/ lunes 6 de junio de 2022

#TodoComunica | Edoméx: La última oportunidad o la cereza del pastel

Desde 1989, cuando por primera ocasión el Partido Revolucionario Institucional (PRI) perdió una gubernatura en México -Baja California Norte, con el Partido Acción Nacional- subsiste un desgaste de poder que lo ha obligado a establecer alianzas con otros partidos para ser una opción “competitiva”.

Solamente en tres entidades el PRI ha mantenido su hegemonía en el Poder Ejecutivo: Coahuila, Hidalgo y el Estado de México. En el año 2000 -luego de la primera derrota por la Presidencia de la República-, el PRI gobernaba 19 entidades. Con ello impulsó la creación de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) -con decidida intervención del Estado de México- como contrapeso a la presidencia de Vicente Fox Quesada.

En 2012, el PRI mantuvo el poder en 18 entidades. En 2017 gobernaba 15 estados, pero en 2018 se quedó en 12, y luego de 2021 solo gobierna cuatro entidades: Coahuila, Estado de México, Hidalgo y Oaxaca. Este domingo 5 de junio hubo elecciones en Hidalgo y Oaxaca y -de acuerdo con las encuestas- se anticipaban derrotas para el PRI. Habrá que esperar los resultados definitivos.

En poco más de 20 años, el otrora partido hegemónico descendió de 19 entidades a solo cuatro, colocándose en una situación adversa ante las elecciones en Tamaulipas, Durango, Quintana Roo, Aguascalientes, Hidalgo y Oaxaca. Además, su dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, está envuelto en escándalos por audiograbaciones filtradas, aunque fue reelecto -por unanimidad- al frente de la Comisión Permanente de Partidos Políticos de América Latina y El Caribe.

Para comprender el valor estratégico del Estado de México, su lista nominal -al 30 de abril de 2022- es de 12 millones 261 mil 306 electores, y de acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE) los padrones electorales de las seis entidades que votaron ayer suman más de 11.7 millones de personas.

En el semanario Proceso de esta semana, Dulce María Sauri Riancho -que dirigió al PRI durante la derrota del año 2000- señaló que por la relevancia de su padrón y su localización geográfica el Estado de México será “el prólogo de la batalla electoral de 2024”.

Si hubiera derrota del PRI en Hidalgo y Oaxaca -donde sus gobernadores, Omar Fayad y Alejandro Murat se han mantenido muy cercanos al presidente, Andrés Manuel López Obrador-, el próximo año, el Estado de México será “La Gran Elección” que -numérica, política y simbólicamente- podría significar un alto al avance de Morena, que ya gobierna 17 entidades.

De ahí la relevancia de lo que ocurrirá en los siguientes meses en la entidad que aporta más del 9 % del Producto Interno Bruto nacional y que será -sin duda- la última oportunidad para el PRI o la cereza del pastel para Morena.

PERCEPCIÓN

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que en México los contagios por COVID-19 aumentaron 75 % en la última semana.

Profesor investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.

Twitter: @RJoyaC


Desde 1989, cuando por primera ocasión el Partido Revolucionario Institucional (PRI) perdió una gubernatura en México -Baja California Norte, con el Partido Acción Nacional- subsiste un desgaste de poder que lo ha obligado a establecer alianzas con otros partidos para ser una opción “competitiva”.

Solamente en tres entidades el PRI ha mantenido su hegemonía en el Poder Ejecutivo: Coahuila, Hidalgo y el Estado de México. En el año 2000 -luego de la primera derrota por la Presidencia de la República-, el PRI gobernaba 19 entidades. Con ello impulsó la creación de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) -con decidida intervención del Estado de México- como contrapeso a la presidencia de Vicente Fox Quesada.

En 2012, el PRI mantuvo el poder en 18 entidades. En 2017 gobernaba 15 estados, pero en 2018 se quedó en 12, y luego de 2021 solo gobierna cuatro entidades: Coahuila, Estado de México, Hidalgo y Oaxaca. Este domingo 5 de junio hubo elecciones en Hidalgo y Oaxaca y -de acuerdo con las encuestas- se anticipaban derrotas para el PRI. Habrá que esperar los resultados definitivos.

En poco más de 20 años, el otrora partido hegemónico descendió de 19 entidades a solo cuatro, colocándose en una situación adversa ante las elecciones en Tamaulipas, Durango, Quintana Roo, Aguascalientes, Hidalgo y Oaxaca. Además, su dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, está envuelto en escándalos por audiograbaciones filtradas, aunque fue reelecto -por unanimidad- al frente de la Comisión Permanente de Partidos Políticos de América Latina y El Caribe.

Para comprender el valor estratégico del Estado de México, su lista nominal -al 30 de abril de 2022- es de 12 millones 261 mil 306 electores, y de acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE) los padrones electorales de las seis entidades que votaron ayer suman más de 11.7 millones de personas.

En el semanario Proceso de esta semana, Dulce María Sauri Riancho -que dirigió al PRI durante la derrota del año 2000- señaló que por la relevancia de su padrón y su localización geográfica el Estado de México será “el prólogo de la batalla electoral de 2024”.

Si hubiera derrota del PRI en Hidalgo y Oaxaca -donde sus gobernadores, Omar Fayad y Alejandro Murat se han mantenido muy cercanos al presidente, Andrés Manuel López Obrador-, el próximo año, el Estado de México será “La Gran Elección” que -numérica, política y simbólicamente- podría significar un alto al avance de Morena, que ya gobierna 17 entidades.

De ahí la relevancia de lo que ocurrirá en los siguientes meses en la entidad que aporta más del 9 % del Producto Interno Bruto nacional y que será -sin duda- la última oportunidad para el PRI o la cereza del pastel para Morena.

PERCEPCIÓN

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que en México los contagios por COVID-19 aumentaron 75 % en la última semana.

Profesor investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.

Twitter: @RJoyaC