/ lunes 7 de diciembre de 2020

#TodoComunica | Compleja sucesión en la UAEMéx

La sucesión de la Rectoría en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) ha tomado rumbos inéditos. Como nunca antes, se han referido hasta 10 posibles aspirantes a ocupar la Presidencia del Consejo Universitario y se impulsó la idea de que el rector, Alfredo Barrera Baca, pudiera extender su gestión.

Con el argumento de que no hay condiciones para efectuar el proceso de elección que establecen la Ley de la UAEMéx y su Estatuto -por la pandemia de Covid-19-, se divulgó que la Federación de Colegios, Barras y Asociaciones de Abogados del Estado de México (FECOBAA) pidió a la legislatura que ratifique en su encargo al rector Barrera o amplíe su gestión por un periodo igual al de la contingencia.

Si fue iniciativa de la propia FECOBAA, “llama la atención” porque contraviene la autonomía universitaria; en virtud de que la Ley de la UAEMéx establece –en su artículo 30- que es facultad del Consejo Universitario elegir “por mayoría de votos al Rector, previa opinión de las partes componentes de la comunidad universitaria, a través de procesos de auscultación cualitativa y cuantitativa, y observando las disposiciones del Estatuto Universitario y demás reglamentación aplicable”.

Si fue “un favor” de la FECOBBA al rector Barrera, no le ayuda para crear el ambiente adecuado en un proceso que ya inició, con la intensiva promoción que se realiza a favor de las y los posibles aspirantes, desde ámbitos internos -y externos- de la institución.

Por primera ocasión, la administración universitaria ha transitado a la par de una Legislatura local con mayoría opositora al partido en el Poder Ejecutivo y que ha mantenido presión –e incluso amenazas- hacia las autoridades de la UAEMéx; aunque debe reconocerse que las diputadas y los diputados han evitado recortes al presupuesto anual de la institución, como propuso el Ejecutivo estatal en 2018, 2019 y 2020.

Además, el proceso de entrega-recepción de la Rectoría se realizará con la vigilancia del nuevo Órgano Interno de Control (OIT), que no responde a las indicaciones del Consejo Universitario. La presencia y operación del OIT ha provocado incomodidad, porque ha establecido comunicación directa con la Unidad de Inteligencia Financiera y la Auditoría Superior de la Federación, en seguimiento a las investigaciones relacionadas con la llamada “Estafa Maestra”.

También, la renovación de la Rectoría de la UAEMéx ocurrirá con el antecedente de un proactivo movimiento feminista que –con toda razón- exigió el cese del hostigamiento y el acoso, sexuales.

Esta sucesión será inédita, porque es probable que no se apliquen las “tradicionales” maneras de ejecutar el proceso. En ese contexto, ¿cuál será el perfil ideal para dirigir a la institución?

PERCEPCIÓN

Ya estamos en semáforo rojo por el Covid-19 aunque no se oficialice.

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.

Facebook: ricardo.joya.94 / Twitter: @RJoyaC


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La sucesión de la Rectoría en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) ha tomado rumbos inéditos. Como nunca antes, se han referido hasta 10 posibles aspirantes a ocupar la Presidencia del Consejo Universitario y se impulsó la idea de que el rector, Alfredo Barrera Baca, pudiera extender su gestión.

Con el argumento de que no hay condiciones para efectuar el proceso de elección que establecen la Ley de la UAEMéx y su Estatuto -por la pandemia de Covid-19-, se divulgó que la Federación de Colegios, Barras y Asociaciones de Abogados del Estado de México (FECOBAA) pidió a la legislatura que ratifique en su encargo al rector Barrera o amplíe su gestión por un periodo igual al de la contingencia.

Si fue iniciativa de la propia FECOBAA, “llama la atención” porque contraviene la autonomía universitaria; en virtud de que la Ley de la UAEMéx establece –en su artículo 30- que es facultad del Consejo Universitario elegir “por mayoría de votos al Rector, previa opinión de las partes componentes de la comunidad universitaria, a través de procesos de auscultación cualitativa y cuantitativa, y observando las disposiciones del Estatuto Universitario y demás reglamentación aplicable”.

Si fue “un favor” de la FECOBBA al rector Barrera, no le ayuda para crear el ambiente adecuado en un proceso que ya inició, con la intensiva promoción que se realiza a favor de las y los posibles aspirantes, desde ámbitos internos -y externos- de la institución.

Por primera ocasión, la administración universitaria ha transitado a la par de una Legislatura local con mayoría opositora al partido en el Poder Ejecutivo y que ha mantenido presión –e incluso amenazas- hacia las autoridades de la UAEMéx; aunque debe reconocerse que las diputadas y los diputados han evitado recortes al presupuesto anual de la institución, como propuso el Ejecutivo estatal en 2018, 2019 y 2020.

Además, el proceso de entrega-recepción de la Rectoría se realizará con la vigilancia del nuevo Órgano Interno de Control (OIT), que no responde a las indicaciones del Consejo Universitario. La presencia y operación del OIT ha provocado incomodidad, porque ha establecido comunicación directa con la Unidad de Inteligencia Financiera y la Auditoría Superior de la Federación, en seguimiento a las investigaciones relacionadas con la llamada “Estafa Maestra”.

También, la renovación de la Rectoría de la UAEMéx ocurrirá con el antecedente de un proactivo movimiento feminista que –con toda razón- exigió el cese del hostigamiento y el acoso, sexuales.

Esta sucesión será inédita, porque es probable que no se apliquen las “tradicionales” maneras de ejecutar el proceso. En ese contexto, ¿cuál será el perfil ideal para dirigir a la institución?

PERCEPCIÓN

Ya estamos en semáforo rojo por el Covid-19 aunque no se oficialice.

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.

Facebook: ricardo.joya.94 / Twitter: @RJoyaC


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