/ miércoles 13 de diciembre de 2017

Vida Pública

Cinco acontecimientos denotan ausencia de estrategia de comunicación del PRI desde el anuncio de la precandidatura presidencial.

1. Llamativa, acertada y, hasta cierto punto sorpresiva, la decisión de optar por José Antonio Mead, atrajo la atención de la opinión publicada, pero no tuvo efecto importante en la opinión pública. Es decir, quienes opinan en medios impresos, electrónicos y digitales de comunicación sí se refirieron -nos referimos- al precandidato tricolor, y los políticos priistas y filopriistas, consumidores de esos medios, por momentos albergaron la esperanza de haber levantado en las encuestas. El error pensar que esa lucha se gana por nocaut o golpe de suerte, pues en sólo unos días el diario El Universal mostró la única encuesta seria que se ha publicado y que aclara que el candidato está a más de 15 lejanos puntos del priista y peor aún, que en medio todavía está el llamado Frente Ciudadano. Erró el PRI al suponer que la opinión publicada modela la opinión pública.

2. El exitoso portal digital SDP Noticias publicó un sondeo que no es probabilístico, lo que significa que no se puede afirmar que proyecta el resultado a la totalidad de electores, en la que el precandidato del PRI supuestamente saltaba al segundo lugar de la competencia. El error no sólo fue creerlo, sino difundirlo. Aunque hubiera sido cierto, el segundo lugar nunca se presume. Así como los Rayados del equipo Monterrey no presumen haber perdido la final, a pesar de ser mejor equipo que los Tigres, el segundo lugar en la encuesta serviría para asumir nuevas estrategias, no para publicarse.

3. Desesperado, al verse relegado al segundo plano, bien asesorado, el candidato de Morena rompió el encanto que embelesaba al priismo. Con una estúpida declaración recuperó la atención mediática, impuso el tema de la agenda pública, y arrebató la atención que tenía Meade. El error estratégico del PRI fue caer todos en la tentación de "darle su repasada" al precandidato de Morena por afirmar que daría amnistía a los narcotraficantes, sin percatarse que al desbocarse todos a hablar de AMLO, sus mismas voces borraron a Meade hasta nuestros días. Y no sólo eso, al morder el polvo, los priistas reforzaron la credibilidad del argumento que afirma que tienen miedo del morenista.

4. El cuarto error es que desde ese momento dejaron de hacer noticia del precandidato tricolor. De repente olvidaron que al gran público le gustaría saber más de Pepe Meade ¿Es guadalupano?, ahora que no tiene chamba, ¿conduce su auto, lleva a los hijos a la escuela? Etcétera… Así como había irrumpido en los medios, de pronto desapareció.

5. Quinto yerro es la ausencia de estrategia digital. Desaparecido el priista de las redes sociales, sus huestes ganan las supuestas encuestas digitales de López Dóriga, Pepe Cárdenas y otros (lo que nada más hace ganar a esos programas y conductores) pero pierden la oportunidad de crear un diálogo social en torno al precandidato y todavía peor: dejan la cancha libre a los otros partidos que, como ocurrió ayer, la usan y la llenan.

Tiempo será el recurso más escaso para un partido que necesita recabar 20 millones de votos en siete meses y parecen haber perdido cinco valiosos días. Todo momento es oportuno para corregir, pero hay que hacerlo ya.

 

@HuicocheaAlanis

 

Cinco acontecimientos denotan ausencia de estrategia de comunicación del PRI desde el anuncio de la precandidatura presidencial.

1. Llamativa, acertada y, hasta cierto punto sorpresiva, la decisión de optar por José Antonio Mead, atrajo la atención de la opinión publicada, pero no tuvo efecto importante en la opinión pública. Es decir, quienes opinan en medios impresos, electrónicos y digitales de comunicación sí se refirieron -nos referimos- al precandidato tricolor, y los políticos priistas y filopriistas, consumidores de esos medios, por momentos albergaron la esperanza de haber levantado en las encuestas. El error pensar que esa lucha se gana por nocaut o golpe de suerte, pues en sólo unos días el diario El Universal mostró la única encuesta seria que se ha publicado y que aclara que el candidato está a más de 15 lejanos puntos del priista y peor aún, que en medio todavía está el llamado Frente Ciudadano. Erró el PRI al suponer que la opinión publicada modela la opinión pública.

2. El exitoso portal digital SDP Noticias publicó un sondeo que no es probabilístico, lo que significa que no se puede afirmar que proyecta el resultado a la totalidad de electores, en la que el precandidato del PRI supuestamente saltaba al segundo lugar de la competencia. El error no sólo fue creerlo, sino difundirlo. Aunque hubiera sido cierto, el segundo lugar nunca se presume. Así como los Rayados del equipo Monterrey no presumen haber perdido la final, a pesar de ser mejor equipo que los Tigres, el segundo lugar en la encuesta serviría para asumir nuevas estrategias, no para publicarse.

3. Desesperado, al verse relegado al segundo plano, bien asesorado, el candidato de Morena rompió el encanto que embelesaba al priismo. Con una estúpida declaración recuperó la atención mediática, impuso el tema de la agenda pública, y arrebató la atención que tenía Meade. El error estratégico del PRI fue caer todos en la tentación de "darle su repasada" al precandidato de Morena por afirmar que daría amnistía a los narcotraficantes, sin percatarse que al desbocarse todos a hablar de AMLO, sus mismas voces borraron a Meade hasta nuestros días. Y no sólo eso, al morder el polvo, los priistas reforzaron la credibilidad del argumento que afirma que tienen miedo del morenista.

4. El cuarto error es que desde ese momento dejaron de hacer noticia del precandidato tricolor. De repente olvidaron que al gran público le gustaría saber más de Pepe Meade ¿Es guadalupano?, ahora que no tiene chamba, ¿conduce su auto, lleva a los hijos a la escuela? Etcétera… Así como había irrumpido en los medios, de pronto desapareció.

5. Quinto yerro es la ausencia de estrategia digital. Desaparecido el priista de las redes sociales, sus huestes ganan las supuestas encuestas digitales de López Dóriga, Pepe Cárdenas y otros (lo que nada más hace ganar a esos programas y conductores) pero pierden la oportunidad de crear un diálogo social en torno al precandidato y todavía peor: dejan la cancha libre a los otros partidos que, como ocurrió ayer, la usan y la llenan.

Tiempo será el recurso más escaso para un partido que necesita recabar 20 millones de votos en siete meses y parecen haber perdido cinco valiosos días. Todo momento es oportuno para corregir, pero hay que hacerlo ya.

 

@HuicocheaAlanis