/ lunes 24 de mayo de 2021

#TodoComunica | ¿Verdaderamente listos para reactivar las escuelas?

Tiempo y circunstancia, son dos factores que determinan muchas de las acciones en materia económica, política, social y, naturalmente, de comunicación. En esta pandemia que vivimos por el COVID-19 -y que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha declarado concluida-, el tiempo y la circunstancia son componentes clave.

Hace unas semanas, Campeche, la primera entidad en “llegar” al semáforo epidemiológico verde, anunció -en coordinación con el gobierno federal- la reapertura de las clases presenciales, mediante el Plan Piloto de Reactivación Escalonada Mixta de los Servicios Educativos de Educación Básica.

El 19 de abril pasado regresaron a la actividad 104 primarias generales y 33 de Educación Indígena, ubicadas en comunidades rurales con menos de 500 habitantes y que carecían de servicios de internet. Este fin de semana se dio a conocer el cierre de esos planteles, porque los casos de COVID-19 se incrementaron y la entidad regresó a semáforo amarillo.

A pesar de que se anuncia con entusiasmo -como debe ser- que el proceso de vacunación en México avanza, aún nos encontramos lejos de alcanzar tasas de cobertura que “garanticen” la reducción de los contagios. De hecho, ningún país podría garantizarlo, pero sí crear condiciones para bajar la probabilidad de la enfermedad y, naturalmente, de muchas de las muertes.

De acuerdo con datos de la OMS, la tasa de vacunación promedio en el mundo es de 20.4 por cada 100 habitantes, y México se ubica en el 19.4 por ciento, con un estimado de poco más de 11 millones de personas completamente vacunadas; sin embargo, en otros países de la región, como Chile, la tasa es de 89.4.

Atendiendo al tiempo y la circunstancia, mientras en Campeche se vuelven a cerrar las escuelas y en Nayarit se suspendió la reapertura; en Jalisco, Coahuila y Chiapas se reactivaron planteles escolares desde la semana anterior. En Chiapas, antes del retorno hubo un proceso de capacitación y certificación al personal directivo, docente y administrativo de los planteles, como parte del programa “Regreso seguro a clases ante el COVID-19”.

Para el territorio mexiquense, el Gobierno del Estado de México informó que se han aplicado 3 millones 300 mil dosis de vacunas al personal del sector salud, adultos mayores, personas con más de 50 años y docentes, por lo que el regreso a las actividades presenciales podría ocurrir a mediados de junio. ¿Todos los planteles y las comunidades educativas tendrán las condiciones y comportamientos adecuados para preservar las condiciones de salud?

PERCEPCIÓN

La decisión que tomemos el próximo 6 de junio en las elecciones será determinante para el futuro del país. Por favor: Vote.

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.

Facebook: ricardo.joya.94 / Twitter: @RJoyaC


Tiempo y circunstancia, son dos factores que determinan muchas de las acciones en materia económica, política, social y, naturalmente, de comunicación. En esta pandemia que vivimos por el COVID-19 -y que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha declarado concluida-, el tiempo y la circunstancia son componentes clave.

Hace unas semanas, Campeche, la primera entidad en “llegar” al semáforo epidemiológico verde, anunció -en coordinación con el gobierno federal- la reapertura de las clases presenciales, mediante el Plan Piloto de Reactivación Escalonada Mixta de los Servicios Educativos de Educación Básica.

El 19 de abril pasado regresaron a la actividad 104 primarias generales y 33 de Educación Indígena, ubicadas en comunidades rurales con menos de 500 habitantes y que carecían de servicios de internet. Este fin de semana se dio a conocer el cierre de esos planteles, porque los casos de COVID-19 se incrementaron y la entidad regresó a semáforo amarillo.

A pesar de que se anuncia con entusiasmo -como debe ser- que el proceso de vacunación en México avanza, aún nos encontramos lejos de alcanzar tasas de cobertura que “garanticen” la reducción de los contagios. De hecho, ningún país podría garantizarlo, pero sí crear condiciones para bajar la probabilidad de la enfermedad y, naturalmente, de muchas de las muertes.

De acuerdo con datos de la OMS, la tasa de vacunación promedio en el mundo es de 20.4 por cada 100 habitantes, y México se ubica en el 19.4 por ciento, con un estimado de poco más de 11 millones de personas completamente vacunadas; sin embargo, en otros países de la región, como Chile, la tasa es de 89.4.

Atendiendo al tiempo y la circunstancia, mientras en Campeche se vuelven a cerrar las escuelas y en Nayarit se suspendió la reapertura; en Jalisco, Coahuila y Chiapas se reactivaron planteles escolares desde la semana anterior. En Chiapas, antes del retorno hubo un proceso de capacitación y certificación al personal directivo, docente y administrativo de los planteles, como parte del programa “Regreso seguro a clases ante el COVID-19”.

Para el territorio mexiquense, el Gobierno del Estado de México informó que se han aplicado 3 millones 300 mil dosis de vacunas al personal del sector salud, adultos mayores, personas con más de 50 años y docentes, por lo que el regreso a las actividades presenciales podría ocurrir a mediados de junio. ¿Todos los planteles y las comunidades educativas tendrán las condiciones y comportamientos adecuados para preservar las condiciones de salud?

PERCEPCIÓN

La decisión que tomemos el próximo 6 de junio en las elecciones será determinante para el futuro del país. Por favor: Vote.

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.

Facebook: ricardo.joya.94 / Twitter: @RJoyaC