Este fin de semana, Morena –el partido del presidente, Andrés Manuel López Obrador- y el propio mandatario, a través de su gente cercana: Adán Augusto López, secretario de Gobernación; Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México; Delfina Gómez Álvarez, secretaria de Educación, Marcelo Ebrard Casaubón, y la “nueva clase política nacional”, enviaron un mensaje claro: vienen por el Estado de México.
Si alguien tenía la ilusión de que el presidente mantuviera a la oposición en el Estado de México para “darle legitimidad a su gobierno”, debió quedarle claro que eso no sucederá. AMLO y Morena trabajarán para gobernar la entidad con el mayor padrón electoral del país, como paso esencial para asentar su Cuarta Transformación.
Más allá de las cifras -que son fundamentales para ganar una elección-, al interior de cada partido hay pugna entre dos proyectos totalmente diferentes: Se trata de una batalla entre grupos locales mexiquenses y grupos del centro del país. Entre la élite política -de cada partido- que desde hace años ha ejercido el poder en el Estado de México y quienes han avanzado desde abajo.
Es -desde ahora- una competencia entre personas de la política que siempre han accedido a la toma de decisiones, a partir del privilegio, y quienes han hecho carrera sin ningún otro mérito que su esfuerzo personal y de grupo. Obviamente, en todos los partidos se identifican “liderazgos” que aspiran a la gubernatura del Estado de México, con perfiles humanos, profesionales y políticos muy diferentes.
En ese sentido, estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx analizan a quienes -de acuerdo con los estudios de opinión- se posicionan como posibles candidatas y candidatos en sus respectivos partidos: Morena, PRI, PAN, PRD, PVEM y MC. Les solicitaron entrevistas personalizadas e invitaron a la facultad para exponer sus visiones con respecto a los “Desafíos de las juventudes”. No todas y todos aceptaron. La negativa ya es un mensaje.
Quienes -valientemente- acudieron a la cita (porque el estudiantado siempre es difícil) respondieron preguntas de los grupos organizadores de los foros y de quienes acudieron al auditorio. Las y los jóvenes pudieron observar sus comportamientos “en corto”, “tras bambalinas” y aproximarse a lo que Pierre Bourdieu denominó el <<habitus>>.
Los análisis serán muy interesantes, pero ya identificaron diferencias sustanciales entre quienes tienen obsesión por el poder, por el poder mismo, porque siempre -literalmente- lo han ostentado, y quienes buscan construir un proyecto diferente para el Estado de México.
PERCEPCIÓN
Hay un incremento silencioso de contagios por COVID-19, porque las personas quieren evitar la exclusión que surge cuando alguien informa que padeció la enfermedad. Eso es muy peligroso, en todos los sentidos.
Profesor-investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.
Twitter: @RJoyaC
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