/ lunes 14 de marzo de 2022

#TodoComunica | La razón del presidente, pero con ruta equivocada

“Los ganadores de la globalización se fueron apartando de los perdedores y fueron poniendo en práctica su propia versión de distanciamiento social (…) en un mundo abierto, decían, el éxito depende de la educación, de prepararse para competir y vender en una economía global”, reflexiona Michael J. Sandel en su obra “La tiranía del mérito”.

Explica que, en esa perspectiva, se produjeron en el mundo hondas divisiones en lo social, económico y político, porque los gobiernos nacionales estaban abocados a procurar que todas las personas tuvieran “las mismas oportunidades” de recibir la formación, en la que se fundamenta el éxito, provocando que “quienes acaban en la cúspide de la pirámide social terminan creyéndose que merecen el éxito que han tenido”.

Es decir, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, tiene razón cuando señala al neoliberalismo y a la globalización como origen de muchos de los problemas que vivimos, porque -de acuerdo con el razonamiento de Sandel- las décadas de desigualdad del libre mercado, dificultan “creer que ‘todos estamos juntos en esto’”. El experto de Harvard advierte que esa visión “invita a los ganadores a considerar que su éxito es obra suya, e induce a los perdedores a pensar que quienes están arriba los miran por encima del hombro, con desdén”.

Ahí, en las desigualdades de ese modelo, se localiza el apoyo (disminuido) de un sector importante de la población hacia el líder de Morena y por qué le conviene alimentar esa división.

El problema es que en la visión presidencial de la complejidad que vivimos es insuficiente para reducir la desigualdad. La pandemia por COVID-19 sí aumentó los problemas previos del país, pero las políticas del gobierno han resuelto poco.

Datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) indican que en 21 entidades del país aumentó la población en condiciones de pobreza laboral, es decir, no tienen lo suficiente para cubrir sus necesidades básicas. Con respecto a la situación previa a la pandemia, en el Estado de México ese indicador aumentó sólo 0.3 por ciento (de 38.3 a 38.7 %), pero en Guanajuato, la pobreza laboral se incrementó en 6.8 por ciento. Ahora, 40.3 % de la población nacional vive con ingresos menores al costo de la canasta alimentaria.

Lo grave es la simpleza con la que el presidente solo explica los problemas y no alcanza a resolverlos; sin embargo, la polarización nos afecta a todas y todos, y no se ve una alternativa que ofrezca mejores soluciones.

Y en ese contexto, se aproxima la elección de gobernadora o gobernador en el Estado de México, sin que haya un esfuerzo consistente y serio para acreditar los resultados que aquí se han obtenido, generando la percepción de que el camino para Morena está libre.

PERCEPCIÓN

Los modelos de comunicación institucional basados exclusivamente en la perspectiva mediática (incluidas las redes sociales) están agotados.

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.

Twitter: @RJoyaC


“Los ganadores de la globalización se fueron apartando de los perdedores y fueron poniendo en práctica su propia versión de distanciamiento social (…) en un mundo abierto, decían, el éxito depende de la educación, de prepararse para competir y vender en una economía global”, reflexiona Michael J. Sandel en su obra “La tiranía del mérito”.

Explica que, en esa perspectiva, se produjeron en el mundo hondas divisiones en lo social, económico y político, porque los gobiernos nacionales estaban abocados a procurar que todas las personas tuvieran “las mismas oportunidades” de recibir la formación, en la que se fundamenta el éxito, provocando que “quienes acaban en la cúspide de la pirámide social terminan creyéndose que merecen el éxito que han tenido”.

Es decir, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, tiene razón cuando señala al neoliberalismo y a la globalización como origen de muchos de los problemas que vivimos, porque -de acuerdo con el razonamiento de Sandel- las décadas de desigualdad del libre mercado, dificultan “creer que ‘todos estamos juntos en esto’”. El experto de Harvard advierte que esa visión “invita a los ganadores a considerar que su éxito es obra suya, e induce a los perdedores a pensar que quienes están arriba los miran por encima del hombro, con desdén”.

Ahí, en las desigualdades de ese modelo, se localiza el apoyo (disminuido) de un sector importante de la población hacia el líder de Morena y por qué le conviene alimentar esa división.

El problema es que en la visión presidencial de la complejidad que vivimos es insuficiente para reducir la desigualdad. La pandemia por COVID-19 sí aumentó los problemas previos del país, pero las políticas del gobierno han resuelto poco.

Datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) indican que en 21 entidades del país aumentó la población en condiciones de pobreza laboral, es decir, no tienen lo suficiente para cubrir sus necesidades básicas. Con respecto a la situación previa a la pandemia, en el Estado de México ese indicador aumentó sólo 0.3 por ciento (de 38.3 a 38.7 %), pero en Guanajuato, la pobreza laboral se incrementó en 6.8 por ciento. Ahora, 40.3 % de la población nacional vive con ingresos menores al costo de la canasta alimentaria.

Lo grave es la simpleza con la que el presidente solo explica los problemas y no alcanza a resolverlos; sin embargo, la polarización nos afecta a todas y todos, y no se ve una alternativa que ofrezca mejores soluciones.

Y en ese contexto, se aproxima la elección de gobernadora o gobernador en el Estado de México, sin que haya un esfuerzo consistente y serio para acreditar los resultados que aquí se han obtenido, generando la percepción de que el camino para Morena está libre.

PERCEPCIÓN

Los modelos de comunicación institucional basados exclusivamente en la perspectiva mediática (incluidas las redes sociales) están agotados.

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.

Twitter: @RJoyaC