Bien harían candidatos y dirigentes partidistas en pagar. Pagar la deuda que tienen con la sociedad. Eso implica, primero, tratar de entender que para los ciudadanos no es sencillo distinguir entre las opciones que ellos representan, y las de sus oponentes. Para los abanderados de los partidos, la diferencia entre las coaliciones está clara, pero para los electores no resulta tan evidente. Candidatos y partidos pasan por alto la inteligencia y sensibilidad colectiva de las personas que, independientemente del nivel de información de cada una, todas sospechan que las diferencias partidistas no resultan significativas en la vida cotidiana de las personas.
¿Y cómo no pensar así, si en el ejercicio de gobierno coinciden a cada momento en asuntos de gran importancia para todos y, en no pocas veces, en detrimento del interés superior de la Nación? Los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional, y de la Revolución Democrática que, fusionados en la alianza Va por México, intentan distinguirse de MORENA, del Gobierno y del titular del Poder Ejecutivo Federal, olvidan que desde 2018 no hicieron nada, o no mucho, por distanciarse del poder y acercarse a la ciudadanía.
Los tres partidos y sus candidatos, sobre todo los que buscan la reelección al cargo de legisladores, no se han preocupado por explicar con honestidad y claridad por qué estuvieron del lado de MORENA, respaldando el proceso centralizador del poder y la militarización de la inseguridad, en perjuicio del avance democrático, votando a favor de iniciativas claramente atentatorias del bienestar nacional.
Esa es la razón por la que personas escasamente informadas de los detalles, pero intuitivas, sensibles e inteligentes, como somos la mayoría de los electores, desconfían de los partidos opositores. Es también la razón por la que los llamados al voto útil no acaban de entusiasmar como sus promotores desean. Lo que pasa es que nadie ha explicado, por nomás mencionar algunos ejemplos, por qué razón y con qué argumentos 44 diputados federales priistas votaron a favor de la iniciativa de MORENA para echar atrás la reforma educativa, y con ello devolver el control de la educación a los sindicatos, acabando así con la legítima y hasta moral aspiración de nuestros hijos de recibir una educación de calidad.
Por qué motivo permitieron que se aprobara la prisión preventiva oficiosa, avalando la reforma al artículo 19 constitucional. Por qué, esos 8 legisladores priistas y 12 panistas, aceptaron que personas inocentes vayan a prisión sin juicio, y en lugar de exigir que las fiscalías de justicia y las policías hagan bien su tarea, permiten que autoridades sin criterio suficiente puedan disponer de la libertad de otros, sobre el simple señalamiento de una denuncia hecha casi siempre sin fundamento. El listado no es breve: por qué aprobaron precarización de las condiciones y la vida de los trabajadores con reformas a la Constitución, y a las leyes del Trabajo, del Infonavit, el Código Fiscal, del ISR, del IVA, y de los Trabajadores al Servicio del Estado. Por qué 34 diputados del PRI y 63 del PAN estuvieron de acuerdo en que los usuarios de teléfonos celulares entreguemos datos biométricos a las empresas. Y por qué 10 senadores tricolores y 16 blanquiazules respaldaron la ampliación del mandato del presidente de la SCJN al reformar la Ley Orgánica del Poder Judicial Federal. Por supuesto que PRI, PAN y PRD adeudan explicaciones. Sin ellas difícilmente se diferenciarán de sus adversarios, ni provocarán el respaldo multitudinario que se necesita.
@HuicocheaAlanis
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