/ lunes 28 de septiembre de 2020

#TodoComunica | Les guste o no

“O conmigo o en mi contra” parece ser la consigna del presidente, Andrés Manuel López Obrador, para evaluar lo que ocurre en su entorno. Los mensajes indican que no hay espacio para disentir o reflexionar, al menos, si la ruta es la más adecuada. La posibilidad de mirar los hechos con otra óptica quiere ser anulada.

Las condiciones que provocaron más de 50 millones de pobres (52.4 millones, de acuerdo con el Coneval, agosto 2019) no deben dejarse de lado. Las políticas públicas de los últimos 30 años no generaron bienestar y desarrollo para toda la población. En eso ha tenido razón el presidente… aunque no hay certeza de que esa situación mejore.

Sin embargo, pretender que toda la acción de gobierno se dirija a partir solo de su visión –no la de un gobierno con apoyo de especialistas-, ha confrontado a distintos sectores, y parece, por momentos, que le gusta mostrarse como víctima de quienes opinan distinto.

Desde su tribuna mañanera, acusó que “nunca se había atacado tanto, desde el tiempo del presidente Madero, a un presidente como ahora” y aseguró: “por convicción nosotros nunca, jamás limitaríamos la libertad de expresión, ninguna de las libertades”.

“Los medios, la prensa siempre, o estaba vendida o estaba alquilada al régimen”, afirmó el presidente el pasado viernes, cuando mostró un “análisis” de las columnas y artículos de opinión en distintos medios periodísticos. En la perspectiva presidencial, la “mejor época” del periodismo fue en el periodo de Reforma y de la república restaurada con representantes como Francisco Zarco, “ese es el mejor periodismo, completamente libre”, dijo el presidente.

Al final de sus exposiciones, expresó: “ya hay un despertar ciudadano, un cambio de mentalidad y no han querido los del círculo rojo entender, porque no le tienen amor al pueblo ni respeto, y piensan que es fácil de manipular y que entonces por eso pueden hacer reportajes falsos, ofrecer platos de guisados de mentiras y la gente va a aceptarles todo. Ya no”.

Es claro que en la visión del presidente, señalar los errores –como el pésimo discurso ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas o las renuncias de sus colaboradores, denunciando corrupción- es un ataque, y por ello descalifica a periodistas, activistas, políticos y medios de comunicación.

Así no funciona un régimen democrático. Quienes ejercen cargos públicos están sujetos al escrutinio permanente… les guste o no.

PERCEPCIÓN

La Legislatura estatal aún no conforma la Comisión Estatal de Selección del Comité de Participación Ciudadana (CPC) del Sistema Anticorrupción del Estado de México y Municipios. El actual presidente del CPC, Alberto Benabib Montero, concluye su gestión el próximo mes y deben elegir nuevo integrante.

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.

Facebook: ricardo.joya.94 / Twitter: @RJoyaC

“O conmigo o en mi contra” parece ser la consigna del presidente, Andrés Manuel López Obrador, para evaluar lo que ocurre en su entorno. Los mensajes indican que no hay espacio para disentir o reflexionar, al menos, si la ruta es la más adecuada. La posibilidad de mirar los hechos con otra óptica quiere ser anulada.

Las condiciones que provocaron más de 50 millones de pobres (52.4 millones, de acuerdo con el Coneval, agosto 2019) no deben dejarse de lado. Las políticas públicas de los últimos 30 años no generaron bienestar y desarrollo para toda la población. En eso ha tenido razón el presidente… aunque no hay certeza de que esa situación mejore.

Sin embargo, pretender que toda la acción de gobierno se dirija a partir solo de su visión –no la de un gobierno con apoyo de especialistas-, ha confrontado a distintos sectores, y parece, por momentos, que le gusta mostrarse como víctima de quienes opinan distinto.

Desde su tribuna mañanera, acusó que “nunca se había atacado tanto, desde el tiempo del presidente Madero, a un presidente como ahora” y aseguró: “por convicción nosotros nunca, jamás limitaríamos la libertad de expresión, ninguna de las libertades”.

“Los medios, la prensa siempre, o estaba vendida o estaba alquilada al régimen”, afirmó el presidente el pasado viernes, cuando mostró un “análisis” de las columnas y artículos de opinión en distintos medios periodísticos. En la perspectiva presidencial, la “mejor época” del periodismo fue en el periodo de Reforma y de la república restaurada con representantes como Francisco Zarco, “ese es el mejor periodismo, completamente libre”, dijo el presidente.

Al final de sus exposiciones, expresó: “ya hay un despertar ciudadano, un cambio de mentalidad y no han querido los del círculo rojo entender, porque no le tienen amor al pueblo ni respeto, y piensan que es fácil de manipular y que entonces por eso pueden hacer reportajes falsos, ofrecer platos de guisados de mentiras y la gente va a aceptarles todo. Ya no”.

Es claro que en la visión del presidente, señalar los errores –como el pésimo discurso ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas o las renuncias de sus colaboradores, denunciando corrupción- es un ataque, y por ello descalifica a periodistas, activistas, políticos y medios de comunicación.

Así no funciona un régimen democrático. Quienes ejercen cargos públicos están sujetos al escrutinio permanente… les guste o no.

PERCEPCIÓN

La Legislatura estatal aún no conforma la Comisión Estatal de Selección del Comité de Participación Ciudadana (CPC) del Sistema Anticorrupción del Estado de México y Municipios. El actual presidente del CPC, Alberto Benabib Montero, concluye su gestión el próximo mes y deben elegir nuevo integrante.

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.

Facebook: ricardo.joya.94 / Twitter: @RJoyaC