/ lunes 10 de enero de 2022

#TodoComunica | Ciudadanía activa o "a la expectativa" 

Nuevo año, nuevas posibilidades… aunque nada cambiará si nosotros mismos no actuamos para que ocurra lo mejor. El inicio de 2022 -como cada ciclo en el calendario- representa, al menos simbólicamente, la oportunidad para nuevos planteamientos, refrescar las ideas, la perspectiva y los objetivos. En el caso del Estado de México, el pasado 1 de enero iniciaron funciones las autoridades electas de los municipios y las expectativas -de su trabajo y resultados- están latentes.

Durante la primera semana del año y desde el primer día, algunas presidentas y presidentes municipales iniciaron sus actividades oficiales y empiezan a perfilar lo que podría ser el sello de su administración. Hay de todo: quienes lo han hecho con profesionalismo y acreditan su preparación para encabezar los ayuntamientos, pero también hay casos patéticos.

Hubo quienes el 3 de enero recorrieron las tesorerías y oficinas de recaudación para observar cómo operaban. Naturalmente, como lo marcan los nuevos tiempos, difundieron en las redes sociales sus visitas -hasta con transmisión en vivo-, para “acreditar” que ponen el ejemplo para pagar los impuestos de agua y predial.

Y por ahí -sin conocimiento de cómo se comunica- hubo alcaldes que transmitieron “a la viva México” y cometieron una serie de tonterías (por decir lo menos). Naturalmente borraron esos videos antes de que se hicieran “virales” en las redes socio-digitales, donde la velocidad de reproducción es vertiginosa.

También hay quienes -en la primera semana- no saben qué perfil tendrán y muchos menos han sabido comunicar, como si no entendieran lo que significa una responsabilidad pública de ese orden. Otros, por el contrario, asumieron actitudes faraónicas para sus eventos, con vallas, logísticas “presidenciales”, arcos de seguridad y, dicen, hasta bloqueadores de señal de telefonía celular o regalaron miles de juguetes para mostrarse generosos.

Habrá que observar qué tanto se cumple nuestra “expectativa” como ciudadanía, que -de acuerdo con la Real Academia Española (RAE)- significa “esperanza de realizar o conseguir algo” y “posibilidad razonable de que algo suceda”. Sin embargo, lo peor que podríamos hacer es mantenernos “a la expectativa”, que -siguiendo a la RAE- es estar “sin actuar ni tomar una determinación hasta ver qué sucede”.

Lo que nos corresponde, considero, es asumirnos como ciudadanía activa y participar para que las autoridades resuelvan y dejen de “actuar” para las redes, porque las condiciones de bienestar en los municipios acreditarán -verdaderamente- sus resultados, no solo las fotos o videos que compartan.

PERCEPCIÓN

En Twitter (@RJoyaC) hice un sondeo sobre cómo nos sentimos al arranque de 2022. Resultados: 47 % siente preocupación, 44 % optimismo y 9 % indiferencia.

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.

Twitter: @RJoyaC


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Nuevo año, nuevas posibilidades… aunque nada cambiará si nosotros mismos no actuamos para que ocurra lo mejor. El inicio de 2022 -como cada ciclo en el calendario- representa, al menos simbólicamente, la oportunidad para nuevos planteamientos, refrescar las ideas, la perspectiva y los objetivos. En el caso del Estado de México, el pasado 1 de enero iniciaron funciones las autoridades electas de los municipios y las expectativas -de su trabajo y resultados- están latentes.

Durante la primera semana del año y desde el primer día, algunas presidentas y presidentes municipales iniciaron sus actividades oficiales y empiezan a perfilar lo que podría ser el sello de su administración. Hay de todo: quienes lo han hecho con profesionalismo y acreditan su preparación para encabezar los ayuntamientos, pero también hay casos patéticos.

Hubo quienes el 3 de enero recorrieron las tesorerías y oficinas de recaudación para observar cómo operaban. Naturalmente, como lo marcan los nuevos tiempos, difundieron en las redes sociales sus visitas -hasta con transmisión en vivo-, para “acreditar” que ponen el ejemplo para pagar los impuestos de agua y predial.

Y por ahí -sin conocimiento de cómo se comunica- hubo alcaldes que transmitieron “a la viva México” y cometieron una serie de tonterías (por decir lo menos). Naturalmente borraron esos videos antes de que se hicieran “virales” en las redes socio-digitales, donde la velocidad de reproducción es vertiginosa.

También hay quienes -en la primera semana- no saben qué perfil tendrán y muchos menos han sabido comunicar, como si no entendieran lo que significa una responsabilidad pública de ese orden. Otros, por el contrario, asumieron actitudes faraónicas para sus eventos, con vallas, logísticas “presidenciales”, arcos de seguridad y, dicen, hasta bloqueadores de señal de telefonía celular o regalaron miles de juguetes para mostrarse generosos.

Habrá que observar qué tanto se cumple nuestra “expectativa” como ciudadanía, que -de acuerdo con la Real Academia Española (RAE)- significa “esperanza de realizar o conseguir algo” y “posibilidad razonable de que algo suceda”. Sin embargo, lo peor que podríamos hacer es mantenernos “a la expectativa”, que -siguiendo a la RAE- es estar “sin actuar ni tomar una determinación hasta ver qué sucede”.

Lo que nos corresponde, considero, es asumirnos como ciudadanía activa y participar para que las autoridades resuelvan y dejen de “actuar” para las redes, porque las condiciones de bienestar en los municipios acreditarán -verdaderamente- sus resultados, no solo las fotos o videos que compartan.

PERCEPCIÓN

En Twitter (@RJoyaC) hice un sondeo sobre cómo nos sentimos al arranque de 2022. Resultados: 47 % siente preocupación, 44 % optimismo y 9 % indiferencia.

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.

Twitter: @RJoyaC


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