La renovación de la Rectoría de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) inició la semana pasada cuando -de manera inédita-, el rector, Alfredo Barrera Baca, ordenó la difusión de su solicitud de apoyo al Colegio de Directores y, con ello, al Consejo Universitario, para aprobar las bases de la elección que concluirá el próximo viernes 14 de mayo.
“La convocatoria es abierta y la participación es libre de los y las universitarias”, aseguró el doctor Barrera a periodistas el pasado viernes, y rechazó tener algún preferido: “No. Lejos de tener a alguien y de expresarlo, no le ayudaría”.
Explicó las etapas que analizará la Comisión de Legislación Universitaria del Consejo Universitario: el 12 de febrero -en reunión extraordinaria- se conocerá el dictamen y se aprobarán las bases (también deberá integrarse la Comisión Especial Electoral, que vigilará el desarrollo del proceso). El mismo 12 de febrero, al divulgar la convocatoria, arrancaría el proceso formal, en el que -por las condiciones de la pandemia por Covid-19- se usarán enfáticamente las tecnologías de información y comunicación. El 25 de febrero se registrarán quienes aspiren a la responsabilidad y la Comisión Especial Electoral dictaminará quiénes reúnen los requisitos. De haber inconformidades se resolverán al día siguiente, y del jueves 4 de marzo al viernes 30 de abril se realizarán las comparecencias ante la comunidad.
Entre el 4 y 7 de mayo, las y los participantes acudirán ante la Comisión Especial Electoral, en la “auscultación cualitativa”, para exponer sus trayectorias, la pertinencia y viabilidad de sus programas de trabajo. Los resultados se conocerán el 14 de mayo y el Consejo Universitario votará.
El gran reto será garantizar la legalidad y la legitimidad del proceso, al crear las condiciones de igualdad e imparcialidad para exponer, comparar y elegir -con absoluta libertad, transparencia, claridad y amplia visibilidad- las propuestas y trayectorias de quienes desean dirigir a la UAEMéx los siguientes cuatro años.
Si bien el voto de la comunidad no es directo, en el nuevo ecosistema de comunicación las redes socio-digitales serán estratégicas, por lo que las consejeras y los consejeros universitarios no podrán (ni deberán) cerrar ojos y oídos a las expresiones de su comunidad, porque si su voto no atiende lo que manifiesten, podrían afectar la reputación, credibilidad y confianza de la institución.
Como el propio rector señaló: “Tenemos una comunidad expectante, una comunidad exigente, una comunidad atenta a lo que sucede en la vida de la universidad, y esto es bueno también. Ya no es una comunidad tan tranquila, tan apacible, tan indiferente, como pudiera pensarse. Hoy ya no”.
PERCEPCIÓN
La clave estará en los “qué” y “cómo” que defina la Comisión de Legislación Universitaria.
Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.
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