/ lunes 24 de agosto de 2020

#TodoComunica | Lo hecho ha sido "muy catastrófico"

Sí. Lamentablemente llegamos al “escenario muy catastrófico” que planteó el subsecretario federal de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, cuando señaló que esa condición se alcanzaría al registrar 60 mil muertes por COVID-19. Ya estamos ahí. Se rebasó la cifra y de no haber cambio en el ritmo de contagios podríamos superar los 130 mil fallecimientos el próximo primero de diciembre.

Indudablemente la economía y el “ánimo social” reclaman el regreso a las actividades que realizábamos antes de la pandemia –en febrero pasado-, y ello ha llevado a las autoridades a “ajustar” el color del semáforo y las estrategias, porque el mensaje es: vamos a la “nueva normalidad”… aunque las muertes no cesan.

El 4 de junio pasado, el subsecretario López-Gatell expresó que el mínimo de fallecimientos se estimaba en 6 mil. “Otro escenario era de 12 mil 500, que lo presentamos en una conferencia de prensa el 27 de febrero -allá en Lieja, en la Secretaría de Salud-, y teníamos así hasta 28 mil, que se redondea a los 30 mil; incluso un escenario muy catastrófico que pudiera llegar a 60 mil”, explicó ese día el funcionario.

Ya estamos en esa condición y –de acuerdo con la información que publicó este domingo “El Sol de México”- nuestro país podría registrar más de 130 mil muertes para el próximo primero de diciembre, según los cálculos del Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud, de la Universidad de Washington, Estados Unidos. Si todos usáramos el cubrebocas, la cifra podría reducirse en poco más de 9 mil muertes, pero aun así, el escenario sería el doble de catastrófico. La Organización Mundial de la Salud afirmó que la magnitud de la enfermedad está subestimada en México y una de las razones es el bajo número de pruebas de diagnóstico que se realizan: sólo 3 por cada 100 mil personas.

A pesar de ello, sigue la narrativa de que vendrán las vacunas y que para fin de año habrá “cura” para el COVID-19 –aunque es poco probable. El gobierno federal y las autoridades locales que siguen esa línea, pretenden que no se pierda la esperanza de que “algo” se está haciendo, pero los datos indican que lo hecho, hasta ahora, ha sido “muy catastrófico”. Así fue desde el momento en el que se minimizó la enfermedad y no se tuvo el valor para tomar decisiones contundentes y oportunas que redujeran la cadena de contagios, y desde que se dejó a las actividades productivas a su suerte.

Pero sigamos en los escándalos políticos, porque parece que la salud no es lo más importante.

PERCEPCIÓN

Si se pretende crear la Ley de Comunicación Social del Estado de México, ¿por qué no promover contenidos que formen una ciudadanía mejor informada y más responsable? Ojalá que la diputada local, Anaís Miriam Burgos Hernández, responda sus correos.

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.

Twitter: @RJoyaC / Facebook: ricardo.joya.94


Sí. Lamentablemente llegamos al “escenario muy catastrófico” que planteó el subsecretario federal de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, cuando señaló que esa condición se alcanzaría al registrar 60 mil muertes por COVID-19. Ya estamos ahí. Se rebasó la cifra y de no haber cambio en el ritmo de contagios podríamos superar los 130 mil fallecimientos el próximo primero de diciembre.

Indudablemente la economía y el “ánimo social” reclaman el regreso a las actividades que realizábamos antes de la pandemia –en febrero pasado-, y ello ha llevado a las autoridades a “ajustar” el color del semáforo y las estrategias, porque el mensaje es: vamos a la “nueva normalidad”… aunque las muertes no cesan.

El 4 de junio pasado, el subsecretario López-Gatell expresó que el mínimo de fallecimientos se estimaba en 6 mil. “Otro escenario era de 12 mil 500, que lo presentamos en una conferencia de prensa el 27 de febrero -allá en Lieja, en la Secretaría de Salud-, y teníamos así hasta 28 mil, que se redondea a los 30 mil; incluso un escenario muy catastrófico que pudiera llegar a 60 mil”, explicó ese día el funcionario.

Ya estamos en esa condición y –de acuerdo con la información que publicó este domingo “El Sol de México”- nuestro país podría registrar más de 130 mil muertes para el próximo primero de diciembre, según los cálculos del Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud, de la Universidad de Washington, Estados Unidos. Si todos usáramos el cubrebocas, la cifra podría reducirse en poco más de 9 mil muertes, pero aun así, el escenario sería el doble de catastrófico. La Organización Mundial de la Salud afirmó que la magnitud de la enfermedad está subestimada en México y una de las razones es el bajo número de pruebas de diagnóstico que se realizan: sólo 3 por cada 100 mil personas.

A pesar de ello, sigue la narrativa de que vendrán las vacunas y que para fin de año habrá “cura” para el COVID-19 –aunque es poco probable. El gobierno federal y las autoridades locales que siguen esa línea, pretenden que no se pierda la esperanza de que “algo” se está haciendo, pero los datos indican que lo hecho, hasta ahora, ha sido “muy catastrófico”. Así fue desde el momento en el que se minimizó la enfermedad y no se tuvo el valor para tomar decisiones contundentes y oportunas que redujeran la cadena de contagios, y desde que se dejó a las actividades productivas a su suerte.

Pero sigamos en los escándalos políticos, porque parece que la salud no es lo más importante.

PERCEPCIÓN

Si se pretende crear la Ley de Comunicación Social del Estado de México, ¿por qué no promover contenidos que formen una ciudadanía mejor informada y más responsable? Ojalá que la diputada local, Anaís Miriam Burgos Hernández, responda sus correos.

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.

Twitter: @RJoyaC / Facebook: ricardo.joya.94