/ lunes 6 de mayo de 2024

#TodoComunica | “Salvo el poder, todo es ilusión”

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Estado de México se encuentra en un momento determinante para su existencia. En el año 2000, luego de perder -por primera ocasión en su historia- la Presidencia de la República, se vaticinaba su desaparición y se afirmaba que no volverían a ocupar ese espacio. Contrario a los pronósticos, regresaron en 2012 solamente por un sexenio.

Sin embargo, las condiciones actuales son muy diferentes a las de hace 24 años, porque en aquel momento tenían la mayoría de las gubernaturas: 19. Controlaban las entidades más pobladas, encabezadas por el Estado de México, desde donde se operó el surgimiento de la Conferencia Nacional de Gobernadores (hoy extinta), para generar un grupo de presión hacia la administración panista de Vicente Fox Quesada.

Esas condiciones le permitieron al priismo mexiquense no sólo mantenerse vigente, sino constituirse en un eje articulador de las acciones político-electorales en el resto del país e influir en las decisiones nacionales, porque el PRI al ser “un partido creado desde el poder, para el poder y con el poder” (como lo ha señalado el político mexiquense, Efrén Rojas Dávila), tuvo y creo las circunstancias pertinentes para seguir en la batalla.

Ahora, en el Estado de México, algunos priistas -huérfanos del poder de la gubernatura- se han “engallado” para rechazar las condiciones y determinaciones de su dirigencia estatal, encabezada por Ana Lilia Herrera Anzaldo, quien ha ocupado diferentes cargos de representación popular y gubernamentales, y que se ha mantenido fiel a sus convicciones partidistas, sin seguir el ejemplo de otros que han abandonado el barco, incluyendo a un exgobernador.

Como hoy no existe una figura política en el Poder Ejecutivo con el poder suficiente para convencer, presionar y obligar a la militancia a mantener la “disciplina partidista”, algunos actores han decidido rebelarse contra su dirigencia, porque las cosas no han sido como deseaban.

Sin embargo, no lo hicieron hace siete años cuando empezaron a verse las señales de abandono o el desmantelamiento de las estructuras y modelos de operación que les resultaron tan efectivos décadas atrás. Tampoco reclamaron cuando les retiraron los recursos económicos a sus estructuras partidistas o cuando les impusieron “nuevas formas” y los desplazaron del trabajo en tierra, que les era tan redituable.

El priismo se encuentra en el momento más complicado de su historia. Sin el poder simbólico de la gubernatura y la presidencia del país, algunos han perdido su institucionalidad y disciplina partidista y muestran una militancia bastante frágil. Será, quizá, el reflejo de una frase atribuida a Lenin: “Salvo el poder, todo es ilusión”.

#TodoComunica

En las campañas políticas locales algunos personajes ya son más influencers que políticos profesionales. Si no ganan, con la “gracia” que transmiten podrán vender productos en redes sociales.

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.

Presidente del Consejo Ciudadano del Sistema Mexiquense de Medios Públicos. Twitter: @RJoyaC

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Estado de México se encuentra en un momento determinante para su existencia. En el año 2000, luego de perder -por primera ocasión en su historia- la Presidencia de la República, se vaticinaba su desaparición y se afirmaba que no volverían a ocupar ese espacio. Contrario a los pronósticos, regresaron en 2012 solamente por un sexenio.

Sin embargo, las condiciones actuales son muy diferentes a las de hace 24 años, porque en aquel momento tenían la mayoría de las gubernaturas: 19. Controlaban las entidades más pobladas, encabezadas por el Estado de México, desde donde se operó el surgimiento de la Conferencia Nacional de Gobernadores (hoy extinta), para generar un grupo de presión hacia la administración panista de Vicente Fox Quesada.

Esas condiciones le permitieron al priismo mexiquense no sólo mantenerse vigente, sino constituirse en un eje articulador de las acciones político-electorales en el resto del país e influir en las decisiones nacionales, porque el PRI al ser “un partido creado desde el poder, para el poder y con el poder” (como lo ha señalado el político mexiquense, Efrén Rojas Dávila), tuvo y creo las circunstancias pertinentes para seguir en la batalla.

Ahora, en el Estado de México, algunos priistas -huérfanos del poder de la gubernatura- se han “engallado” para rechazar las condiciones y determinaciones de su dirigencia estatal, encabezada por Ana Lilia Herrera Anzaldo, quien ha ocupado diferentes cargos de representación popular y gubernamentales, y que se ha mantenido fiel a sus convicciones partidistas, sin seguir el ejemplo de otros que han abandonado el barco, incluyendo a un exgobernador.

Como hoy no existe una figura política en el Poder Ejecutivo con el poder suficiente para convencer, presionar y obligar a la militancia a mantener la “disciplina partidista”, algunos actores han decidido rebelarse contra su dirigencia, porque las cosas no han sido como deseaban.

Sin embargo, no lo hicieron hace siete años cuando empezaron a verse las señales de abandono o el desmantelamiento de las estructuras y modelos de operación que les resultaron tan efectivos décadas atrás. Tampoco reclamaron cuando les retiraron los recursos económicos a sus estructuras partidistas o cuando les impusieron “nuevas formas” y los desplazaron del trabajo en tierra, que les era tan redituable.

El priismo se encuentra en el momento más complicado de su historia. Sin el poder simbólico de la gubernatura y la presidencia del país, algunos han perdido su institucionalidad y disciplina partidista y muestran una militancia bastante frágil. Será, quizá, el reflejo de una frase atribuida a Lenin: “Salvo el poder, todo es ilusión”.

#TodoComunica

En las campañas políticas locales algunos personajes ya son más influencers que políticos profesionales. Si no ganan, con la “gracia” que transmiten podrán vender productos en redes sociales.

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.

Presidente del Consejo Ciudadano del Sistema Mexiquense de Medios Públicos. Twitter: @RJoyaC