El ánimo es otro. Las calles y los espacios públicos, centros comerciales, restaurantes, tiendas departamentales y pequeños negocios, tienen gente en sus pasillos. Hay más tráfico en las calles y avenidas. Parece que olvidamos la pandemia por COVID-19.
La actividad económica es notoria y la afluencia de personas es mayor, porque se eliminaron restricciones de aforo. Familias completas están de compras, aunque algunas personas ya no preservan las medidas de sana distancia.
Ya se acabaron las conferencias de las 19 horas que diariamente ofrecía la Secretaría de Salud con Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, para informar la evolución de la pandemia. La suspensión obedeció a la respuesta “muy positiva de reducción (de contagios) durante cinco meses consecutivos”, explicó el pasado 9 de junio López-Gatell.
Hace dos semanas, el 7 de junio, la Ciudad de México y el Estado de México se declararon en color verde del semáforo epidemiológico e incluso se anunció el regreso a clases presenciales de manera voluntaria. En el caso del territorio mexiquense, el gobernador Alfredo Del Mazo Maza informó que la semana pasada volvieron a las aulas más de 300 mil alumnos y 80 mil docentes en más de 7 mil escuelas.
Sin embargo, la Secretaría de Salud federal informó que la Ciudad de México regresará a semáforo amarillo desde este lunes 21 de junio y hasta el 4 de julio próximo. Se dio a conocer que hay 6 mil 972 casos activos de coronavirus en la capital del país.
Por ello, la Secretaría de Educación Pública suspendió las actividades presenciales en las escuelas públicas y privadas de educación básica de la Ciudad de México. Era natural. La actividad escolar y el regreso de estudiantes, docentes y personal administrativo al trabajo presencial provocó un incremento en el número de casos.
Al respecto, la jefa de Gobierno de la capital del país, Claudia Sheinbaum advirtió que ya no pueden cerrarse las actividades “creo que ya no es opción; el tema es que todos nos cuidemos, que tengamos la información (…) pero la ciudad requiere ya la reactivación de las actividades para que haya la posibilidad de bienestar”.
Es así como -una vez más- la comunicación en torno a la pandemia es difusa, confusa, errática y contradictoria entre las diferentes instancias de gobierno. Habrá que observar la evolución de los contagios en el Estado de México, aunque es claro que ya no habrá vuelta al confinamiento. La necesidad económica es mayor que preservar la salud.
PERCEPCIÓN
El homicidio del comunicador y periodista, Felipe Enrique García García, ocurrido en Metepec el fin de semana pasado, generó la exigencia hacia las autoridades para lograr el pronto esclarecimiento y el castigo a quien o quienes sean responsables. Descanse en paz un buen amigo.
Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.
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