/ lunes 3 de agosto de 2020

#TodoComunica | Empiezan a moverse

Las estimaciones indican que cuatro de cada 10 personas presentan síntomas leves de ansiedad, producto de la pandemia por el virus de Covid-19, por falta de actividad y/o distracciones, por la pérdida de contacto físico, y quizá por ello han decidido salir del confinamiento –motivados, también, por la propia autoridad- lo que ha provocado un incremento en el número de casos.

Sin comunicación no habría comunidad y eso es parte de lo que nos ha quitado la pandemia. La imposibilidad de reunirnos frente a frente, de intercambiar emociones, de tocar a quienes nos rodean, de reír, llorar, discutir, mirar, sentir a “los otros”, es lo que nos tiene afectados. Desde las raíces más profundas, la comunicación nos acerca, nos vincula, y es lo que nos falta: el contacto con nuestro entorno.

Aunado a ello, el temor de contagio nos limitó la interacción y la forma de movernos; por eso llegamos a un punto de quiebre y cada día se observa que más personas deciden salir, a pesar del riesgo, que es real: México ya superó a Gran Bretaña por el número de contagios, lo que nos ubica en el tercer lugar mundial, luego de Estados Unidos y Brasil.

Ha sido una suma de factores: un sistema de salud con carencias acumuladas desde hace décadas; mensajes erráticos, confusos y contradictorios de las autoridades; determinaciones tardías y “blandas”; gran parte de la población reacia a cumplir las indicaciones de la autoridad para prevenir los contagios; un porcentaje elevado de personas en la economía informal (seis de cada 10) y que no pueden dejar de trabajar, por mencionar algunos.

Todo ello ha provocado que mucha gente haya decidido “recuperar su normalidad”. El agotamiento ha hecho estragos y para “no morir de encierro”, se decide salir “a dar una vuelta”, romper el confinamiento y reunirse con su “círculo de confianza”; sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que “los rebrotes en algunos países son en parte causados por jóvenes que bajan la guardia durante el verano”. De acuerdo con el sitio del gobierno federal: coronavirus.gob.mx/datos/ -hasta el mediodía de este domingo 2 de agosto- México registraba 434 mil 193 casos confirmados, 87 mil 771 sospechosos y 47 mil 472 defunciones.

En ese contexto, recomiendo consultar el documento emitido por la Organización Panamericana de Salud, con respecto a la salud mental por el brote de Covid-19: https://www.paho.org/es/documentos/consideraciones-psicosociales-salud-mental-durante-brote-covid-19

PERCEPCIÓN

Este lunes inicia el proceso para que la Legislatura designé al titular del Órgano de Control de la Universidad Autónoma del Estado de México… donde ya empiezan a moverse para la elección de Rector, que será el próximo año.

Las estimaciones indican que cuatro de cada 10 personas presentan síntomas leves de ansiedad, producto de la pandemia por el virus de Covid-19, por falta de actividad y/o distracciones, por la pérdida de contacto físico, y quizá por ello han decidido salir del confinamiento –motivados, también, por la propia autoridad- lo que ha provocado un incremento en el número de casos.

Sin comunicación no habría comunidad y eso es parte de lo que nos ha quitado la pandemia. La imposibilidad de reunirnos frente a frente, de intercambiar emociones, de tocar a quienes nos rodean, de reír, llorar, discutir, mirar, sentir a “los otros”, es lo que nos tiene afectados. Desde las raíces más profundas, la comunicación nos acerca, nos vincula, y es lo que nos falta: el contacto con nuestro entorno.

Aunado a ello, el temor de contagio nos limitó la interacción y la forma de movernos; por eso llegamos a un punto de quiebre y cada día se observa que más personas deciden salir, a pesar del riesgo, que es real: México ya superó a Gran Bretaña por el número de contagios, lo que nos ubica en el tercer lugar mundial, luego de Estados Unidos y Brasil.

Ha sido una suma de factores: un sistema de salud con carencias acumuladas desde hace décadas; mensajes erráticos, confusos y contradictorios de las autoridades; determinaciones tardías y “blandas”; gran parte de la población reacia a cumplir las indicaciones de la autoridad para prevenir los contagios; un porcentaje elevado de personas en la economía informal (seis de cada 10) y que no pueden dejar de trabajar, por mencionar algunos.

Todo ello ha provocado que mucha gente haya decidido “recuperar su normalidad”. El agotamiento ha hecho estragos y para “no morir de encierro”, se decide salir “a dar una vuelta”, romper el confinamiento y reunirse con su “círculo de confianza”; sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que “los rebrotes en algunos países son en parte causados por jóvenes que bajan la guardia durante el verano”. De acuerdo con el sitio del gobierno federal: coronavirus.gob.mx/datos/ -hasta el mediodía de este domingo 2 de agosto- México registraba 434 mil 193 casos confirmados, 87 mil 771 sospechosos y 47 mil 472 defunciones.

En ese contexto, recomiendo consultar el documento emitido por la Organización Panamericana de Salud, con respecto a la salud mental por el brote de Covid-19: https://www.paho.org/es/documentos/consideraciones-psicosociales-salud-mental-durante-brote-covid-19

PERCEPCIÓN

Este lunes inicia el proceso para que la Legislatura designé al titular del Órgano de Control de la Universidad Autónoma del Estado de México… donde ya empiezan a moverse para la elección de Rector, que será el próximo año.