar la salida -en la madrugada- de quienes acuden a los "antros" de Pabellón Metepec. Es alarmante el grado de alcohol que muestran las y los jóvenes y los riesgos que ello implica.
@RJoyaC
